Técnica de mejora personal, autoayuda… el eneagrama ¿es sólo esto o hay algo más? ¿Un católico puede/debe utilizar el eneagrama? Responde a estas cuestiones en Aleteia el experto argentino Roberto A. Federigo, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES).
1- El eneagrama dice ser una técnica y filosofía del estudio del comportamiento humano.
Se basa en un símbolo geométrico de nueve puntas (del griego εννεα, ennea, “nueve”, y γράμμα, gramma, “trazo”), dentro de un círculo. Cada una de esas puntas representarían nueve tipos de personalidades básicas (para esta técnica la personalidad puede ser entendida como un conjunto de patrones relativamente estables que presenta un individuo): el reformador, el ayudador, el triunfador…. Y a cada “modelo” se asigna un número.
Originalmente el eneagrama fue utilizado para la adivinación como cualquier mancia, pero fue a partir de su vínculo con la psicología, que pasó a ser un incierto test de personalidad. Hoy algunos de sus practicantes afirman que aplicarlo sólo a lo caracterológico sería desaprovechar sus otras facetas, ya que el símbolo “fisiológico-morfológico” abarcaría áreas como la biología.
El eneagrama como supuesto instrumento terapéutico es utilizado de la siguiente manera de acuerdo al sacerdote Pablo José Fuentes en su libro Compulsiones: “El camino de los virtuosos consiste en hacer lo contrario de lo que sugieren nuestras compulsiones personales, fomentando y tratando de adquirir las cualidades esenciales del número opuesto al nuestro”.
De no poner freno a las compulsiones, y no andar el “camino de los virtuosos”, afirma el sacerdote, “nos harán caer en lo que más rechazamos: lo negativo del número que está en la dirección de la flecha”, es decir que el 1 caerá en el 4, el 2 en el 8, el 3 en el 9, el 4 en el 2, el 5 en el 7, el 6 en el 3, el 7 en el 1, el 8 en el 5, y el 9 en el 6. Por ejemplo el 2 caería en el autoritarismo del 8, el 4 en la anuencia del 2, el 6 en la hiperactividad del 3, etc. Los defectos para cada una de las personalidades serían: la ira, el orgullo, el engaño, la envidia, la avaricia, el miedo, la gula, la lujuria y la pereza.
2- Lo inventó un esoterista armenio llamado Gurdjieff, y de allí se ha extendido sobre todo en América.
Su principal divulgador o quizás creador (según dicen, transmitido por un maestro sufí, de la orden Naqshbandi) fue el esoterista armenio George Ivánovich Gurdjieff (1872-1949), creador también de un sistema que asociaba el eneagrama y otros métodos, a la Escuela del Cuarto Camino, del Instituto para el Desarrollo Armónico del Hombre.
Al controvertido “maestro” le sucedieron en la propagación de sus ideas el escritor y filósofo ruso Piotr Demiánovich Ouspensky (1878-1947), a quien conoció en Rusia alrededor de 1915, y más tarde el erudito ruso Boris Mouravieff (1890-1966), quien conoció a Ouspensky en 1920 y posteriormente entablaría una relación personal con Gurdjíeff, luego del extraño alejamiento de Ouspensky.
En 1921 John Godolphin Bennett (1897-1974) científico y empresario británico, se relacionó con Gurdjíeff y Ouspensky en Estambul y luego de vivir algún tiempo en el Instituto para el Desarrollo Armónico del Hombre, en París, partió a Inglaterra donde por 15 años fue el portavoz de las enseñanzas del cuarto camino. En 1949 trabajó nuevamente con Gurdjíeff en París. A principio de los ‘50, se separó de los otros discípulos y creó junto a Madame de Salzmann el grupo de Coombe Springs. A mediados de esta misma década ingresó al movimiento Subud y en octubre de 1971 fundó la International Academy for Continuous Education.
Alrededor del año 1943, Oscar Ichazo (1931-) heredó de su abuelo una biblioteca, donde descubrió algunos libros con la técnica del eneagrama. Luego de varios viajes por oriente, creó en Chile, en el año 1971 el Instituto Arica desde el cual enseñó el eneagrama a 50 estudiantes. Posteriormente fundó otro instituto Arica en Estados Unidos, con el que atrajo la atención de algunos miembros del Instituto Esalen.
Todas las técnicas de Gurdjíeff ya estaban bien diseminadas en los ambientes esotéricos, e inclusive algunas trascendiéndolos y siendo adoptadas por los exponentes contraculturales y experimentales de la época.
Claudio Naranjo (1932-) es un psiquiatra chileno considerado uno de los tres discípulos más importantes de Friedrich Salomon Perls (1893-1970), el creador de la terapia gestáltica. Se radicó en los Estados Unidos en la década del 60 y formó parte del equipo del Instituto Esalen, fundado por Michael Murphy y Dick Price en 1962. En ese instituto desarrolló la psicología transpersonal o “cuarta vía”, y el uso del eneagrama, influenciado por las técnicas de Oscar Ichazo.
El eneagrama fue popularizado mundialmente a partir de la aparición del libro The Enneagram de Helen Palmer en 1988. Otros de sus difusores son Don Richard Risso, Russ Hudson y Robert Ochs.
3- El eneagrama tiene una cosmovisión espiritual gnóstica, basada en la numerología. Promueve una espiritualidad autorredentora y determinista.
Las propias obras de Boris Mouravieff (Gnosis) y Ouspensky, incluyen el eneagrama dentro de los conocimientos esotéricos, relacionados con la armonía entre el hombre y el cosmos. Es significativo que Ouspensky, recogiendo palabras Gurdjieff, relacionaba el eneagrama con el triángulo, confirmando aun más su relación gnóstica-esotérica.
Dejando de lado el ya desarrollado trasfondo histórico y testimonial que evidencia su relación con el esoterismo, el eneagrama se presenta como una herramienta ocultista de la gnosis, un sistema autosuficiente de diagnóstico y cura de matices esotéricos, por sus características:
-Numerológicas: porque dice establecer una conexión especial entre los seres humanos y los números.
-Cabalísticas: porque según ciertas enseñanzas cabalísticas, el universo se rige por principios que, de ser respetados, lograrían que se alcance la plenitud individual y universal, y por la similitud entre los nueve trazos del eneagrama y las diez ramas del árbol de la vida de la cábala: Kéter (La Corona), Jojmá (La Sabiduría), Biná (La Inteligencia), Jésed (La Misericordia), Gevurá (La Justicia), Tiféret (La Belleza), Nétsaj (La Victoria de la Vida sobre la Muerte), Hod (La Eternidad del Ser), Yesod (El Fundamento), Maljut (El Reino).
-Casi predestinatorias del carácter: porque aunque no indica que alguno de los tipos es invariable, sí, propone que la única alternativa para la modificación del error es su opuesto.
-Autorredentoras: porque considera que el pecado (en su caso son nueve: la ira, el orgullo, el engaño, la envidia, la avaricia, el miedo, la gula, la lujuria y la pereza, similares a los siete pecados capitales) (3), es causado por una personalidad que adoptó un individuo a temprana edad (entre los 4 y 6 años de edad) como patrón de pensamiento y comportamiento, y que para lograr el desarrollo personal debería entonces cultivar su opuesto, sin dejar lugar en ello a la redención por Cristo y al libre albedrío humano, sin el cual el hombre tampoco puede ni pecar ni arrepentirse.
-Adivinatorias: porque “originariamente se utilizó para la adivinación”, como cualquier otra mancia
4- El eneagrama no es científico, pues no cumple con los criterios indispensables para ser considerado como tal.
El eneagrama no es científico, pues si dice ser un método de diagnóstico del comportamiento humano, y a su vez terapia para la corrección de los comportamientos erróneos, entonces debería poder demostrar sus efectos empíricamente. Para ser una teoría científica necesitaría que dicha técnica haya sido o pueda ser comprobada, revisada y o publicada y que su metodología sea normalizada por criterios de la ciencia, es decir, que posea reproducibilidad, falsabilidad y corroboración.
El eneagrama es pseudocientífico por las siguientes características:
-Psicología alternativa: no basada en las necesarias fuentes de las ciencias biológicas y sociales y no es enseñada en los ámbitos académicos. No es factual. Psicología transpersonal.
-Determinismo filosófico: determina que las consecuencias son causales (causa-consecuencia) y nada ocurriría por azar.
-Dogmatismo (pseudocientífico): no admite ser refutado.
-Contradicciones empíricas: no aporta pruebas ni puede refutar otros resultados obtenidos por la ciencia.
-Inmutabilidad: no cambia ni progresa.
-Sobrenaturalismo: considera en su práctica la mediación de fuerzas no pertenecientes al campo científico, lo que lo hace saltar de su campo pretendido.
5- La Iglesia no apoya la práctica del eneagrama por la misma razón por la que rechaza las artes adivinatorias y la cosmovisión procedente de la gnosis.
La Iglesia ya se ha pronunciado en relación al tema Nueva Era, gnosis y eneagrama, en el documento Jesucristo, portador del Agua de la Vida:
“Juan Pablo II ha alertado respecto al «renacimiento de las antiguas ideas gnósticas en la forma de la llamada New Age. No debemos engañarnos pensando que ese movimiento pueda llevar a una renovación de la religión. Es solamente un nuevo modo de practicar la gnosis, es decir, esa postura del espíritu que, en nombre de un profundo conocimiento de Dios, acaba por tergiversar Su Palabra sustituyéndola por palabras que son solamente humanas. Un ejemplo de esto puede verse en el eneagrama, –un instrumento para el análisis caracterial según nueve tipos– que, cuando se utiliza como medio de desarrollo personal, introduce ambigüedad en la doctrina y en la vivencia de la fe cristiana”.
El sacerdote español Manuel Guerra, experto en la temática y miembro de la RIES, dice en su Diccionario enciclopédico de las sectas que la psicología eneagrámica “ha tenido gran resonancia y acogida entre no pocos religiosos/as y sacerdotes católicos, que la aplican, no siempre con acierto, en retiros para identificar el propio eneagrama, las cualidades –virtudes- y los defectos –vicios-. Cuando son acusados de vivir de ideas específicas del ocultismo y de NE, responden con la clásica distinción entre el método y la ideología en las que se respalda, aunque de hecho no sea fácil renunciar a ésta y valerse sólo de aquél”.
Nuestro catecismo dice al respecto:
“2116- Todas las formas de adivinación deben rechazarse: recurso a Satán o a los demonios, evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se supone “desvelan” el porvenir (cf Dt 18,10; Jr 29,8). La consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a “mediums” encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo de conciliarse los poderes ocultos. Están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente a Dios.
2117- Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar las potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo -aunque sea para procurar la salud-, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro o recurren a la intervención de los demonios. El llevar amuletos es también reprensible. El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él. El recurso a las medicinas llamadas tradicionales no legitima ni la invocación de las potencias malignas, ni la explotación de la credulidad del prójimo”.
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