"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

sábado, 17 de diciembre de 2022

Alquimistas, hechiceras y nudos mágicos en el Belén 2022

 

Alquimistas, hechiceras y nudos mágicos en el Belén 2022



(nota: para ver los enlaces de Cionci, donde dice AQUí, ir a la pagina original  Fuente)

Alquimistas, hechiceras y nudos mágicos. La antinatividad de Bergoglio 2022 en el Vaticano.


por Andrea Cionci


Un año más, la falsa iglesia antipapal de Bergoglio ha propuesto la antinatividad de siempre, colando elementos esotéricos, paganos, heréticos, mágicos y anticristianos.


Este es el precio que se paga cuando no se defiende al verdadero Papa, y se permite que un clérigo, que no ostenta el Munus de Pedro, la investidura papal de origen divino, ostente el cargo de Romano Pontífice.


Recordemos el belén de 2020 con las estatuas de cerámica de Castelli de la época del Concilio:


 iguritas con los brazos cruzados, típicas del mundo rosacruz y egipcio, con el guerrero cornudo con una calavera en la frente, símbolo demoníaco insertado en el belén para la habitual doctrina esotérica de la unión de los opuestos.


Clamorosamente evidente, pues, es el belén étnico de 2021,llegado de Chopcca, el pueblo donde pervive de la manera más sentida el culto a la Pachamama, que para la doctrina católica no puede ser considerada sino un demonio. Recordemos, en este sentido, el sacrificio humano, celebrado el pasado 5 de agosto, en El Alto, Bolivia, en honor a la madre tierra inca.

Este año ha hecho falta investigar un poco más para descubrir lo que se esconde detrás del belén de madera procedente del pueblo de Sutrio, en CARNIA (Friuli).

Realizado en madera de cedro, incluida la madera de los troncos talados durante la tormenta Vaia de 2018, evoca nociones aparentemente inocuas y trivialmente demagógicas de ecosostenibilidad y valorización de las tradiciones locales.


Hace falta un poco de estudio para averiguar lo que se esconde 

Los personajes de la antinatividad no son muchos, pero entre ellos hay dos extremadamente significativos. El "CRAMAR" y el "TEJEDOR", a los que se evita cuidadosamente en la mayoría de las imágenes de foto-vídeo disponibles en la red. La tejedora es incluso casi invisible porque se la sitúa en un segundo plano.

Hemos leído los textos de dos autorizados estudiosos de las tradiciones friulanas, Elio Varutti y Paolo Paron, y hemos aprendido que Carnia constituye una especie de pequeño corazón mágico-esotérico de Europa que se extiende para implicar a otras zonas del mundo ladino que llega hasta los Grisones suizos. Zonas montañosas que han permanecido muy aisladas a lo largo de los siglos, donde han sobrevivido una lengua y un saber ancestrales de raíces paganas, cuyos rituales en la época del solsticio de invierno, como las grandes hogueras epifánicas, se siguen escenificando hoy en día como una tradición local.  No deje de leer "Brujas, herejes y vagabundos de Friul-Venecia Julia. Procesos, rituales y tradiciones de una tierra mágica" (Intermedia ed. 2021) de Monia Montechiarini. 

Carnia en particular, fascinante y misteriosa región poblada por estos personajes, ha sido, en los últimos siglos, duramente combatida por la Iglesia católica.

Hecha esta premisa, podemos comprender mejor el papel del cramar, o cramaro en la antinomia: era un vendedor ambulante --que llevaba sobre los hombros una especie de mochila llena de bolsillitos-- que se movía entre Venecia y el mundo eslavo-alemán. Por lo general, era una persona culta que sabía leer y hacer cuentas y comerciaba con especias y sustancias raras. El estudio del investigador Prof. Elio Varutti "Vendedores ambulantes y alquimistas en Friuli" mostraba AQUÍ cómo los cramares practicaban a menudo, y de buena gana, la ALQUIMIA, bien manipulando hierbas y sustancias naturales con las que comerciaban, bien fundiendo metales en busca de la piedra filosofal, hasta el punto de que algunos de ellos se convirtieron más tarde también en campaneros en Liubliana. Al entrar en contacto con el mundo alemán, absorbieron a menudo y de buen grado otras cosmovisiones, luteranas, no católicas y/o mágico-esotéricas relacionadas con cultos precristianos. Eran expertos en el arte de tejer y profundos conocedores de los nudos, hasta el punto de dejar manuales en sus familias para transmitir estas habilidades.

Y aquí llegamos al otro personaje incluido en la escena antinacional bergogliana: la tejedora.

En Carnia, las mujeres, casi todas tejedoras, eran depositarias de antiguos conocimientos, uno de los cuales era el arte mágico de atar o desatar.

Paolo Paron escribe: "Las mujeres conocían las propiedades de las plantas, de las esencias, pero también los ciclos lunares, las épocas de recolección en conjunción con el máximo poder terapéutico de hojas, cortezas, raíces, hierbas [...] Detrás de las curas y terapias de las campesinas, el Inquisidor vislumbró algo que iba más allá de la mera superstición, algo más temible y peligroso: un patrimonio de conocimientos naturales, de experiencia, de cultura médica transmitida por mujeres para mujeres, a través de generaciones, desde tiempos olvidados. Resultaba aterrador este vínculo con el pasado, esta continuidad de la caridad  y la solidaridad femeninas que, a lo largo de los siglos, procedían del oscuro campo del paganismo [...] Los dones curativos que, a veces, se atribuían a estas amas de casa rurales se llamaban preenti y "sólo podían transmitirse en una noche concreta al año: la noche de Nochebuena, una noche tan mágica como la Noche de San Juan, el 24 de junio".

También aprendemos cómo las antiguas mujeres de Carnia recogían "el agua de la RUGIADA (rocío) de la noche de San Juan, útil y necesaria para muchas acciones que concernían, belleza, salud y magia".

La curandera de Carnia "actúa midiendo, anudando, desenredando cintas, cinturones, cintas, ataduras, lazos, cuerdas, flequillos, hilos y cordones [...] Utiliza conocimientos simbólicos que vienen de lejos, como el ritual de la medición y la magia de los nudos, explotando al máximo el espacio ambivalente existente entre las polaridades de atar/amarrar, la práctica de medir/remedir. Sabe interpretar los lazos maléficos como maldiciones, descubriendo su naturaleza de armas ofensivas de brujas y hechiceros; utiliza los nudos, sin embargo, al mismo tiempo, como medio de defensa contra los hechizos ajenos, como eficaces contrafármacos."

Como ven, detrás del nuevo belén de la plaza de San Pedro, toda la parafernalia anticatólica habitual del bergoglianismoSincretismo, Misericordismo, Neoluteranismo, Neoarrianismo, Neo Gnosticismo, Neopaganismo, una especie de cóctel mortal de herejías y apostasías, así vuelve.

Como escribió el Santo Padre Benedicto XVI, en puro código Ratzinger, negándose a revisar los libros de pseudoteología bergogliana: "Los PEQUEÑOS volúmenes muestran, con razón, que el Papa Francisco tiene una PROFUNDA formación teológica y filosófica". Efectivamente, extrae de las más oscuras profundidades ctónico-místicas. AQUÍ


Vuelve, en efecto -por enésima vez, y agotadoramente- la MAGIA DE LOS NUDOS, ya propagada mundialmente por Bergoglio, a partir de los años 80, con el ídolo pseudomariano de la "María que desata nudos" y su novena, mencionada en el libro de Michela Chiarelli "Píldoras de Magia" sobre el rito mágico de los nueve nudos. Resurge la RUGIADA, el néctar de la Rosacruz, el elemental alquímico que se coló en la plegaria eucarística de la misa AQUÍ

Vuelven los cultos precristianos ligados a la Gran Madre, AQUÍ o Madre Tierra, el guiño a la alquimia AQUÍ, al esoterismo, al mundo pagano, a la unión de contrarios con el "conocimiento" alquímico, al tema obsesivo de la curación del cuerpo, aún a costa de la condenación del alma.

(Por cierto: intentad atar cabos, quizá el sitio vaticano del Código de Derecho Canónico AQUÍ tras el supuesto ataque hacker sufrido hace días consiga restaurar también la página con los cánones 332 a 335, precisamente los que hablan de la renuncia al munus y la sede papal totalmente impedida. Casi todas las demás páginas se abren, pero esa no. ).

En resumen: llevamos dos años diciéndole que Bergoglio no es el Papa, esto es porque el Santo Padre Benedicto XVI nunca ha abdicado, pero está en sede impedida. AQUÍ está la explicación "para dummies". Por desgracia, la censura absoluta impuesta por la información dominante, el silencio del clero consciente, la obtusa ceguera "preternatural" de los católicos conservadores "una cum" (una cum Papa Francisco)católicos (que, mientras señalan a Bergoglio como "malvado" y "diabólico", todavía persisten en considerarlo Papa legítimo) , hacen que 1.285 millones millones de católicos sigan yendo tras un Flautista de Hamelín que participa en rituales nigrománticos en la televisión mundial y les está llevando a adorar alquimistas, hechiceras, dioses paganos, Grandes Madres, Abuelas Araña, Jesús serpiente-diablo AQUÍ Brujas de los nudos AQUÍ y así sucesivamente. Pensad en los niños que irán a ver ese falso belén....


Da grima, pero más que decirlo, no podemos hacer. 

Feliz Navidad a todos.

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