La Maga Hania profanando el altar eucarístico,
al rezar sobre la parcela del cielo en la tierra
las oraciones de la brujería destinadas a Satán.
Lo impensable, sucede. La realidad supera, muchas veces, a la imaginación. Lo impensable, que el altar eucarístico, el altar en donde se ofrece el Santo Sacrificio del Altar, el altar en donde se renueva el Santo Sacrificio de la Cruz, el altar en donde el Dios de majestad infinita, ante quien los ángeles del cielo se postran en adoración con la frente en el suelo, sin atreverse a mirar a su Dios, por considerarse indignos, ese altar, increíblemente, ha servido para dar culto al más grande enemigo de Dios, el demonio. El altar eucarístico, una parcela del cielo en la tierra, en donde el Dios Tres veces Santo, al que los cielos no pueden contener, desciende para continuar su Encarnación en el Santo Sacramento del Altar, la Eucaristía, ha sido profanado en un lugar de un país sudamericano, porque ha servido para el culto pagano, oficiado por una maga, conocida como "Maga Hania".
El altar eucarístico no es lugar para estas abominaciones paganas; el altar del Santo Sacrificio no es lugar para rendir culto al demonio, quien es el siniestro destinatario del rito de magia; el altar eucarístico no es lugar para el Príncipe de las tinieblas, así como el cielo tampoco es lugar para el ángel caído, y el altar eucarístico no es lugar para la magia, porque es una parcela de cielo, y como en el cielo no hubo, no hay, ni habrá lugar por los siglos infinitos, para el Dragón, tampoco hubo, hay ni habrá en el altar eucarístico, aún cuando algunos se empeñen en darle un lugar.
Reparemos con adoraciones, rosarios, horas santas, misas, penitencias, ayunos, esta verdadera "abominación de la desolación" (Dan 11, 31).
Dónde ha ocurrido esto?
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