10 de diciembre
EL PESEBRE MASÓNICO DEL VATICANO
No sabemos cuál es la relación entre el vaticano y el artista o los artistas creadores del pesebre 2018. Tampoco sabemos si alguna autoridad eclesial dio algunos lineamientos al artista, sobre el sentido o alegoría simbólica que debería tener el pesebre. Lo que sí sabemos, es el sentido que le dieron al material con el que se hizo el pesebre: la arena. Pero esa información es pública y no es de nuestro interés. Lo que nos interesa es la simbología que se desprende con nitidez de la obra en general y de cada figura en particular, más allá de sí hubo alguna directriz a las que tuvo que ceñirse el artista por indicación expresa de alguien del vaticano. Algo que como ya mencionamos, desconocemos. Tampoco nos interesa especular en esa dirección. El interés que nos mueve es la simbología inherente a la obra en sí. Y en esta dirección va este análisis.
Nuestra tesis es la siguiente: se desprende del cuadro general, es decir, de todas las figuras, la ausencia absoluta de un acto de adoración hacia la divinidad del Niño Dios. Al contrario, lo que se infiere, es la negación de la divinidad y la afirmación de la racionalidad como fuente de “nueva vida” o “regeneración” del mundo, negándoseles al mismo tiempo, al Salvador y al acto mismo del misterio de la salvación, estos, sus atributos connaturales.
FOTO Nº 1: en esta foto se puede apreciar claramente que ni San José ni la Virgen María, personajes principales del pesebre, centran su atención en el niño Dios y mucho menos lo adoran. El único que observa al niño, es el primer mago. Pero no es una mirada directa, sino indirecta.
FOTO Nº 2: en esta imagen podemos ver que el acto de adoración que debería realizar la Madre de Dios, es en verdad un acto “iniciático” masón. La similitud es clara. La posición de los brazos forma la escuadra, símbolo del “aprendiz”. Los ojos cerrados y vendados, en uno y otro caso son también símbolo de la “oscuridad” en la que se encuentra el aprendiz y junto con la escuadra, significan el deseo de “instruirse”.
FOTO Nº 3: en esta fotografía, está explícita (tal como sucede con los símbolos del cuadro “la virgen de las rocas” de Da Vinci), la negación de divinidad del niño Dios. San José con el gesto de la mano, el ALTO, rechaza la corona de la realeza y divinidad que el primer mago le entrega. Su mirada es directa hacia este mago.
FOTO Nº 4: en primer lugar diremos que el lado derecho siempre ha significado autoridad y rectitud. Por lo tanto, no es casualidad que la columna que vemos en esta imagen, se ubique al costado derecho de San José y refuerce su simbolismo. La columna inconclusa masona, es un símbolo funerario de muerte. Es la obra inconclusa que queda cuando la muerte sorprende al masón. En este sentido, podemos afirmar que puesto que el pesebre es precisamente todo lo contrario, es decir, el inicio de una nueva vida (la de la gracia por la redención), su presencia allí no puede significar más que la muerte del cristianismo. Inconcluso por su “ineficacia” para lograr la verdadera “vida” que no es otra cosa que el racionalismo puro.
FOTO Nº 5: Esta imagen es tal vez la más alegórica de todas, en cuanto a su significado y simbolismo masónico. Ese ángel que no es tal y que no tiene necesidad alguna de tocar la estrella de Belén, que tampoco es tal, no es otra cosa que la diosa razón alcanzando la “luz”, la “iluminación” y el “verdadero conocimiento” de la estrella del amanecer… lucifer. Por eso está en el centro y en el acto de recibir o de alcanzar mejor dicho ese conocimiento.
FOTO Nº 6: Finalmente, en esta fotografía tenemos tal vez, el que pueda ser el único acto de supuesta “adoración” al niño Dios. Sin embargo no es tal. Veamos. El pastor que tiene sus manos juntas representa con su gesto de las manos unidas, un símbolo universal de todas las religiones, conocida como “la oración muda”. Es una súplica a la divinidad que todos los hombres en todos los tiempos expresan en su corporalidad gestual en el acto de sumisión a Dios. Pero en este caso no es tal, pues la ubicación del Pastor -al lado de la columna que llama a la ruina y muerte del cristianismo- sumado al gesto de sus manos, lo que está afirmando como deseo y no oración, es lo que acabamos de mencionar… la muerte del cristianismo. El recuadro que hemos puesto en esta foto con esa triada de símbolos masónicos, refuerza lo dicho: 1º El gesto de las manos que no es la oración muda, sino el deseo de concretar el fin por el que se trabaja y hacia el que se enfoca (2º) TODA LA ACCIÓN OCULTA DE LA MASONERÍA (3º). Todos sabemos cuál es ese fin… al menos todos los cristianos que podemos con la ayuda de Dios, discernir la acción de la secta luciferina masónica y que aquí hemos expuesto con mediana claridad.
José L. Uribe-Fritz en SAN BENITO: V.R.S.N.S.M.V - S.M.Q.L.I.V.B.
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