Luis Santamaría, el 22.04.17
El pasado 20 de abril abrió sus puertas una “iglesia” dedicada al consumo de cannabis con propósitos espirituales. Ha sido en Colorado, el primer estado de los EE.UU. donde se permitió consumir marihuana con fines recreativos, según informa la agencia Efe.
Sin un libro sagrado ni jerarquías eclesiásticas, la Iglesia Internacional del Cannabis (ICC) es un foco para “personas de todo el mundo que quieren ser parte de una organización que acepta el uso de cannabis en el viaje personal de búsqueda de significado”, explicó Lee Molloy, uno de sus tres fundadores.
La apertura oficial de la nueva “iglesia” tuvo lugar el 20 de abril, una fecha popularmente asociada con el consumo de marihuana (el número 420: cuarto mes, día 20), y elegida, dijo Molloy, porque “es fácil de recordar”. Este particular templo está alojado en un edificio de principios del siglo XX donde alguna vez estuvo una iglesia luterana, al sur de la ciudad de Denver, y para pertenecer a la congregación hay que hacer una donación que sirve como pago de una membresía.
“Viaje espiritual”
Lo consideran “un lugar de reunión para quienes necesitan apoyo para su viaje espiritual” y donde no se juzga a nadie, dijo Molloy. Los miembros de la nueva “iglesia” se denominan a sí mismos “elevacionistas”, porque el consumo ritual de cannabis “eleva” las mentes “hasta alcanzar la mejor versión” de ellos mismos.
Uno de los principios fundamentales de los elevacionistas es considerar la flor del cannabis como un “regalo de la Fuerza Creadora Universal”, puntualizó Molloy. Otra creencia que deben aceptar los elevacionistas es que el voluntariado es mejor que la oración para lograr que el mundo llegue a ser un lugar mejor.
“Todos son bienvenidos y todos pueden seguir su propio camino siempre y cuando recuerden vivir según la Regla de Oro”, agregó Molly en referencia a la enseñanza cristiana de amar al prójimo como a uno mismo.
Sólo para miembros
El jueves 20 las puertas del templo estuvieron abiertas para todos quienes quisieron participar en la inauguración, pero a los servicios religiosos que se celebren a partir de entonces sólo podrán asistir los miembros de la congregación. Para obtener una membresía basta realizar una donación en línea a favor de la remodelación y restauración del edificio donde ahora opera la “iglesia”, que necesita reparaciones por una cantidad cifrada hasta ahora en 100.000 dólares.
La ICC ya ha recaudado casi la tercera parte de ese monto gracias a las contribuciones de poco más de 90 nuevos miembros, conocidos como elevacionistas, y se espera haber conseguido la cantidad total dentro de su primer mes de operaciones, según Molloy. Además de completar la restauración de la capilla, la otra prioridad será que el edificio sea accesible para personas con discapacidades, especialmente veteranos y pacientes de marihuana medicinal.
“Nos alegra haber encontrado un espacio que ya tiene una historia espiritual porque pudimos retener los elementos en uso en esta propiedad”, expresó Briley Hale, miembro de la ICC a cargo de la campaña de recaudación de fondos. Y según Steve Berke, comediante, empresario y cofundador de la ICC, la apertura de la nueva congregación supone “verdaderamente formar parte de un hecho histórico”.
Defensa del consumo de drogas
Como parte de las celebraciones, la nueva “iglesia” ofrecerá, además de entretenimiento apropiado, “seminarios educativos de elevación” con temas relativos a la intersección de cannabis y espiritualidad. Uno de esos seminarios se centrará en el “derecho constitucional a practicar la religión”, incluido en la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
La iniciativa de crear una “iglesia” dedicada al cannabis ha generado todo tipo de respuestas y reacciones, desde quienes lo consideran una parodia o falta de respeto de la religión tradicional hasta quienes afirman que las actividades de la ICC tendrán un impacto negativo en un vecindario que ha cambiado relativamente poco durante el último medio siglo.
Además, el Departamento de Impuestos Locales y Licencias de Denver ya anunció que en las próximas semanas investigará si la ICC es realmente un grupo religioso o un club social “recubierto con un manto religioso” para facilitar el consumo público de marihuana. El concejal John Clark, que representa al distrito de Denver donde está la nueva “iglesia”, indicó a los medios locales que se asegurará de que la ICC “seguirá las reglas” para que el vecindario se mantenga “seguro y vibrante”.
El “sacramento de la flor sagrada”
Un conflicto de interés podría surgir porque uno de sus fundadores, Berke, es a la vez el gerente general de una empresa local dedicada a la venta de marihuana. Pero la ICC confía en que el hecho de que no se venderá ni marihuana ni accesorios para su consumo dentro del templo, y que habrá eventos abiertos al público, ayudará a mejorar tanto la imagen de la “iglesia” como las relaciones con la comunidad.
Para Molloy, la controversia no debería existir ya que, según él, “el cannabis es un sacramento, el Sacramento de la Flor Sagrada”, ya que, consumido ritualmente, “acelera y profundiza el autodescubrimiento y la conexión con la fuerza creativa universal”.
Pinturas murales de un español
En el video que promociona la “iglesia”, según informa Telemundo, se menciona que será la primera instalación del mundo donde los adolescentes podrán consumir marihuana de forma legal.
El edificio utilizado se trata de un antiguo templo luterano de 113 años de antigüedad rehabilitado por su propietario, Steve Berke, el empresario dedicado a la marihuana. Y ha sido decorado por dos famosos artistas. Los murales exteriores estuvieron a cargo del estadounidense Kenny Scharf, mientras que el español Okuda San Miguel se ha encargado de la decoración del techo.
El interior del templo estalla con los murales psicodélicos llenos de coloridas figuras geométricas, pintadas por el artista español Okuda San Miguel. “El arte está explicado a través de la meditación en el sacramento y buscando el propio significado de él. Esto es parte de lo que es la experiencia elevacionista”, explicó Lee Molloy, el cofundador británico del movimiento, tal como informa el medio Pousta.
“Una creencia sincera”
Las leyes federales que deben respetar no son una preocupación para los instauradores de la ICC, aunque aún tienen que iniciar los trámites para que el elevacionismo pueda ser considerado una religión. Rachel Gillette, abogada especializada en las leyes relacionadas con la marihuana, aseguró que “si todo lo que están haciendo es proveer un lugar donde la gente puede adorar y consumir –y las ganancias no son el motivo– creo que una corte fácilmente encontraría que el elevacionismo es una creencia sincera y que son libres de practicar su religión”.
Ante los vecinos reacios, los organizadores han tenido que responder a todos los cuestionamientos. Molloy insiste en que no es sólo un santuario para fumados, sino que se trata de descubrimiento personal. “Al final, el propósito de una iglesia moderna se centra alrededor de la comunidad, por lo que haremos servicio comunitario y también habrá horas en las que no se podrá fumar dentro del recinto para aquellos que quieran conocer la iglesia”, aseguró el inglés.
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