El trato salvaje hacia los animales, el trato inhumano y la brutalidad hacia el hombre, y la impiedad y blasfemia hacia Dios, es lo que caracteriza a ciertos cultos de origen afro-americano, entre ellos, el denominado "umbandismo".
Esta vez, lo sufrió en carne propia un pequeño niño de cuatro, al ser asesinado salvajemente en un rito umbanda. El calificativo de "salvaje" no es ajeno a este rito, sino que forma parte esencial de su diabólica estructura cultual.
Recordamos que los miembros de la Iglesia Católica cometen pecado mortal si asisten, aunque sea como espectadores, a tales ritos satánicos.
Aunque la causa por el abuso, los tormentos y el asesinato de un niño de cuatro años en septiembre del año pasado en una vivienda del barrio Las Avenidas tendrá su debate oral y público con los cuidadores del niño como imputados, la continuidad de la investigación tuvo un nuevo avance el miércoles por la noche. Una mujer que se desempeña como “mae umbanda” fue detenida en la puerta de la casa donde ocurrió el crimen acusada de instigar el homicidio.
Rosana Toledo –madre de la joven detenida horas después del hallazgo del cuerpo sin vida de Federico Uriel Cisneros- fue detenida el miércoles a las diez de la noche por personal de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) en Solís casi José Martí. La mujer fue trasladada al Destacamento Femenino y en las próximas horas podría prestar declaración ante el fiscal Juan Pablo Lódola.
El menor estaba al cuidado de Ivana Toledo y Fernando Grolino, quienes llamaron a una ambulancia y dijeron que el niño se había descompensado. El panorama que observó la profesional que llegó al lugar la obligó a denunciar lo sucedido y tras las primeras averiguaciones, la Justicia dispuso la aprehensión de los jóvenes.
Tal como informó oportunamente 0223, los resultados de la autopsia graficaron los tormentos sufridos por la criatura antes de morir. El niño fue abusado y su cuerpo presentaba “politraumatismos en la totalidad de su cuerpo, hematomas internos; a nivel anal presenta desgarros de gran tamaño y profundidad, con dilatación compatible con empalamiento o penetración”. Según la investigación, la mayoría de esas heridas se produjeron durante la realización de algunos ritos religiosos o por el placer que les generaba un maltrato permanente al chico.
La Jueza de Garantías Rosa Frende dispuso la prisión preventiva de Toledo y Grollino por considerarlo autores de homicidio cuádruplemente agravado por su comisión por dos o más personas, premeditado, con alevosía y criminis causa. Meses después avaló la elevación de la causa a juicio tras el pedido formulado por la fiscalía. En la misma investigación está imputado un hermano de Toledo, mientras que a la madre biológica del niño se le formó una causa por abandono de persona agravado.
Secretos y temor
Más allá de la detención de la pareja acusada de matar al niño, desde un comienzo los investigadores sospecharon que otras personas participaron –en el marco de un ritual religioso- de algunos de los tormentos previos a que el niño fuera asesinado mediante una maniobra de asfixia por ahorcamiento.
Allegados a la investigación le confirmaron a 0223 que más allá de la suposición de que el crimen ocurrió mientras se realizaba una práctica umbanda, se encontraron con muchas dificultades para profundizar en las responsabilidades de quienes participaban de la actividad. “Si bien la gente estaba muy asustada, con un temor reverencial hacia la persona que oficiaba de Mae, lentamente se obtuvieron algunos testimonios que apuntaban a la responsabilidad de la mujer detenida”, indicaron.
“Se fue avanzando lentamente con los datos que algunos de los participantes de los rituales dieron acerca de lo sucedido en las jornadas previas”, señaló otra fuente cercana a la causa. Las declaraciones que se obtuvieron en fiscalía junto a la información que recabó personal de la Dirección Departamental de Investigaciones apuntaron a Rosana Toledo como la persona que daba las directivas en cada uno de los encuentros.
Más allá del gran temor por los castigos que la “Mae” podría provocarles si contaban detalles de los ritos, un par de testigos indicaron que la mujer ordenaba qué castigo darle al niño y que Grollino era –la mayoría de las veces- el brazo ejecutor. Esos datos le permitieron al fiscal Juan Pablo Lódola solicitar la detención de Toledo como instigadora.
Tras el aval obtenido ante la Justicia de Garantías, personal de la DDI detuvo a la mujer en la puerta de la vivienda del barrio Las Avenidas. En las próximas horas prestará declaración en Tribunales por un delito que tiene una pena en expectativa igual a la del autor del homicidio.
(http://www.0223.com.ar/nota/2016-12-29-detienen-a-mae-umbanda-como-instigadora-del-abuso-y-asesinato-de-un-nene-de-4-anos)
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