Miles de uruguayos celebran rito umbanda satánico

El pasado 2 de febrero, miles de uruguayos se reunieron en la costa del mar para celebrar a la deidad pagana llamada "Lemanjá". 

Aunque pretenda tener rasgos cristianos y de hecho se utilicen santos cristianos con sus respectivos nombres y esculturas, el rito umbanda es en realidad satánico, por cuanto es politeísta, y según San Pablo, "Los dioses de los gentiles son demonios" (cfr. 1 Cor 10, 20; Sal 95, 5). 

Es propio del ángel caído, Satanás, disfrazarse de "ángel de luz" (2 Cor 11, 13), y es así que el umbandismo confunde y engaña al presentarse como cristiano, al utilizar santos de la Iglesia Católica: así, dan la impresión de que se reza a este santo canonizado por la Iglesia; la única diferencia con la Iglesia serían las diferentes oraciones. 

Sin embargo, lo que oculta el umbandismo, es que detrás de cada santo, se esconde un "orishá", es decir, una divinidad pagana y anti-cristiana, "hija" y a la vez manifestación de un dios llamado Olodumare. De esta manera, los distintos santos católicos esconden a un orishá o divinidad, y es en esto en lo que radica la verdadera creencia del rito umbanda, y aquí radica por lo tanto su engaño, porque la persona ve una imagen de un santo católico, pero en realidad, según el rito umbanda, se trata de un "orishá" o divinidad pagana. 

Así, por ejemplo, la imagen de Santa Bárbara, mujer romana cristiana del siglo IV, quien fue mártir por su amor y fidelidad a Cristo, es representa para los santeros como Changó; la imagen del Niño Jesús de Atoche representa para ellos a Eleguá; la imagen de San Lázaro representa para ellos a Babalú ayé; la imagen de San José les representa a Agayú; Nuestra Señora de la Merced es para ellos Obatalá; la Virgen de la Candelaria, Lemanjá; Jesucristo es para ellos Olofi; el Niño Jesús en el pesebre, Orungán.

En otras palabras, detrás de los santos de la Iglesia Católica, los umbandas ocultan y celebran a los más grandes demonios del infierno.

Además de ser politeísta, el rito umbanda cree en la reencarnación, en la práctica de la adivinación y en el sacrificio sangriento y ritual de animales como medio para obtener favores de sus divinidades, todo lo cual es gravemente contrario a la virtud de la religión, y si un católico practica esta religión politeísta y anti-cristiana, comete un pecado mortal de superstición y debe acudir por lo tanto a la confesión sacramental.

Variantes "espirituales" del umbanda -y por lo tanto, consideradas también como sectas satanistas-, derivadas de las mezclas culturales y religiosas de las regiones donde asientan, son la santería cubana, el candomblé y batuque, además de expresiones locales ubicadas en México.