El horribilísimo ídolo demoníaco llamado "San La Muerte",
el cual gana adeptos entre sectores marginados socialmente.
El número de adoradores de la Santa Muerte se multiplica en el estado mexicano de Yucatán, pero se niegan a registrarse en la entidad, reveló el subsecretario de desarrollo social y asuntos religiosos, Carlos Carrillo Paredes, quien dijo que ha tratado de mantener relación con los dirigentes de esa secta, pero son reacios ante la autoridad correspondiente. Lo leemos en La Verdad Noticias, en un artículo firmado por Ylmar Pacheco.
Carrillo indicó que sabe que tienen actividad en la comisaría Flamboyanes de Progreso y en la colonia Roble en Mérida. Entre los adoradores hay personas que viven en situación de calle hasta gente con estudios superiores, así como empresarios y políticos. “No hemos tenido ningún acercamiento con gente de la Santa Muerte; tratamos de entrar, nos metimos al fondo de la Secretaría de Gobernación y no están registrados; operan en Flamboyanes y en la Colonia Roble (por la Bimbo), ahí practican sus cultos”, afirmó.
Mencionó que la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público habla de que cualquier persona o cualquier grupo de personas pueden hacer una doctrina enfocada a lo que quieran, no está penado, pero al no registrarse están incumpliendo la Ley. Recordó que para obtener su registro como asociación, tienen que pasar cinco años para que se les pueda otorgar, pues no se trata de que de un día para otro se les apruebe. Dijo que se ignora cuántas personas acuden al culto de la Santa Muerte, aunque se tiene identificadas a dos agrupaciones: una que está en la comisaría de Flamboyanes en la carretera a Progreso y el otro está cerca de la Bimbo.
Según se averiguó, las personas que adoran a la Santa Muerte proceden de otras entidades del país, pero tienen sus casas en Flamboyanes, mientras que otro grupo que gusta de adorar esa imagen son los traileros, muchos de los cuales convergen en El Roble de Mérida. En el mercado Lucas de Gálvez, la imagen de la Santa Muerte puede costar desde 300 pesos hasta 10.000, dependiendo del tamaño y el material con que están hechas.
Fieles a la Santa Muerte construyen otro templo a un costado del anterior en el fraccionamiento Flamboyanes de la comisaría del mismo nombre, en puerto Progreso. El nuevo edificio ha sido construido por tiempos ya que los albañiles hacen una parte y regresan días después. Vecinos del lugar comentaron que no pasa nada extraordinario. Es una sesión que se lleva a cabo y cada quien adora a la Santa Muerte como así lo considere.
Con base en un estudio de Luis Várguez Pasos, investigador del fenómeno religioso en México, el culto a la Santa Muerte tiene mayor impacto de las personas que viven en condiciones de marginación. Entre los principales seguidores, destacó hay personas que viven en desventaja social, como los pepenadores, personas en situación de calle, de escasos recursos, sexoservidoras y en menor número, personas de la clase media, naranja y profesionistas con licenciatura, y hasta posgrados.
Señaló que los devotos organizan novenas, incluso tiene un rito parecido al de una misa, hacen procesiones, eligen altares en sus hogares o centros de trabajo; cuentan con oraciones especiales y brindan ofrendas por los favores ofrecidos. Reveló que el éxito del culto a la Santa Muerte es porque según quienes lo profesan hablan de la éxito por sus plegarias por la amplia exposición que ha tenido este culto en los medios de comunicación, al grado de que la imagen de la Santa Muerte compite en el mercado religioso con santos como el Divino Niño Jesús y San Judas Tadeo, además de la Virgen de Guadalupe.
Incluso, es tal el éxito que en los grupos locales, regionales y nacionales se comunican mediante internet y las redes sociales, quienes publican sus visitas a los altares de iglesias erigidas en honor de la Santa Muerte tanto en la capital del país y la ciudad de México como en otros estados de la república en donde convocan a unirse a la comunidad, comparten testimonios, fotografías, oraciones y canciones.
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