"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

jueves, 30 de octubre de 2014

Alarma en Italia por sus 8.000 sectas satánicas y más de 600.000 adeptos


Solo en Sicilia hay 20 sacerdotes designados oficialmente como exorcistas para combatir al diablo.

En Italia se vive un auténtico «boom» de sectas, un fenómeno sin parangón con el resto de los países occidentales. Este país está considerado como uno de los más supersticiosos. Pero a menudo se da una «confusión entre fe y superstición, y se convierte en un punto débil para muchas personas, lo que es aprovechado por gurús, magos y charlatanes», según manifiesta a ABC el profesor Giovanni Panunzio, creador del Teléfono Antiplagio para luchar contra todo tipo de sectas y santones, que crecen en Italia como hongos.

Solamente las sectas satánicas llegan a 8.000, con más de 600.000 adeptos, cifras a las que hay que añadir «miles de nuevos cultos y formas de religiosidad ligadas a figuras carismáticas». La denuncia la hizo la revista oficial de la Policía italiana, «Poliziamoderna». «El fenómeno está cada vez más extendido», nos señala Giovanni Panunzio.

Lombardia y Piamonte, en el norte de Italia, Lazio en el centro, y Sicilia en el sur son las regiones donde el satanismo está más extendido, pero abunda en toda Italia. Solamente en la diócesis siciliana de Monreal se han robado hostias y objetos sagrados en cuatro iglesias en los últimos tres meses, que después son utilizados durante ceremonias y misas negras.

Sicilia, paraíso del diablo
Hay quien ha definido a Sicilia como el paraíso del diablo y la tierra de los exorcistas, teniendo en cuenta la extraordinaria concentración de curas exorcistas. La isla tiene, en efecto, el número más alto de sacerdotes oficialmente designados por los obispos para combatir el demonio: unos 100 exorcistas hay en toda Italia, 20 de ellos se encuentran en Sicilia.

El profesor Tullio Di Fiori, estudioso del fenómeno en Sicilia, comenta que las sectas del diablo aumentan y son más difíciles de controlarlas, porque son muy cerradas y, además, la tecnología ha complicado las cosas: «Los jefes de las sectas utilizan internet para organizar las ceremonias, creando blogs donde hablan mediante códigos con los adeptos y después los desactivan. Las sectas –añade- no son muy distintas de la Cosa Nostra, a la hora de la captación de miembros. Antes del rito de iniciación, el jefe se asegura que podrá fiarse de él. La mafia no tolera a los arrepentidos, y el mismo discurso vale para los gurús de las sectas». Según el criminólogo, Alfonso Terrana, «el joven que entra en una secta vive a menudo una situación familiar problemática. Para muchos, adorar al diablo es una forma de rebelarse contra el sistema».

El negocio de magos y santones
Al margen del fenómeno de las sectas, cada año unos 13 millones de italianos, es decir, unas 35.000 personas al día, acuden a magos, santones y curanderos. Se trata de un negocio que mueve más de 6.000 millones de euros. Según el profesor Giovanni Panunzio, que estudia desde hace muchos años el fenómeno de lo oculto, las motivaciones que empujan a los ciudadanos a acudir a esos operadores de lo oculto son las siguientes: Sentimentales (52%), económicas (24 %), de salud (13 %), judiciales (6%) y petición de protección (5%). Esos operadores suelen cometer una serie de delitos: Engaño, ejercicio abusivo de la profesión médica, extorsión y violación de la «privacidad».

Sobre las causas del aumento, en los últimos tiempos, de los adictos a las sectas, el profesor Panunzio manifiesta a ABC: «Hay una crisis de valores y de relaciones humanas, con aumento de la soledad. Con la crisis económica, los santones, gurús, jefes de sectas y todo tipo de charlatanes prometen a sus víctimas resolver sus problemas. Internet ha ayudado mucho a extender el fenómeno». La edad media de las víctimas, según el profesor Giovanni Panunzio, es de 42 años. Las mujeres son mayoría (51 %), hombres (38 %) y adolescentes (11%). El fundador del Teléfono Antiplagio, nos explica algunos de los peligros más habituales que corren las víctimas: «El lavado de cerebro de los magos y jefes de sectas tiende en general a lograr dos objetivos: subyugar a la mujer, sobre la que, con la excusa de ayudarle, se ejerce abuso sexual; y explotar económicamente a las víctimas. Algunas terminan completamente arruinadas».
(artículo extraído de: http://www.religionenlibertad.com/alarma-en-italia-por-sus-8000-sectas-satanicas-y-mas-de-21867.htm)

Entró en una secta satánica en Colombia y presenció sacrificios humanos en Halloween: hoy lo cuenta

En la noche de Halloween muchos grupos sectarios aprovechan para captar miembros y hacer sus peores rituales

El colombiano Wilson Fernando López asegura que entró cuando tenía 17 años en una secta satánica llamada «Los Doce del Zodíaco» y que allí vivió los preparativos y celebraciones que realizan este tipo de sectas en Halloween.

Los preparativos de Halloween
“Conforme a unas fechas establecidas, una de las mujeres deberá sacrificar a sus hijos el día 31 de octubre. Se la elige con meses de anterioridad. Se acuesta (sexo ritual) con el líder, y durante la semana (previa a Halloween) la tratan como si fuera una diosa”.

Al ingresar en esa secta, Wilson tenía que pasar distintas fases. “Llegué a sacrificar a un gato negro. Le clavé el puñal, me tomé su sangre y me comí su corazón. Con este acto, ya había entregado, por decirlo de alguna forma, el noventa por ciento de mi alma al Demonio. Sólo me faltaba el sacrificio humano. Mis compañeras me instaban a hacerlo, porque ya dominaba todos los ritos. Ellas querían que yo fuera su líder. Claro, pero también tenía que montar mi morada de 12 discípulos para continuar la obra de Satanás”.

“Recuerdo que en una de las noches de Halloween, vi el sacrificio de un niño. Me dio una inmensa pena ver cómo el sacerdote negro colgó al niño, lo abrió con una daga, le sacó el corazón y se lo comió… ”. 

Se enganchó por una sectaria guapa
¿Cómo llegó Wilson a implicarse en este ambiente? Él era un chico tímido de 17 años... atraído por una chica guapa. 

"Era una hermosa joven de ojos verdes claros, bellísima, con un rostro de inocencia casi angelical. Un día me invitó a una fiesta, llegamos a una casa grande y me fijo al momento de entrar que estaba todo oscuro. Caminamos, entré con ella a un lugar donde habían otros muchachos que se colocaron una sotana oscura. Temeroso no le solté la mano y también me vistieron con esta sotana”.

Escuchó a un hombre del grupo que hablaba un extraño lenguaje. 

“Noté que todos hablaban en ese mismo idioma. Mientras, asustado, permanecí callado. Luego noté que en el centro de una mesa que rodeaban estaba graficada una tabla Ouija con sangre que luego supe era humana, y las manillas de la tabla comenzaron de pronto a girar al contrario de las manecillas del reloj”

“Los vasos de agua que estaban en la mesa comenzaron a levitar unos cuantos centímetros, lo mismo pasó con las velas. En cuestión de segundos entré en pánico y quise escapar, quería correr, pero ya era tarde. Escuché una voz a mis espaldas que me dijo «si huyes te mato»”. 

Se quedó en la secta y quedó atrapado en ella. Estuvo en ella casi tres años, recuerda, y conforme pasaba el tiempo, sabía que llegaba la hora de cumplir con el pacto. 

“Era el que seguía en la lista y tenía que hacer el sacrificio. Llegó el 31 de octubre, Halloween, todo está listo y los integrantes debíamos jurar ante el libro del Macho Cabrío (texto insigne del satanismo y de invocación a demonios); así se comienza el año satánico, se invoca a los espíritus inferiores y se baña a todos los satanistas con agua de alcantarilla”.

Y conoció una chica cristiana
“Llegó una muchacha nueva a mi barrio y tanto me fasciné con ella que quise hechizarla. Probé con todos los rituales que sabía, pero a ella no le entraba nada". 

"Fue tanta mi obsesión que le pedí ayuda al obispo negro para que ella se enamorara de mí. Me recomendó que actuara como un chico bueno -confiesa- y empecé a acompañarla en las cosas que a ella le gustaban. ¡Y ahí se produjo todo!" 

"Ella rezaba el Rosario por las mañanas y las tardes, además de ir a misa todos los días ¡No sabía en lo que me estaba metiendo! Nos fuimos conociendo y un día me pidió acompañarla a la iglesia y me arrodillara en frente del Santísimo. Para pasar desapercibido, dice, la seguí en todo y al entrar al lugar sagrado recuerda que ella se arrodilló ante el Santísimo (que estaba expuesto para Adoración). Lo miró invitándolo a arrodillarse… “pero al hacerlo sentí en mi cuerpo como agujas traspasando todos los poros de mi piel. Era tanto lo incómodo que me sentía cada vez que debía acompañarla a esto, que a veces la esperaba afuera del templo”.

Nunca tuvo entre sus planes convertirse. Pero la presencia divina que habitaba a la muchacha lapidó los deseos de Wilson. 

“Esta mujer me decía en reiteradas ocasiones que oraba por la salvación de mi alma. Al mismo tiempo que Satanás me llamaba cobrando la cuenta. Porque, recordemos, le debía el sacrificio humano de Halloween”.

Presa de permanentes conflictos interiores dice que incluso escuchaba voces que le decían: “¡Mátate!, ¡Te vamos a matar!, ¡Sacrifícate!”. Desesperado y temeroso de revelar en la secta lo que sucedía, recurrió instintivamente donde el sacerdote Héctor Ochoa (ya fallecido) por medio del cual vivió una experiencia liberadora.

“Con el padre empezó esa batalla campal que duró tiempo. De mí, salieron tres demonios de la primera potestad de Satanás, muy grandes”.

Volver a Dios
El duro camino para reconocerse hijo de Dios requirió luego su total empeño, confesarse a menudo en el sacramento de la reconciliación y transparentar su verdad a sus padres. Su penitencia, dice, era “ir donde las personas a las que había dañado y pedirles perdón”. No obstante, agrega, aún faltaba una última batalla por dar…

“Al poco tiempo, viendo mi ausencia, los miembros de la secta constataron lo ocurrido y empezaron a atentar contra mi familia. Atacaban espiritualmente, hasta que un día estando en el grupo de oración donde había empezado a participar, apareció el sacerdote negro, y me dice «vengo por usted, ya sabe qué sigue»”.

Luego, recuerda que el líder satanista comenzó a balbucear sus maldiciones… “y en un momento, cuando estaba débil, comencé a sentir detrás de mí una voz que decía «Dios te salve María, llena eres de gracia…» y cada vez fue más fuerte. Sentí salir detrás de mí, una mano blanca, hermosa, luminosa, portando un rosario que enrolló al sacerdote negro”.

El líder de la secta satánica salió de inmediato del lugar y tras diez años jamás Wilson ha vuelto a ser agredido. Hoy destina buena parte de su tiempo a testimoniar su experiencia con las sectas, el Demonio y en especial la verdad satánica que encierra la fiesta de Halloween de la cual fue liberado por una testigo de la fe, un sacerdote y luego, finalmente, por intercesión de la Santísima Virgen María.

(Sobre la lucha contra el diablo, ReL recomienda: Así se vence al demonio, de José Mª Zavala)

(artículo extraído de: http://www.religionenlibertad.com/entro-en-una-secta-satanica-en-colombia-y-presencio-sacrificios-humanos-38428.htm)

Satanismo



El culto a satanás es una forma de ocultismo, creciente y preocupante. En la sociedad actual está asumiendo una inesperada dimensión la adhesión a sectas satánicas, la participación en los ritos introducidos por éstas, la invocación de seres demoníacos,  el culto personal y solitario del demonio, y la afirmación de ideas provenientes del ambiente satanista.

Antes de ilustrar en grandes líneas el complejo fenómeno del satanismo contemporáneo, es oportuno intentar una definición del mismo. Esto se puede hacer de modo, por decirlo así, general, como también en particular, es decir, con específica y exclusiva referencia a aspectos singulares: teológicos, antropológicos, psicológicos, jurídicos y sociológicos.

Si centramos la atención en una definición de tipo general, podemos afirmar que hablamos de satanismo cuando nos referimos a personas, grupos o movimientos que, de forma aislada o más o menos estructurada y organizada, practican algún tipo de culto (por ejemplo: adoración, veneración, evocación) del ser que en la Biblia se indica con los nombres de demonio, diablo o Satanás. En general, tal entidad es considerada por los satanistas como ser o fuerza metafísica; o como misterioso elemento innato en el ser humano; o energía natural desconocida, que se evoca bajo diversos nombres propios (por ejemplo: Lucifer) a través de particulares prácticas rituales.



LAS SECTAS SATÁNICAS

Los grupos y los movimientos satánicos son, sin duda, muy diversos. Algunos están relacionados entre sí, otros no; ciertos grupos son desconocidos hasta para las mismas personas que frecuentan el ambiente satanista. Hay sectas cuya existencia es efímera o casi virtual; otras, con el tiempo, dejan de actuar o en algún caso continúan en forma oculta; algunas actúan públicamente, otras de modo secreto. Por otra parte, casi todas sufren cismas con mucha frecuencia, es decir, que un grupo se divide en uno o más troncos, los cuales a su vez se separan en otras ramas y así sucesivamente.

En Estados Unidos se encuentra, sin duda, la mayor concentración de grupos satánicos que podríamos definir como conocidos, es decir, que actúan más o menos abiertamente; y es también en ese país donde podemos encontrar las mayores referencias bibliográficas sobre el satanismo contemporáneo. Entre los grupos conocidos que han surgido en Estados Unidos y están todavía en actividad encontramos: Church of Satan, Temple of Ser, Order o[ the Black Ram, Werewolf Order, Worldivide Church of Satanic Liberafion, Church of War. Entre aquellos que después de algunos años parece que han dejado de actuar encontramos: Church of Satanic Brotherhood, Brotherhood of the Ram, Our Lady of Endor Coven, The Sairanic Orthodox Church of Nethilum Rite, The Satanic Church; existen, además, organizaciones sobre las cuales es difícil establecer si han cesado o no su actividad, como, la denominada Ordo Templi Satanis cuyos escritos tienen cierta difusión a través de Internet.

Otro grupo satanista que ha tenido cierta notoriedad, también después de la observación que como participante ha hecho el sociólogo americano William Sims Baintiridge, es “The Process Church of the Final Judgement”, surgido en 1965 en Inglaterra y difundido en algunos países, sobre todo en Estados Unidos antes de su escisión en dos grupos diversos; actualmente “The Process” se ha extinguido. En Inglaterra se ha detectado también la presencia de otras dos organizaciones satánicas conocidas: “Order of the Nine Angles” y “Dark Lily”, mientras en Nueva Zelanda actúa el grupo Ordo Sinistra Vivendi, anteriormente denominado Order of the Left Hand Path. En Italia, entre las sectas satánicas de las que se sabe algo, porque de un modo u otro han llegado a la notoriedad de la crónica, podemos citar: Bambini di Satana, Chiesa di Sata na di Filippo Scerba Chiesa Luciferiana di Efrem Del Gatto, Impero Satánico della Luce deglo Inferí o Seguací del Maestro Loitan.

Existen también grupos que no se presentan como satánicos y que, por ejemplo, afirman que practican ritos paganos para entrar en armonía con las fuerzas ocultas de la naturaleza, pero en realidad ponen de manifiesto aspectos que permiten su ubicación dentro del multiforme mundo del satanismo.



LOS RITOS, LOS SÍMBOLOS Y LAS PRÁCTICAS SATÁNICAS

Los ritos introducidos por cada secta se basan, muchas veces, en modificaciones aportadas a ritos preexistentes. De todos modos, en líneas generales se puede decir que los ritos satánicos sirven a los fines del celebrante y son un conjunto de gestos y de palabras orientados a provocar un cambio de las situaciones o acontecimientos que se considera que no se pueden obtener a través de medios o instrumentos comunes. Cuando por medio de tales ritos se pretende mandar una maldición o realizar algún hechizo, por ejemplo, con respecto a una persona concreta, se piensa que el mejor momento será por la noche, en un particular período de tiempo en el cual la persona está dormida (por ejemplo, dos horas antes de despertar); este es uno de los motivos por los cuales los ritos satánicos comienzan, en general, en las horas nocturnas; mientras que la elección de lugares precisos para realizarlos, dentro o fuera de la ciudad, probablemente depende de la posibilidad de organizar todo con cierta reserva y, en algunos casos, de la presencia en dicho lugar de cementerios o de iglesias desconsagradas. No se puede excluir que durante los ritos satánicos, algunos grupos lleguen a perpetrar actos de escarnio o profanación de cadáveres, violencias físicas incluso sobre menores y hasta homicidios rituales.

La agrupación en la cual se inspiran algunas sectas satánicas más recientes es la “Church of Satan”, fundada en Estados Unidos en 1966 por Anton Szandor La Vey. El símbolo de esta secta es llamado sello de Baphomet o sea, la cabeza de un chivo dentro de un pentáculo invertido (estrella de cinco puntas boca abajo), inscrito en un círculo con cinco letras hebreas en el extremo de cada punta y todo esto, a su vez encerrado en otro círculo. La Vey es autor de tres libros, que constituyen un punto de referencia para el mundo satánico contemporáneo: The Satanic Bible, Complete Witch, Me Satanic Rituals. En este último se encuentran diversos ritos oficiados en latín, inglés francés y alemán.

El rito principal de todo grupo satanista, es decir, la misa negra, ha sido descrita por La Vey tanto en “The Satanic Bible” como en “The Satanic Rituals”. Los diversos grupos satánicos introducen modificaciones respecto al rito aplicado por La Vey, quien lo ha establecido siguiendo el modelo de las más antiguas misas negras europeas, y que se inspira, entre otros, en los escritos del poeta francés Charles Baudelaire (1821-1867) y del escritor Charles Georges Huysmans (1848-1907).

El rito es oficiado por un celebrante, un diácono y un subdiácono; como instrumentos se usan algunos cirios un pentáculo invertido, un cáliz lleno de vino o de licor, una campanilla, una espada, un aspersorio o falo, y un crucifijo invertido; también se usa una Hostia auténticamente consagrada.

El altar de la misa negra es una mujer desnuda y los participantes llevan vestidos negros con capucha. El rito imita, más o menos, el de la misa católica con las oraciones recitadas en latín, inglés y francés. Naturalmente, en lugar de invocar el nombre de Dios se invoca el de Satanás; se invocan nombres de diversos demonios; se recita el Padre nuestro en sentido contrario y negativo (padre nuestro que estás en el infierno); se lanzan invectivas contra Jesucristo, y la Hostia es profanada de varias maneras (utilizándola en prácticas sexuales, pisoteándola repetidamente con odio).



LAS CREENCIAS SATÁNICAS

Las creencias satánicas pueden variar de uno a otro grupo. Por ejemplo, hay quien ve en Satanás un ser más o menos simbólico, expresión al mismo tiempo, de la transgresión y del racionalismo; y en los ritos, una especie de psicodrama brutal que tiene por finalidad liberar al fiel de los condicionamientos religiosos, morales y culturales que provienen de su ambiente. Algunos satanistas que se reconocen en esta descripción afirman que «el Satanismo es una religión de la carne. Para el satanista la felicidad se debe encontrar aquí y ahora. No existe el cielo para ir después de la muerte y tampoco el infierno de fuego como castigo para el pecador». En cambio, hay quien ve en Satanás un ser real, príncipe de las tinieblas, al cual es posible dirigirse mediante rituales mágicos para obtener favores de diverso género. Y también quien ve en Satanás, particularmente en Lucifer, una figura positiva que se opone a la acción del Dios de la tradición judeo-cristiana, considerada negativa.

En general, es difícil dar una definición unívoca de las creencias a las que se refiere una determinada secta satánica. Por ejemplo, el satanismo introducido por la Vey, en algunos aspectos ve el mal como fuerza vital e impersonal, objeto de un culto – a través de rituales precisos- por medio del cual se pueden dominar las facultades destructivas propias de tal fuerza; por otro lado, resulta claro que La Vey, en algunos ritos -aunque en clave metafórica- se dirige al demonio como a un ser personal, creando, por lo tanto, la ambigüedad de fondo, que es típica del ambiente satanista. Se puede notar una ulterior contradicción en quien practica los absurdos rituales de la Church of Satan, en los cuales hay una precisa y virulenta contraposición al Evangelio, a la Iglesia y a su liturgia: si una persona no cree ni en Satanás, ni en Dios, ni en la Iglesia, ni en el Sacrificio eucarístico, no se ve por qué se deba empeñar tan fanáticamente en las misas negras.



LA APROXIMACIÓN AL AMBIENTE DEL SATANISMO

Algunos de los caminos por los cuales es más fácil entrar en contacto con un grupo satanista son: la frecuentación de ambientes esotéricos, mágicos y ocultistas hasta llegar a habituarse a las ideas y prácticas de los mismos, y al deseo de ir más allá para experimentar nuevas vías de conocimiento; la participación en reuniones espiritistas para la evocación de seres particulares, en las cuales no es difícil que se llegue a la invocación de espíritus demoníacos y donde se puede encontrar a quien participa también en ritos satánicos; el recurso a los magos para afrontar problemas de diverso género que, como muchas veces se prolongan en el tiempo, se trata de solucionar hasta con el recurso a la llamada magia negra, la cual casi inevitablemente introduce en el mundo de los ritos satánicos llevados a cabo por individuos o grupos más o menos organizados; la atracción idolátrica que se manifiesta con respecto a ciertos cantantes y grupos de música rock, a los cuales se permite -mediante el mensaje de sus canciones- blasfemar e invitar al suicidio, al homicidio, a la violencia, a la perversión sexual, al uso de droga, a la necrofilia y a la implicación en el satanismo.

Los motivos que llevan a la práctica de ritos satánicos son muy diversos y entre éstos podemos encontrar: la convicción de obtener ventajas materiales de diverso tipo, incluso con perjuicio para otras personas; la voluntad de «contestar» a la sociedad de modo excéntrico y transgresivo; una morbosa atracción hacia lo que es pavoroso y horrendo, tal vez dictada por el deseo inconsciente de exorcizar los propios miedos; la respuesta violenta a traumas, a veces sufridos en la infancia; la adquisición de poderes particulares que se cree que pueden obtenerse por medio de conocimientos ocultos y por la participación en determinados ritos; la satisfacción de desviaciones sexuales a través de experiencias inusuales, que tienen como base algo de oscuro y ritual.

Diversos problemas de la sociedad contemporánea contribuyen, ciertamente, a hacer que el terreno para la siembra satánica sea más fértil, y entre éstos encontramos: la soledad del individuo dentro de la masa impersonal y amorfa; el impacto con ambientes que denigran al cristianismo o que en su propia visión tratan de diluirlo; la disgregación de la familia a causa del debilitamiento o de la pérdida de la fe en Dios, único que puede darle amor, armonía y unidad.

Hay actitudes que, por así decirlo, «hacen el juego» al satanismo, porque más o menos conscientemente dan impulso a la difusión del mismo en la sociedad actual. La primera actitud es la de subestimar este fenómeno, considerándolo un hecho marginal, sin ninguna importancia o relevancia; una especie de juego de sociedad o de rol, cuya posible perversidad puede, de todos modos, ser socialmente tolerada.

Otra actitud, que podemos considerar como opuesta a la primera, es la sobrevaloración del fenómeno, que se considera excesivamente difundido, viendo en los grupos satánicos organizaciones que siempre y en todas partes se dedican a actividades criminales (aunque no se tengan fundados elementos para hablar de crímenes cometidos por tales grupos) capaces de incidir en la sociedad de modo fuertemente peligroso y desestabilizador, con las posibles consecuencias de crear reacciones de fobia satanista o de caza al satanista.

Una tercera actitud es la que se puede definir corno fobia antisatanista, derivada de la difusión -casi como posición tomada- de una crítica excesiva y sistemática, algunas veces también infundada, a las organizaciones que se oponen al satanismo; se las ve como instituciones particularmente influyentes y en condiciones de inducir a conductas socialmente dañinas, aunque -o cuando- las mismas se colocan correctamente desde el punto de vista científico, cultural o religioso frente a ese fenómeno.



CONSIDERACIONES FINALES

Entre las diversas preguntas que muchos se hacen en relación con el problema del satanismo, está la que tiene por objeto la posibilidad de ver en él una acción explícita del maligno, por ejemplo, mediante la posesión diabólica de quien participa en ritos satánicos. Considero que tal acción no consiste tanto en la manifestación de fenómenos preternaturales, cuanto en una exasperada aversión hacia Dios, Jesucristo, la Virgen María, la Iglesia y todas las cosas santas. Los posibles casos de posesión diabólica que se pueden encontrar entre quienes participan deliberadamente en actividades satánicas, se pueden considerar casos de tipo -por así decir- activo y no pasivo, que derivan del hecho de que son las mismas personas las que voluntariamente se ofrecen al demonio.

De todos modos, el principal problema social, ético y cultural de la aceptación de las ideas y prácticas satanistas consiste en que con ello se llega a aprobar una completa inversión de los valores: lo que objetivamente es equivocado, malo y moralmente desordenado, se asume como modelo justo y liberador para proponerlo a los demás; además, la asunción, típica del ambiente satánico, del lema crowleyano: “Hacer lo que quieras será toda la ley”, lleva inevitablemente al hombre a considerar que en realidad la propia libertad no termina donde comienza la de los demás. Para concluir, después, con la constatación de que el hombre que diviniza la materia, que se considera dios y así se sitúa en el lugar del Creador,  inevitablemente va al encuentro de la amarga e inevitable realidad de la propia finitud y de la impotencia humana, sufriendo contragolpes que pueden arrastrarlo a serias consecuencias psicofísicas con caídas de tipo depresivo.

El satanismo muestra, sin duda, una fuerte carga emocional y de evasión hacia lo irracional, que en algunos aspectos es encubierta por una paradójica apariencia pseudo-racional que se busca como justificación. El mal profundo que proviene de todo esto asume aspectos y motivaciones personales y oscuras; se concreta en los pecados personales y tiene como común denominador de los diversos ritos, símbolos, prácticas y creencias, la negación de la recta razón y una herida profunda a la integridad de la persona humana, cosa que se manifiesta en las aberraciones sexuales, en la sed de poder, en la búsqueda desmedida de dinero o de éxito, en un narcisismo exasperado; todos esos elementos alejan del amor a Dios y al prójimo, y de la búsqueda del verdadero bien personal y común.

En este mundo, en donde se tiene la impresión de que el mal -como quiera que se entienda- vence al bien, creo que es cada vez más urgente dirigir a todos la exhortación del Santo Padre: “No tengáis miedo”. Esta tranquilidad sólo puede surgir de la convicción de que la liberación del mal y la salvación pasan a través de la obra redentora de Jesucristo, único Salvador del hombre.

Fuente: Giuseppe Ferrari, Secretario nacional del “Grupo de investigación e información sobre las sectas” y director editorial de las revista “Religioni e Sette nel mondo” para L’Osservatore Romano

Superstición, Adivinación, Ouija, Horóscopos, Astrología, Tarot

SUPERSTICIÓN

Del latín: superstitio –onis. Creencia extraña a la fe religiosa y contraria a la razón. Fe desmedida o valoración excesiva respecto de una cosa o a una práctica. Así se puede hablar de superstición de la ciencia cuando se apela irracionalmente a esta para defender una posición.

La superstición es la desviación del sentimiento religioso y de las prácticas que impone. Puede afectar también al culto que damos al verdadero Dios, por ejemplo, cuando se atribuye una importancia, de algún modo, mágica a ciertas prácticas, por otra parte, legítimas o necesarias. Atribuir su eficacia a la sola materialidad de las oraciones o de los signos sacramentales, prescindiendo de las disposiciones interiores que exigen, es caer en la superstición (cf Mt 23, 16-22).

Superstición es atribuirle a prácticas legítimas un valor erróneo. 

Referente a los sacramentales y oraciones, se cae en superstición cuando se confía en la materialidad del acto sin la necesaria disposición interior. Cuando, en vez de valorar un objeto religioso por lo que representa, se le atribuye un poder intrínseco. Es supersticioso, por ejemplo, quién lleva un escapulario pero no guarda en su corazón fidelidad a la Virgen Santísima sino que se entrega al pecado pensando que tan solo por llevarlo se salvará.

La superstición puede conducir a la idolatría y a distintas formas de adivinación y de magia.

La “suerte”, entendida como una fuerza que pueda afectar el destino, no existe. El cristiano sabe que depende de la Providencia divina y que es responsable por su libre albedrío.

La superstición es producto de ignorancia o de un vacío espiritual. 

No se debe confundir tradición con superstición. Las tradiciones serían supersticiosas sólo si se les atribuyen poderes mágicos.

Ejemplos de supersticiones: la “maldición del #13, de los gatos negros, de pasar bajo una escalera; comer uvas el año nuevo para atraer la buena suerte. Hay fiestas que reúnen un conjunto de supersticiones, por ejemplo, Halloween.

Según el Catecismo de la Iglesia Católica, la superstición es un pecado contra el Primer Mandamiento porque atribuye a cosas poderes que solo le pertenecen a Dios. 



ADIVINACIÓN

Adivinación es la predicción de cosas futuras u ocultas sin verdadero recurso a Dios. Se pretende desvelar lo que sólo Dios puede conocer.  Algunos adivinos utilizan el nombre de Dios lo cual confunde a personas incautas. 

Dios nos ha revelado algunas cosas sobre el futuro: Ej.: Habrá un juicio y después el cielo o el infierno, etc. Dios también nos da medios naturales, como la inteligencia, el estudio, la ciencia y recursos naturales para que nos preparemos responsablemente para el futuro. Pero al mismo tiempo sabemos que no podemos controlar nuestro porvenir pues está en manos de Dios. Debemos confiar en Él como Padre infinitamente bueno. Confiamos en Dios y cooperamos con su gracia para hacer la parte que nos toca.

Sin embargo, el hombre, llevado por la soberbia o la ignorancia, quiere tenerlo todo bajo su control sin poner su confianza en Dios. Es por eso que busca conocimiento ilícito por caminos que están fuera de la revelación divina y fuera de los medios naturales que son lícitos. Va así en búsqueda de la adivinación.

La adivinación es una puerta para el demonio y quien la practica le da acceso a su alma. Hay también quienes hacen directamente un pacto con él.

MEDIOS UTILIZADOS PARA LA ADIVINACIÓN

La evocación de muertos, uso de oráculos, consulta de horóscopos, de la astrología, la quiromancia (lectura de manos), la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a “mediums”, cartas de tarot, la ouija (juego de la copa), el “libro rojo” y otras prácticas.

¿QUIÉNES UTILIZAN LA ADIVINACIÓN?

No solamente en la santería, la brujería, el espiritismo y la Nueva Era se encuentra la adivinación. También entre personas que se identifican como católicas y mezclan sus prácticas devotas con supersticiones y otras prácticas ajenas a la fe. A medida que se pierde o se confunde la Fe Católica, se populariza la adivinación.

Muchos recurren a la adivinación en momentos de crisis para buscar una solución a un grave problema. Otros se creen que solo es una broma, una curiosidad o lo hacen por la presión de un grupo. Debemos recordar que en la adivinación está en juego nuestra fidelidad a Dios. El enemigo está como león rugiente buscando a quién devorar.

ADIVINACIÓN Y LA BIBLIA

Los adivinos eran muy importantes en otras religiones en tiempos del Antiguo Testamento: En Egipto (los magos del faraón); en Grecia (los sacerdotes de Apolo); en Roma, dependían de los auspicios. Por ejemplo: un relámpago que cayere de izquierda a derecha (favorable); de derecha a izquierda (desfavorable); los auspicios obtenidos de los pollos sagrados, etc.

El Pueblo de Israel, en muchas ocasiones, se tomó a la práctica de la adivinación y a la consulta de brujos, yendo así en contra de los mandatos de Dios. (Ez 13,18-19; 2 Cron 33,6; Jer 27,9…). El rey Saúl fue a consultar a la pitonisa (hechicera, adivinadora) de Endor queriendo saber que hacer en cuanto a la guerra (1 Samuel 28, 7). En 1 Samuel 15, 23, la adivinación es un espíritu de rebelión.

Así dice Yahveh, tu redentor, el que te formó desde el seno.
Yo, Yahveh, lo he hecho todo, yo, solo, extendí los cielos,
yo asenté la tierra, sin ayuda alguna. Yo hago que fallen las señales de los magos
y que deliren los adivinos; hago retroceder a los sabios
y convierto su ciencia en necedad. Isaías 44,24-25

En el Nuevo Testamento vemos que los apóstoles confrontan a los adivinos. San Pablo mandó que un espíritu maligno abandonase a un joven esclavo que hacía la fortuna de sus dueños. Por ello,  Pablo y Bernabé fueron apresados, encarcelados y azotados.

En la ciudad de Filipo, San Pablo encontró obstáculos por razón de una joven esclava poseída por un espíritu de Pitón al que ordenó salir:

Cansado Pablo, se volvió y dijo al espíritu: «En nombre de Jesucristo te mando que salgas de ella.» Y en el mismo instante salió. -Hechos 16,18

La adivinación lleva al espíritu maligno, el enemigo de Dios. En la actualidad, los hombres siguen ofendiendo a Dios por medio de estas prácticas. Algunos llegan hasta vender su alma con tal de recibir del demonio lo que buscan. No es extraño que el demonio dé poder temporal a sus clientes a cambio de su alma.

PROHIBICIÓN DE LA IGLESIA

La adivinación es un pecado grave contra el Primer Mandamiento

Las Constituciones apostólicas prohíben expresamente la adivinación. Los Concilios de Vannes (461), de Agde (506) y de Orleáns (511) excomulgaron a los adivinos. Además eran declarados infames, incapacitados para ser testigos en la justicia y privados de toda dignidad eclesiástica.

CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA

#2116: “Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios, la evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se supone “desvelan” el porvenir. La consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a “mediums” encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo de granjearse la protección de poderes ocultos. Están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente a Dios.

#2117 Todas las prácticas de, magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo -aunque sea para procurar la salud-, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demonios. Llevar amuletos es también reprensible. El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él. El recurso a las medicinas llamadas tradicionales no legítima ni la invocación de las potencias malignas, ni la explotación de la credulidad del prójimo.

SE DEBE DISTINGUIR ENTRE ADIVINACIÓN Y PROFECÍA

En la profecía los hombres no toman la iniciativa, sino que es Dios quien les llama y les da un mensaje que deben comunicar.

El Catecismo de la Iglesia Católica # 2115: “Dios puede revelar el porvenir a sus profetas o a otros santos. Sin embargo, la actitud cristiana justa consiste en entregarse con confianza en las manos de la providencia en lo que se refiere al futuro y en abandonar toda curiosidad malsana al respecto. Sin embargo, la imprevisión puede constituir una falta de responsabilidad”.

¿Se puede recurrir a los Santos?
Los santos son nuestros grandes amigos y ciertamente nos ayudan desde el cielo. Ellos se pueden comunicar con nosotros según Dios les permita. PERO no está permitida la adivinación. En la adivinación se consulta con un medium esperando por medio de esta persona respuestas a nuestras preguntas. Aunque se identifiquen como cristianos y digan cosas muy piadosas, la obra de los adivinos no es de Dios. 



LA OUIJA

El “juego” de la ouija consiste en poner las manos sobre una pequeña plataforma que se desplaza lentamente sobre un tablero, movida por alguna fuerza misteriosa. El tablero está inscrito con números y las letras del alfabeto. Los jugadores esperan obtener respuesta a sus preguntas uniendo las letras sobre las que se mueva la plataforma.  La “diversión” está en la curiosidad de comunicarse con algún espíritu que supuestamente revela secretos. Cuanto más parezca “funcionar”, más la ouija atrae y ata. Para algunos, esto desemboca en una obsesión.

Mucha gente se ve atraída por la posibilidad de contactar con un ser querido ya muerto, otros sólo por curiosidad y otros para pasar el rato…  La verdad es que con el tiempo la ouija va variando el destino del contactarte en función de las nuevas creencias. Por ejemplo hay quien la utiliza supuestamente para contactar con seres extraterrestres, seres de otras dimensiones, ángeles, … En definitiva, parece que el juego del tablero hoy en día nos ofrece numerosas posibilidades.  

 ORÍGENES DE LA OUIJA

Ya Pitágoras (540 a.C.) usaba un artefacto parecido cuando se reunía en “círculos” en los que “una tabla mística que se movía con ruedas” hacia signos que el filósofo y uno de sus estudiantes interpretaban a la audiencia como revelaciones del mundo invisible.  En la China, antes del nacimiento de Confucio, se usaba algo similar, lo que parecía ser una forma “no peligrosa” de comunicarse con los espíritus de los muertos.

El mundo del ocultismo abrazó con entusiasmo a la ouija. En 1853, en Francia, el “espiritualista” M. Planchette, diseñó una ouija similar a la que hoy día es popular. Elija J. Nond, en USA, le hizo variaciones; William Fuld le compró los derechos y un año después la patentó. Finalmente, en 1966, “Parker Brothers” compró los derechos sobre el juego de la ouija y ha sido desde entonces su fabricante.  Sin embargo la ouija, en diferentes versiones, se ha popularizado tanto que se puede obtener por infinidad de medios.

“Parker Brothers” y otros fabricantes de juegos de mesa, para aumentar el mercado, han querido enterrar la relación de la ouija con el ocultismo. A estos señores lo que les interesa es popularizar el juego para hacer dinero. Prefieren decir que los jugadores buscan su “yo” subconsciente para obtener respuestas. Según esta versión, la ouija trae a nuestra conciencia lo que está oculto en nuestro subconsciente. Como una llave para acceder a nuestro conocimiento interior. Pero eso es pura ficción para cubrir una realidad más oscura. Cuando el hombre se abre a buscar respuestas más allá de lo que se puede llegar por el uso de la razón (estudio, lógica), entra en el campo de lo sobrenatural en el que sólo hay dos caminos: Dios y el demonio. 

“En definitiva (la ouija) es una manera más de intentar acercarnos al mundo de lo oculto, en busca de información de aquello que por el momento no podremos demostrar”.

Ahora existe una nueva versión de la ouija para el siglo XXI en la que se juega por medio de un ordenador (computadora). Existe una versión en la que se manipulan las respuestas del jugador sin que este lo sepa. Otras versiones dan respuestas escogidas por la computadora al azar.

Si alguno dudase la conexión entre la ouija y el ocultismo, solo necesita hacer una búsqueda en el Internet para percatarse de la cantidad de estos grupos que la utilizan para comunicarse con espíritus. De uno de estos sitios traducimos al español: “La tabla Ouija es quizás uno de los métodos más controversiales para comunicarse con espíritus. Sobre todo porque lo puede usar cualquiera y no requiere poderes especiales para navegar. Quizás por esto la mayoría de los psíquicos desaconsejan su uso”

¿CÓMO PUEDE FUNCIONAR LA OUIJA?

La Iglesia aconseja no dar una explicación de orden sobrenatural a un fenómeno que pueda ser explicado en el orden natural. Se deben considerar las razones naturales del fenómeno antes de pensar en causas preternaturales.

Para muchos la ouija no funciona, se aburren y allí queda todo. Algunos opinan que cuando la ouija se mueve es por causas fisiológicas o del subconsciente. Dicen que se debe tomar en cuenta el movimiento natural pero inconsciente de los músculos de los mismos participantes, las fuerzas del cerebro, las tensiones psíquicas y otros factores del cuerpo se reflejan en los movimientos musculares que a su vez pueden mover un objeto.

Pero, aunque nos permitamos pensar que el movimiento en si mismo sea un fenómeno natural, ¿Cómo se explica el “deletreo automático” con mensajes inteligibles? Muchos dicen que refleja la actividad del subconsciente. El problema con esta explicación es que no toma en cuenta que a veces son varias las personas las que tienen sus manos sobre la ouija. Todas las manos no son movidas por el mismo cerebro.  En todo caso habría que preguntarse: ¿Que o quien incita la mente, desde el subconsciente, a mover las manos a dar un mensaje que el sujeto totalmente desconoce, a veces en un lenguaje desconocido para todos los participantes? La verdad es que la ciencia no tiene explicación.

Se ha tratado ingenuamente de descartar la injerencia demoníaca basándose e un experimento en el que no se logró un mensaje coherente cuando se vendaron los ojos de los participantes y se cambió el orden de las letras en el tablero. Argumentan que si fuese el demonio no hubiese tenido dificultad de vencer esos obstáculos. Estos señores no comprenden la sagacidad del demonio para esconderse cuando le conviene pasar desapercibido. La ouija no siempre funciona.

EL IMPORTE ESPIRITUAL

Sabemos por la revelación divina que el ser humano recibe mensajes de Dios (que dice la verdad y edifica en el amor) pero también del demonio (que tienta contra Dios). La Palabra de Dios con frecuencia nos advierte de cuidar nuestros pensamientos y probar el origen de los mensajes. “Por sus frutos los conocerán”.

Numerosos testimonios que hemos recibido indican que la ouija, cuando “funciona”, puede, al principio ser un mensaje atractivo (felicidad, dinero, algún dato que el sujeto desconocía, etc.) Pero el lenguaje y las tácticas que se manifiestan corresponden a lo que Jesús nos advierte que es característico del demonio: Consejos contrarios a la moral, incitación a la vanagloria, la curiosidad malsana, etc. Progresivamente desemboca en amenazas, sugestión a causar violencia, suicidio, la desesperación o presunción, invitaciones a desobedecer a Dios a cambio de alguna oferta de bienestar, riquezas… Los resultados pueden ser, por ejemplo, obsesiones, ansiedad, ataques de pánico, enfermedades, desórdenes mentales. He visto muchos casos en que el sujeto se envicia con la ouija y pierde el discernimiento de tal manera que justifica su uso aun cuando percibe graves daños a su persona. Con el vicio, la opresión del demonio aumenta. Hemos recibido testimonios alarmantes de personas dominadas por el pánico, incapaces de dormir, verdaderamente desesperadas, pidiendo auxilio.

Hay que advertir que, aunque se use la ouija por curiosidad, se está abriendo camino para el demonio y no es de extrañar que la persona quede espiritualmente afectada. El bien que el sujeto pensaba percibir no se logra, resulta ser un engaño.

Las Sagradas Escrituras nos exhortan: “Sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el Diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién devorar” -I Pedro 5,8.  Esta advertencia es necesaria porque el demonio realmente existe y realmente tiene acceso a nosotros por diversos medios. Puede utilizar aun los movimientos naturales y el subconsciente para guiarnos hacia el mal, tentarnos, confundirnos y asediarnos. Esto ocurre cuando nosotros practicamos lo que está claramente prohibido por las Sagradas Escrituras, como veremos mas adelante.

No debemos buscar conocer sino lo que Dios nos quiera revelar, ya sea por medio del uso natural de la razón sometida a Dios o por su revelación. Siendo mucho más inteligente que nosotros, el demonio tiene conocimientos que nos parecen maravillosos pero que los utiliza para atraparnos y engañarnos. Puede además imitar voces y apariencias de personas que han muerto.

Ciertamente nadie que conozca y ame a Dios busca su dirección por medio de la ouija. Dios se da a conocer (se revela), no por medio de juegos, sino a través de Su Hijo, Jesucristo. El confió su revelación a Su iglesia. Quien desea buscar la verdad debe acudir a las Sagradas Escrituras y a las enseñanzas de la Iglesia. Entonces, con el corazón abierto al Espíritu Santo sabremos como aplicar las enseñanzas a la vida diaria.

Algunos empiezan a jugar ignorantes del mal que hacen. Pero lamentablemente muchos juegan por soberbia, pues sabiendo que ofenden a Dios continúan haciéndolo. Muchos me escriben, aún después que les he explicado sobre estas cosas, no buscando salirse sino preguntándome sobre el significado de los mensajes que aparecen cuando juegan. Estos pobres no entienden de razones y solo queda rezar por ellos. Quede claro que escribo para alertar a los que no saben lo que es la ouija y ayudar a los que de verdad se quieran arrepentir.

No se puede justificar el uso de la ouija con el pretexto de entretenerse y curiosear en lo oculto. La verdad es que al jugar con la ouija se abre la puerta al demonio cuyo objetivo es llevarnos el infierno.  

El Primer Mandamiento prohíbe apelar a otro espíritu fuera de Dios.  El rey Saúl  recurrió a una mujer de Endor para conjurar el espíritu del difunto profeta Samuel y fue castigado por Dios (1 Sam 28: 8-17).  Se trata del pecado de adivinación: querer “desvelar” el porvenir recurriendo a espíritus (que en realidad son demonios).

¿QUÉ HACER?

Cuide de que la ouija no entre en su hogar. No se deje influenciar por los que dicen que es sólo un juego inofensivo. Una mente consagrada a Dios tiene en El su guía y no se abre al vacío para buscar respuestas. 

Si recuerdas haber invocado algún espíritu sea por la ouija u otra manera: No temas. Dios te ama y quiere salvarte. Si te arrepientes y le entregas tu vida a Jesucristo el te liberará.  Confiésate (Se trata de un pecado contra el Primer Mandamiento). CONFIA en su PERDON. Jesús te ama y te dará una vida nueva.

Comprométete con Dios a jamás recurrir a la superstición ni a lo oculto. Solo Dios es fuente de verdad. Regresa al Señor con el deseo de ser un buen cristiano. NO TEMAS. Dios es infinitamente poderoso y misericordioso.  Dios ha venido a salvarnos. Todos necesitamos entrar por el Camino de Su gracia que se nos ha dado en la Iglesia. Si haces esto, el enemigo nada podrá contra ti por mucho que amenace.

Señor, “no nos dejes caer en la tentación y líbranos del maligno”.  Amén.



HORÓSCOPOS

Horóscopo en el Diccionario de la Lengua Española:
1. Predicción del futuro de personas, países, etc., realizada por los astrólogos y deducida de la posición relativa de los astros del sistema solar y de los signos del Zodíaco en un momento dado.
2. Supuesta adivinación de la suerte de las personas en un futuro más o menos próximo según el signo del Zodíaco correspondiente a la fecha en que han nacido.
3. Escrito en que consta tal adivinación.
4. Gráfico que representa las doce casas celestes y la posición relativa de los astros del sistema solar y de los signos del Zodíaco en un momento dado, y del cual se sirven los astrólogos para realizar una predicción.
5. Disposición o colocación de los astros en la figura o división de los signos del Zodíaco.
6. Astral. Ascendente, principio de la casa celeste.
7. Por ext., cualquier adivinación o predicción.

El Catecismo de la Iglesia Católica enseña que la consulta a los horóscopos es una forma de adivinación, condenada por el Primer Mandamiento.

Los cristianos tenemos un signo: La santa cruz. Una vez hemos entregado la vida al Señor no podemos seguir confiando en el signo zodíaco sin ofender a Dios.   Pero, ¿qué de malo tiene leerlo por curiosidad?.  Si lo leemos es porque hay algún interés.  Sería tonto quien lee algo sabiendo que es puro engaño.   Además de dar un mal testimonio, nos roba un tiempo que se le quita a otras cosas de valor, como la oración. ¿Cómo vamos a darle nuestro interés a una práctica que suplanta con mentiras a la Providencia Divina?

LA ORACIÓN, Y NO LOS HORÓSCOPOS, PARA PLANIFICAR LA VIDA DIARIA
Papa Juan Pablo II, Castelgandolfo, 6 de septiembre de 1998.

«A todos quiero recordar un principio fundamental de la fe: antes y por encima de nuestros programas, hay un misterio de amor, que nos envuelve y nos guía: es el misterio del amor de Dios… Si queremos plantearnos bien la vida, tenemos que aprender a descifrar su designio, leyendo el misterioso lenguaje de señales que él mismo nos pone en nuestra historia cotidiana. Para alcanzar este objetivo no hacen falta horóscopos ni previsiones mágicas. Hace falta más bien oración, una oración auténtica, que va acompañada siempre por una opción de vida conforme con la ley de Dios».

El Papa habló del Espíritu Santo, que es Espíritu de “Consejo” y “Sabiduría”. «Nadie mejor que él conoce nuestro futuro y es capaz de orientar nuestros pasos hacia la justa dirección»

Juan Pablo II explicó que “para programar bien se precisan, además, criterios. Algunos los dicta la realidad misma: son criterios de necesidad, de oportunidad, de eficiencia. Pero tengamos cuidado de no reducir todo a cuestiones materiales. No nos limitemos a la tecnología y a la burocracia. Si queremos hacer proyectos verdaderamente humanos, debemos poner en ellos los grandes valores morales y espirituales”.

El Papa recordó que debemos planear pensando en los demás, «considerándolos siempre como personas y nunca como números o cosas». «En una palabra al organizar nuestra vida (personal y comunitaria), no la inspiremos en el egoísmo, sino en el amor. Abrámonos a los hermanos, especialmente a quienes por su condición, se ven obligados a esperar mucho o todo de los demás –pienso en los niños, en los enfermos, en los ancianos, en los desempleados–. Que de este modo, nuestra programación sea también un gesto de solidaridad».



ASTROLOGIA

La astrología es el estudio del movimiento de los cuerpos celestes con el fin de interpretar y predecir el futuro. Se trata de una forma de adivinación y no de un método científico. No se debe confundir con la ciencia de la astronomía la cual merece todo respeto.

La astrología se practicaba en varias culturas antiguas. En el mundo helenista (griego) se hizo en el siglo III a. C. una síntesis de las religiones astrales de los caldeos y los egipcios con las matemáticas y la astronomía griega. En la actualidad la astrología se encuentra en todas partes, desde la cultura tradicional hindú (astrología védica), hasta la sociedad secularizada de   occidente. Muchos no salen de sus casas sin antes consultar su signo zodiacal en el horóscopo.

LA IGLESIA CATÓLICA ANTE LA ASTROLOGÍA

Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los  demonios, la evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se supone “desvelan” el porvenir. La consulta de horóscopo, la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a “mediums“ encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo de granjearse la protección de poderes ocultos. Están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente a Dios. -Catecismo de la Iglesia Católica #2116:

Desde el principio los cristianos comprendieron que Jesús es el Camino, La Verdad y La Vida. Una vez encontrado, no se puede retornar a la dependencia en la superstición, en los espíritus o en las fuerzas del mundo.

San Pablo:
“Mas, ahora que habéis conocido a Dios, o mejor, que él os ha conocido, ¿cómo retornáis a esos elementos sin fuerza ni valor, a los cuales queréis volver a servir de nuevo? Andáis observando los días, los meses, las estaciones, los años. Me hacéis temer no haya sido en vano todo mi afán por vosotros.”  -Gálatas 4,9-11, ver también Rom 8,38; Col 1,16, 2,8,20.

Los Padres (Tertuliano, Agustín y otros) denunciaron las predicciones astrológicas, a menudo identificándolas como demoníacas. San Agustín (m.430) acusó la astrología en su tratado La Ciudad de Dios, por ser un sistema fatalista que niega la libertad humana.

El influjo del Islam en la filosofía medieval europea trajo consigo algo de apertura a la astrología. El Papa Inocente VIII condenó enérgicamente la astrología. Hubo papas (Julio II, Pablo III, León X) que permitieron el uso de signos astrológicos pero no enseñaron falsa doctrina al respecto.

La Reforma protestante estuvo dividida ante la astrología.

¿NO UTILIZA DIOS LA ASTROLOGÍA PARA COMUNICARSE CON NOSOTROS?

Dios puede utilizar los astros para guiar a los que no tienen aún conocimiento de la revelación. Guió a los magos de Oriente por medio de una estrella (Cf Mat 2,1-10), pero una vez que lo encontraron ya no necesitaban depender del astro. Quien ha descubierto a Jesús ha descubierto la plenitud de la Revelación, la Sabiduría encarnada, el pastor y guía de nuestras almas, el “sol que nace de lo alto”. Su luz es incomparablemente mayor que la de todos los astros. Por eso no sería justo revertirse a las antiguas prácticas.

Dios puede valerse de la naturaleza y de los astros para manifestar Su presencia o la de un mensajero (María, ángeles, santos). Por ejemplo, al morir Jesús, el sol se ocultó. (Mat. 27: 45; Mc. 15:33; Lc 23:44). En Fátima ocurrió el milagro del sol. Estos eventos, a diferencia de la astrología, corroboran o confirman un mensaje que Dios ha revelado y tienen como único propósito apuntar hacia la revelación divina. Son iniciativa de Dios y no, como en la astrología, iniciativa del hombre en busca del futuro.

CREDIBILIDAD ACADÉMICA

El periódico británico Telegraph (17 de agosto del 2003, citado por Zenit) informó sobre un estudio científico del horóscopo llevado a cabo con personas nacidas a principios de marzo de 1958. Muchos nacieron con una diferencia de minutos entre si. Según la astrología, deberían tener muchos rasgos en común. Los investigadores, sin embargo, descubrieron que no había evidencia de similitudes.

Los lectores del horóscopo se apropian de los vaticinios como si fuesen expresamente escritos para ellos. No se percatan de que son generalizaciones tan amplias que, tan solo por la ley de probabilidad, en algo aciertan o se puede interpretar que aciertan. Las predicciones erradas, sin embargo, se olvidan.

Nuestra sociedad, mientras se jacta de ser razonable y científica, tiene hambre por algo que pacifique la ansiedad que ocasiona un futuro incierto. No queriendo aceptar las exigencias de Cristo a renunciar al pecado y comprometerse con la verdad, se van tras el horóscopo y otras formas de astrología que les ayuda a escapar hacia las estrellas.



LECTURA DEL TAROT

El Tarot es un método muy popular de adivinación en el que se utiliza un paquete de cartas para “leer la vida” de alguien.

El paquete consta de 78 cartas. 56 están contenidas en cuatro diferentes grupos, formando lo que le llaman “arcana menor”. Las otras 22 cartas contienen figuras y componen la “arcana mayor”. Este grupo proviene de Hermes Trismegistus, consejero de Osiris, rey de Egipto, y están relacionadas frecuentemente con la Cábala.

Las 22 cartas de la arcana mayor son la llave del Tarot. Estas corresponden a las letras del alfabeto hebreo. El estudio de la arcana mayor revela muchas creencias de aquellos que siguen la cábala.

Poniendo las cartas de Tarot en forma del “árbol de la vida”, se usan para adivinar y se pretende leer la vida de personas. El propósito específico de leer las cartas del Tarot es adquirir conocimiento sobre alguien o sobre eventos en la vida de una persona que no están disponibles a través de medios naturales ni recurriendo a Dios.

Dios no responde a lo que no nos toca saber. Por eso, los que leen las cartas van a otras fuentes. Entonces, ¿a quién recurren?, ¿qué poder espiritual piensan ellos que pueda responderles fuera de la voluntad divina? No pueden ser los buenos ángeles ni los santos ya que estos jamás actúan fuera de la voluntad de Dios. Eso solo lo hacen los demonios y son estos los que están detrás de estas prácticas.

Quizás muchos practicantes no se hagan estas preguntas. Solo van a su interés sin pensar que ofenden a Dios. Los cristianos deben saber que todo tipo de adivinación ofende a Dios nuestro Padre ya que lo abandonamos a favor de otro camino.  Jesús dijo: “Yo soy el Camino, La Verdad y la Vida”

Fuente: Padre Jordi Rivero para corazones.org
(artículo extraído de: http://forosdelavirgen.org/35420/supersticion-adivinacion-ouija-horoscopos-tarot/)

La Brujería, práctica demoníaca


Es difícil distinguir claramente entre brujería, hechicería y magia… Estas prácticas utilizan medios ocultos (fuera de la revelación dada por Dios) para producir efectos más allá de los poderes naturales del hombre. La brujería se adapta a los tiempos modernos y abunda aun en los libros populares para niños.



¿POR QUÉ SE RECURRE A LA BRUJERÍA?

La ayuda que ofrece la brujería se busca por diferentes razones. Las principales son: Para hacer daño a quien se odia; para atraer la pasión amorosa de alguien; para invocar a los muertos; para suscitar calamidades o impotencia contra enemigos, rivales u opresores reales o imaginarios; para resolver un problema se ha convertido en obsesión y ya no importa por que medio se resuelve.



PRÁCTICAS DE LOS BRUJOS

La brujería data desde los tiempos de la antigua Mesopotamia y Egipto. Así se demuestra la Biblia al igual que en otros antiguos escritos como el Código de Hammurabi (2000 a.C.).

No todos los brujos siguen las mismas prácticas  Pero no es extraño que el brujo haga un pacto con espíritus, abjure a Cristo y los Sacramentos, haga rituales como parodias de la Santa Misa o de los oficios de la Iglesia, adoren al Príncipe de las Tinieblas y participan en aquelarres (reuniones de brujos donde hacen sus maledicencias). La brujería está relacionada con el satanismo.

En brujería y en la magia hay elementos comunes:

1-La realización de rituales o de gestos simbólicos.
2- El uso de sustancias y objetos materiales que tienen significado simbólico.
3- Pronunciamiento de un hechizo.
4- Una condición prescrita del que efectúa el rito.

La brujería consta de rituales para hacer sus hechizos (ejercer un maleficio o atadura sobre alguien), algunos de los cuales requieren hierbas particulares. También hay palabras de conjuro o hechizo que pueden ser escritas para obtener un mayor poder. Quién realiza el rito debe desear su propósito con todas sus fuerzas para obtener mayores efectos y algunas veces debe ayunar por 24 horas antes de realizar el rito para purificar el cuerpo.



¿ES REAL EL PODER DE LA BRUJERÍA?

Puede ser real, pero en muchos casos puede ser también sugestión de la mente, es decir pura mentira. En ambos casos está actuando el demonio, príncipe de la mentira.

La Biblia, la enseñanza de los Padres de la Iglesia y la tradición no dejan lugar a dudas sobre el hecho que los seres humanos tienen la libertad para pactar con el diablo el cual tiene influencia en la tierra y en las actividades humanas. Por otro lado algunos Padres como San Jerónimo, pensaban que en muchos casos la brujería es sugestión de la mente.

La Biblia condena la brujería y la hechicería, no como falsas o fraudulentas, sino por ser una abominación: “A la hechicera no la dejarás con vida” (Exodo 22,18; Ver también Deuteronomio 18,11-12). La narrativa de la visita del rey Saúl a la hechicera de Endor (I Reyes 28) demuestra que su evocación de Samuel fue real y tuvo efecto.  En Levítico 20,27 se lee: “El hombre o la mujer en que haya espíritu de nigromante o adivino, morirá sin remedio: los lapidarán. Caerá su sangre sobre ellos”.  Está claro que en estos casos se trata de un espíritu adivino.

El Pueblo de Israel, en muchas ocasiones, se tornó a la práctica de la adivinación y a la consulta de brujos, yendo así en contra de los mandatos de Dios. (Ez 13:18-19; 2 Cron 33:6; Jer 27:9…).

El Antiguo Testamento muestra claramente como los Israelitas y sus vecinos paganos estaban conscientes de la brujería y la magia. En el libro de Éxodo 7:11 leemos que el Faraón: “llamó a todos los sabios y adivinos. Y ellos también, los magos de Egipto, hicieron las mismas cosas (que Moisés) por medio de sus artes secretas”.

El Primer Mandamiento condena la brujería, la magia y todo tipo de adivinación: “Yo Soy el señor tu Dios…no tendrás dioses extraños delante de mi” (Ex 20:2-3). 

El Nuevo Testamento igualmente condena la brujería como una realidad perversa: (Gálatas 5,20; 13,6;  Apocalipsis 21,8; 22,15). El mago Simón era practicante de la magia pero le dio envidia de los Apóstoles al ver que la gente recibía el Espíritu Santo cuando ellos imponían las manos. Ofreció dinero a los Apóstoles para que le enseñaran como hacer esto y Pedro le contestó: “…tú corazón no es recto delante de Dios. Arrepiéntete , pues, de esa tu maldad…” (Hechos 8:9-22).

La brujería opera con poder satánico (dado por Satanás). Se trata de los poderes que oprimen a los hombres y que Jesucristo confrontó hasta morir y resucitar para librarnos de ellos. Su victoria no nos evita la lucha contra el maligno sino que nos da la fuerza para vencerlo si tenemos fe.

Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas. Efesios 6:12

Debemos evitar tanto el exagerar como el minimizar el poder de Satanás. En una guerra es esencial conocer las fuerzas contrarias y saber como vencerlas. Satanás tiene poder para tentar y asediar a los fieles, pero su poder no es comparable al de Dios Todopoderoso. Satanás puede causar persecuciones y hasta el martirio de los fieles. La victoria de los santos no está en vivir sin pruebas sino en vencerlas manteniéndose fieles a Dios.

El demonio existe y entra en relación con aquellos que lo buscan. Como recompensa a quién le ofrece culto, el demonio otorga poderes preternaturales para obtener poder, fama, dinero, influencia, es decir las cosas que desea la carne. Por medio de la brujería se puede llegar a lograr el éxito en el mundo profesional ya sea como artista, profesional, militar, político, etc.  Estas personas pueden parecer muy atractivas y tener un gran don de ganarse a la gente hasta el punto de atraer grandes multitudes y convertirse en dioses para sus admiradores los cuales son capaces de hacer hasta lo irrazonable por sus ellos. Los poderes del mal pueden cegar las mentes y fanatizarlas portentosamente. La brujería no es mera superstición. El demonio ciertamente arrastra hacia su reino del mal a los que se involucran en ella y a sus aduladores. Si no hay arrepentimiento y conversión, el final será el infierno.



QUÉ HACER CONTRA LAS BRUJERÍAS

Al enterarse de que alguien le está haciendo un “trabajo” de brujería, muchas personas tienen miedo. Esto es lo que él quiere ya que por el miedo puede dominarnos. Debemos recordar que el demonio nada puede contra los que son fieles a Dios. Nuestro Padre Celestial es Todopoderoso y nos ama. El demonio sólo puede con aquellos que no confían en Dios y por falta de fe están espiritualmente débiles o muertos. Son como pollitos que se han alejado de la protección de la gallina y se exponen al gavilán. Por eso Jesús nos dice:

¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus pollos bajo las alas, y no habéis querido! Mateo 23:37

Quién está amenazado por brujerías que recurra al Señor por protección y no tema. Debe poner en Dios toda su confianza y practicar su fe, no por miedo a la brujería sino por convicción: acercarse a los sacramentos, la oración personal y pedir a los hermanos que oren por él. La gracia del Señor jamás faltará a quién la busque.

Jamás debemos ir a otro brujo para “defendernos”. Eso sería caer en la trampa del demonio haciendo lo que él quiere: que desconfiemos de Dios para que recurramos a él.

Muchas veces las personas recurren a la brujería en momentos de desesperación, cuando creen que es el último recurso que les queda.  En esos momento vulnerables alguien les ofrece la brujería como una solución fácil.  Como católicos jamás recurrimos a ningún medio espiritual fuera de Dios.  Cuando pedimos la intercesión de los santos, por ejemplo, no buscamos una vía alterna sino que buscamos su ayuda tan solo y precisamente para mantenernos fieles al Señor como ellos lo hicieron. Hay dos familias: la de Dios y la del demonio. Cada uno recurre a los miembros de la suya.   Pidamos a Dios que prefiramos morir antes de buscar algo del demonio.



FANTASÍAS EN TORNO A LA BRUJERÍA

Aunque es cierto que en la brujería hay acción diabólica, la gente ignorante y supersticiosa ha creado muchísimas fábulas y supersticiones: Brujas que vuelan sobre una escoba, encantaciones que transforman a la víctima en un sapo…  Estas fantasías no son causadas por la religión, sino al contrario, ocurren por faltar la auténtica fe.

En el trabajo “De ecclesiasticis disciplinis” atribuido a Regino de Prum (906 d.C.), en la sección 364, critica a “ciertas mujeres” que “seducidas por ilusiones y fantasmas de demonios, creen y abiertamente profesan que en plena noche ellas viajan sobre ciertas bestias junto con la diosa pagana Diana y una cantidad innumerable de mujeres, y que en estas horas de silencio vuelan sobre vastas expansiones de terreno y la obedecen como señora…”  Regio se lamenta que ellas llevan a esas fantasías y por lo tanto al paganismo a mucha gente (innumera multitudo). Concluye que es “el deber de los sacerdotes enseñar a la gente que estas cosas son absolutamente falsas… implantadas por el maligno”



FALSAS ACUSACIONES Y CRUELDADES CONTRA PRESUNTOS BRUJOS Y BRUJAS

Lamentablemente no siempre se siguió el consejo de Regino de Prum. La brujería se convirtió en escape para culpar de cualquier cosa, hasta desastres naturales y epidemias. Pero existieron otras razones, entre ellas el poder y el interés de crear causa contra enemigos.  El resultado fue la persecución y “caza de brujas” en que se enjuiciaron y condenaron a muerte injustamente a muchas personas, casi siempre las más indefensas. Quizás el caso más famoso es el de Santa Juana de Arco quién, acusada de bruja, murió quemada. Nos sirve para elucidar los intereses de poder, venganza y maldad que daban lugar a las persecuciones de brujas.

La persecución de las brujas comienza con el poder secular.  El Imperio Romano, en el siglo III, castigaba con la pena de la hoguera a los que causaran la muerte de alguien con sus encantamientos (Julius Paulus, “Sent.”, V, 23, 17). En el siglo IV, la legislación eclesiástica quiso atenuar la severidad del estado. El Concilio de Elvira (306), Canon 6, rehusó el Viáticum a aquellos que matasen con una encantación (per maleficium) y añade que tal crimen no podía efectuarse “sin idolatría”,  ya que el culto al demonio es idolatría. El canon 24 del Concilio de Ancyra (314) impuso cinco años de penitencia a los que consulten magos. Penas similares fueron establecidas por el concilio oriental en Trullo (692).

En los primeros trece siglos de la era cristiana no se dieron por lo general las crueles persecuciones y cazas de hechiceros que aparecieron más tarde.  Mientras el estado permitía la tortura contra los hechiceros, el Papa Nicolás I (d.C. 866) la prohibió. Una ordenanza similar aparece en los Decretos Pseudo-Isidoros. Pero la Iglesia no pudo eliminar la tortura y otros abusos que están arraigados en el corazón del hombre. Llevar el nombre de cristiano no es suficiente para comportarse como tal.

En muchas ocasiones el clero habló con autoridad para evitar las acusaciones fanáticas y abusivas. Entre ellos San Agobardo, arzobispo de Lyon (m. 841) quien escribió “Contra insulsam vulgi opinionem de grandine et tonitruis” (contra las necias creencias de la gente sobre el granizo y el rayo) (P.L., CIV, 147). El Papa Gregorio VII en 1080 escribió al Rey Harold de Dinamarca prohibiendo que las brujas fueran sentenciadas a muerte.



LA INQUISICIÓN

En la segunda mitad del siglo XIII, la recién instituida Inquisición Papal comenzó a imponer cargos de hechicería. Alejandro IV, ordenó (1258) que los inquisidores debían limitar sus intervenciones a casos con alguna clara presunción de creencias heréticas (manifeste haeresim saparent). Pero como la brujería, con sus prácticas diabólicas, está muy ligada a la herejía, la persecución de brujas no se evitó.

En Toulouse, sede de la herejía de los Cátaros, fue donde en 1275 se dio el primer caso conocido de una bruja llevada a la hoguera por la sentencia jurídica de un inquisitor (Hugues de Baniol Cauzons, “La Magic”, II, 217).  La mujer “confesó” haber dado a luz a un monstruo, producto de su relación carnal con espíritus malignos, y haberlo alimentado con carne de infantes que se procuraba en expediciones nocturnas. La posibilidad de relaciones carnales entre seres humanos y demonios era aceptada por algunos grandes teólogos como Santo Tomás y San Buenaventura, sin embargo  en la Iglesia prevalecía el sentir contrario. Un testigo poco amistoso con la Iglesia, Riezler (Hexenprozesse en Bayern, p. 32) reconoce que “entre los representantes oficiales de la Iglesia, esta tendencia más saludable prevaleció hasta los umbrales de la epidemia del juicio de brujas, o sea, hasta avanzado el siglo XVI”.  En el Sínodo Provincial de Salzburgo de 1569 (Dalham, “Concillia Salisburgensia”, p. 372), hubo una fuerte tendencia a prevenir la  imposición de la pena de muerte en acusaciones de brujería, insistiendo que estas son ilusiones diabólicas.

Pero no hay duda de que en el siglo XIV algunas constituciones papales de Juan XXII y Benedicto XII (cf. Hansen, “Quellen und Untersuchungen”, pp. 2-15) impulsaron a los inquisidores a realizar enjuiciamientos por brujería y otras prácticas mágicas, especialmente en el sur de Francia. En un juicio a gran escala en Toulouse en 1334, en el que se procesaron a 63 personas por ofensas de este tipo, 8 fueron entregadas al poder secular para ser quemadas. El resto fueron a prisión de por vida o con largas sentencias. Dos de las condenadas, ambas mujeres mayores, después de ser torturadas, confesaron haber asistido a un aquelarre de brujas, haber allí adorado al demonio y ser culpables de indecencias con él y otras personas presentes, y haber comido carne de infantes. (Hansen, “Zauberwahn”, 315; y “Quellen und Untersuchungen”, 451). En 1324 Petronilla de Midia fue quemada en Irlanda por recomendación de Richard, Obispo de Ossory.  Durante este período, las cortes seculares acusaban y enjuiciaban por brujería con igual o mayor severidad que los tribunales eclesiásticos. Se usaba la tortura y la hoguera.

No se conoce qué enjuiciamientos de este tipo se llevaron a cabo en Alemania por inquisitores papales durante los siglos XIII y XIV.  Alrededor del año 1400 encontramos muchos enjuiciamientos de brujas en Berna, Suiza, a  manos de Pedro de Gruyères, que, a pesar de lo que dice Riezler, era sin lugar a dudas un juez secular (Hansen, “Quellen, etc.”, 91 n.). También jueces seculares en Valais (1428-1434) mataron 200 brujas; y en Briancon en 1437 más de 150. Las víctimas de los inquisitores -ej. en Heidelberg en 1447 o Savoya en 1462- parecen no haber sido tan numerosas.

Algunos escritores han pensado que la bula “Summis desiderantes affectibus”, del Papa Inocencio VIII (1484), fue responsable por la fiebre contra las brujas. Esto no es cierto ya que las campañas anti-brujas preceden a esta bula, la cual no contiene nada nuevo. Su efecto fue más bien el de ratificar el poder ya conferido a los inquisitores Enrique Institoris y Santiago Sprenger, para tratar con crímenes de brujería y herejía y pedir al Obispo de Estrasburgo que apoye a los inquisitores. Esta bula papal, sin embargo, no pronuncia ninguna decisión dogmática. Quizás el libro “Malleus Maleficarum” (el martillo de las brujas), publicado unos dos años después por los mismos inquisitores, fue el que más incitó al enjuiciamiento de brujas. Pero los enjuiciamientos de brujas en  los siglos XVI y XVII fueron en su mayoría hechos por el poder secular.



LA REFORMA PROTESTANTE ANTE LA CAZA DE BRUJAS

Lucero, Calvino y sus seguidores acentuaron la creencia popular en el poder del demonio en la brujería y otras prácticas mágicas. Lutero, basado en su interpretación del mandamiento bíblico, abogó por la exterminación de las brujas. “La Historia del Pueblo Alemán” de Janssen, argumenta con muchas pruebas (capítulos IV y V, del último volumen -vol. XVI de la edición inglesa), que una gran responsabilidad por la caza de brujas recae en los Reformadores.

El código penal conocido como “Carolina” (1532), decretó que la hechicería debe ser tratada como una ofensa criminal en el imperio Alemán, y si causó daño a alguna persona la bruja debía ser quemada. Hubo mayor actividad de cacería de brujas en los distritos protestantes de Alemania que en las provincias católicas. Ejemplos de ello son Osnabruck y Wolfenbuttenl.  En Osnabruck, en 1583, se quemaron 121 personas en tres meses. En Wolfenbuttenl en 1593 se llegaron a quemar hasta diez brujas en un día. Pero hasta el 1563 no se hizo una resistencia eficaz a la persecución, y fue a través de un protestante de Cleues, Juan Weyer. Se le unieron las protestas de Ewich y Witekind.

En el debate sobre las brujas había católicos y protestantes en ambos lados. Quizás la protesta más efectiva contra la caza de brujas fue la del jesuita Friedrich von Spee, quién en 1631 publicó “Cautio criminalis”.



LA PERSECUCIÓN OCURRIÓ EN MUCHOS PAÍSES

La persecución de brujas se extendió por muchos países. En el siglo XVI los tribunales seculares en Roma llevaron a cabo enjuiciamientos. En Inglaterra y Escocia también hubo persecuciones pero no hay cifras precisas sobre las ejecuciones. Según escribió Howell en 1648, sólo en Essex y Suffolk hubo cerca de 300 brujas procesadas en dos años, la mayoría ejecutadas.

El Papa Gregorio XV, en su constitución “omnipotentis” (1623), recomendó un procedimiento más clemente y en 1657 una instrucción de la inquisición amonestó con eficacia la crueldad de las persecuciones.  Al final del siglo XVII la persecución comenzó a reducirse en casi en todo el mundo y al principio de  XVIII  prácticamente cesaron. El último juicio por brujería en Alemania fue en 1749 en Wurzburg, pero en Suiza una niña fue ejecutada como bruja en el cantón protestante de Glarus en 1783.

En los Estados Unidos, Cotton Mather, en su “Maravillas del Mundo Invisible” (1693), cuenta que 9 ejecuciones de brujas ocurrieron en Nueva Inglaterra. En la actualidad Estados Unidos celebra Halloween el 31 de octubre (la víspera del día de todos los santos), en que se recuerdan las historias de brujas de una forma fantasiosa. Se acostumbra a disfrazarse, preferiblemente de brujas, duendes, monstruos o cualquier cosa que de miedo, y se reviven los cuentos de brujas.  En el ambiente materialista de la actualidad se hace de todo ello una broma, pero en el fondo opera también un deseo pagano de llenar un vacío espiritual.

No hay pruebas sobre las alegaciones de que algunas mujeres fueron enjuiciadas formalmente en México a finales del siglo XIX (ver Stimmen aus Maria-Laach, XXXII, 1887, p. 378).

Un gran número de ellas confesaron espontáneamente, aparentemente sin amenazas, haber participado, en prácticas satánicas. Además, el pleno reconocimiento de culpa parece constantemente haber sido confirmado justo antes de la ejecución, cuando el acusado no tenía nada que ganar o perder con la confesión. Esto puede atribuirse en muchos casos a razones psicológicas y, claro está, no justifica la práctica de pena de muerte.



CONCLUSIÓN

Los males que sufre la humanidad son fruto de su apertura al demonio por el pecado. Una forma extrema de esa relación es la brujería. Se llega a pactar con él y a buscar su intervención.  La enseñanza de la Biblia, los Padres de la Iglesia y la tradición concuerdan en que la brujería es real y digna de condenación.  Jesucristo vino para vencer y atar al demonio. Con frecuencia se enfrentó directamente con él para reprimir su actividad sobre sus víctimas. El tiempo entre la primera y segunda venida del Señor es de gran batalla espiritual y nos involucra a todos.

Por muchos siglos y en muchas naciones, la ignorancia, la crueldad y falta de justos procesos judiciales llevaron a terribles persecuciones, falsas acusaciones y la matanza de muchos acusados de brujería. Hechos injustificados y deplorables.

En la actualidad hemos caído en el extremo opuesto: se niega la realidad de la actividad satánica y, por ende, de la brujería.

Como cristianos debemos seguir el camino de Jesucristo quién rechaza el pecado pero ama al pecador. La enseñanza de Jesús en el caso de la mujer sorprendida en adulterio se aplica también a la brujería como a cualquier pecado. El camino de Jesús no es la condenación al estilo de los que se proponían apedrearla. Tampoco es la actitud de los que hoy pretenden que no existe el pecado. Eso sería abandonarla sumida en su desgracia. El camino de Jesús es el amor que defiende de la crueldad y llama a una vida nueva, libre de pecado.  El mal no se vence matando sino ayudando con amor y verdad a salir del pecado.  El Señor nos enseña a amar a nuestros enemigos.  El amor  de Dios es más fuerte que la maldición de todos los brujos del mundo. Una gota de su Preciosa Sangre tiene poder para disipar el más enfurecido ataque diabólico.

Fuente: Padre Jordi Rivero para corazones.org
(artículo extraído de:http://forosdelavirgen.org/35415/la-brujeria/ )