Sacerdote profana la Eucaristía consagrando el vino en un recipiente inapropiado (mate argentino)

 Christian Ferraro

Este sacerdote profana la Eucaristía, consagrando ilícitamente en un mate -un recipiente de origen argentino utilizado para una infusión-, además de hacerlo sin los hábitos eclesiásticos obligatorios. Cabe acotar que dicho sacerdote, al poco tiempo, fue nombrado obispo.

Padre Christian Ferraro:

ES LO QUE QUIEREN.

1. Lo que quieren es dejar en segundo o tercer plano, sino descartar por completo, la identidad sacrificial propiciatoria de la santa Misa.

2. Lo que quieren es diluir toda posible dimensión de sacralidad, horizontalizando y banalizando la liturgia.

Y esto es porque no tienen la misma fe que la Iglesia católica tuvo durante dos mil años. La manera de celebrar es expresión directa de la manera de creer, y lo que celebran es lo que creen: no creen en el sacrificio propiciatorio redentor de la cruz, sino en la presencia cotidiana del dios-amor en lo cotidiano. El realismo de la eficiencia de la acción amorosa divina es substituido de hecho por la fenomenología heideggeriana de la mera presencia.

Por eso, cuando no promueven directamente estupideces, las toleran con su silencio cómplice o con sus observaciones minimizadoras: cuando se pronuncian, lo hacen en el mejor de los casos con algún coscorrón insignificante como los de Calabró a Borromeo, para contentar a la gilada.

El caso del salame de Milán se integra en la línea de la pastoral playera inaugurada por el Chino Miñarro, sacerdote heterodoxo que apoyaba al homomonio ("hay que dignificarlo porque Dios acompaña esa relación", dixit) y que fuera en el 2016 elevado a la dignidad de sucesor de los apóstoles.

En el contexto de la JMJ de Panamá, el Chino celebró en la playa, con un mate como cáliz. Denunciado como corresponde ante las autoridades que corresponde, todo quedó en la nada.

Para los sacerdotes pseudocatólicos, que los he visto, conocido y escuchado, es simplemente algo gracioso y anecdótico. Para los sacerdotes y fieles católicos esto es un verdadero horror, cuya gravedad no admite posibilidad alguna de ser exagerada. Pasen y vean 1.