Se llaman sacramentales los signos sagrados instituidos por la Iglesia cuyo fin es preparar a los hombres para recibir el fruto de los sacramentos y santificar las diversas circunstancias de la vida. Son sacramentales y su acción es tan eficaz como tan grande es la Fe.
Los sacramentales sirven para enriquecer nuestra vida espiritual, no para perjudicarla. Fueron instituidos por la Iglesia para incentivar en nosotros una relación cada vez más profunda con Cristo y para ayudarnos a enfocarnos en la santificación de cada parte de nuestra vida, incluso en las más sencillas y cotidianas.
Los sacramentales son extensiones de los siete sacramentos y nos ayudan a ver y acoger la gracia de Dios en nuestro día a día.
Un lugar donde los sacramentales son especialmente poderosos es el hogar: si los usamos con espíritu de fe, los sacramentales pueden alejarnos de peligros espirituales e inspirarnos a vivir una vida santa, dedicada a Dios en la práctica de cada día.
Son signos sagrados instituidos por la Iglesia, por medio de los cuales se reciben efectos espirituales.
Vaticano II, retomando los términos del Derecho Canónico (canon 1166), los definió como:
“Signos sagrados que permiten, por una cierta imitación de los sacramentos, obtener efectos esencialmente espirituales por intermedio de la intercesión de la Iglesia.”
Cualquiera que los utilice con fe obtiene resultados inesperados. En el Catecismo de la Iglesia Católica se referirán a la palabra Sacramentales. Se sabe que muchos dolores rebeldes a los medicamentos desaparecen solamente porque la persona interesada ha hecho la señal de la cruz con aceite exorcizado sobre el lugar del dolor.
Recordemos que los sacramentales se diferencian claramente de los sacramentos
- Los sacramentos producen efecto por su propia virtud (ex opere operato)… los sacramentales, sólo por la devoción del que los recibe (ex opere operantis).
- Los sacramentos contienen y confieren la gracia habitual o santificante… los sacramentales nos alcanzan tan sólo gracias actuales.
- Sólo Cristo puede instituir e instituyó de hecho los sacramentos… los sacramentales, en cambio, han sido instituidos por la Iglesia.
- Los sacramentos son necesarios para la salvación… los sacramentales, no.
- Los sacramentos son siete y nada más que siete, como definió el Concilio de Trento: bautismo, confirmación, penitencia, eucaristía, unción de enfermos, orden sacerdotal y matrimonio.
- Los sacramentales son muchísimos. Ejemplo: letanías, aspersión con agua bendita, limosnas, bendiciones, pan bendito, bendiciones de casas, campos, coches, exorcismos…
En general los sacramentales dignamente recibidos producen los siguientes efectos
- Obtienen las gracias actuales con especial eficacia por la intervención de la Iglesia (ex opere operantis Ecclesiae).
- Perdonan los pecados veniales por vía de impetración (ex opere operantis), en cuanto que por las buenas obras que hacen practicar y por la virtud de las oraciones de la Iglesia excitan en el sujeto sentimientos de contrición y actos de caridad.
- A veces perdonan toda o parte de la pena temporal debida por los pecados pasados, en virtud de las indulgencias que suelen acompañar al uso de los sacramentales (v.gr., del agua bendita).
- Nos obtienen gracias temporales si son convenientes para nuestra salvación (v.gr., la salud corporal, defensa contra las tempestades, etc.)
¿Por qué deben exorcizarse el agua, la sal y el aceite y para qué sirve cada Sacramental?
El sentido de estar exorcizados cada elemento antes de ser bendecidos le agrega el efecto de su eficacia en la lucha contra el maligno, y cada elemento tiene un fin específico.
¿Cómo se exorcizan los Sacramentales?
Para exorcizar y bendecir el agua, aceite y sal, se necesita un ministro ordenado, y además deben observarse los ritos y fórmulas aprobadas, así al menos lo manifiesta el antiguo ritual y el actual derecho canónico.
Te puede interesar: http://un-paso-aldia.com/2020/05/16/como-actua-satanas/
LA SAL BENDECIDA Y LA EXORCIZADA.
Sirve ella también para expulsar los demonios y a preservar la salud del alma y del cuerpo. Pero su propiedad específica consiste en proteger los lugares de las influencias o de presencias maléficas. Aconsejo habitualmente de esparcir sal exorcizada en el umbral de la casa y en los cuatro rincones de la habitación o de las habitaciones en las cuales se sospecha estar infestadas. Se le puede poner en sobres bajo el colchón y los asientos, sin olvidar los vehículos: auto, moto, etc.
SIGNIFICADO: La sal normal da sabor y preserva de la corrupción.
FUNCIÓN: La sal bendecida da sabor divino, nos quita el miedo y calma la ansiedad, y además nos protege del mal, pues no permite que se quede en nosotros.
EFECTO EN LOS DEMONIOS: La sal bendecida, cuando la añadimos a nuestros alimentos, lleva su bendición hasta la última célula de nuestro cuerpo, con los nutrientes de la comida. Si la sal además está exorcizada, no solo nos fortalecerá y protegerá de lo que venga, sino que además arrojará de nosotros a los demonios que ya nos estén hostigando, y, como si hay enfermedades causadas por los demonios, la sal exorcizada ayuda a curarse de ellas poco a poco.
Si echamos algo de sal bendita en un lugar, esto lo preservará del mal. Si echamos sal exorcizada, no sólo impedirá que el mal entre, sino que además arrojará al que ya esté adentro. Si echamos un poco de sal al agua bendita, esta durará en buen estado más tiempo y añadirá sus virtudes a la de ella, cuando la usemos.
EL ACEITE BENDITO O EXORCIZADO
El aceite exorcizado, utilizado con Fe, permite igualmente aniquilar el poder de los demonios, sus ataques y los fantasmas que ellos suscitan. También se aprovecha para la salud del alma y del cuerpo; recordemos simplemente el antiguo uso que consistía en untar las heridas con aceite, y el poder de sanar a los enfermos por la imposición de manos y la unción del aceite que Jesús confirió a los apóstoles.
El aceite exorcizado tiene por otra parte la propiedad específica de librar el cuerpo de aquello que le es nefasto. Me ha sucedido muchas veces de bendecir a personas que habían sido víctimas de hechizos comiendo o bebiendo alguna cosa maléfica. En estos casos, el organismo, para liberarse, debe evacuar todo lo maléfico que contiene. El aceite exorcizado ayuda enormemente al organismo a arrastrar y librar el cuerpo de estas impurezas. Se puede también, para este fin, beber agua bendita.
Los fieles de Cristo pueden conservar este aceite para untar a los enfermos, las casas, las cosas que ellos deseen poner bajo la protección del Señor. Se usará este aceite para friccionar las partes enfermas de nuestro cuerpo.
MATERIA BENDECIDA: Aceite de oliva
SIGNIFICADO: El aceite expresa actividad espiritual intensa y fuerza. En el nuevo testamento (en los Hechos de los Apóstoles) vemos que los primeros cristianos utilizaban ya el aceite bendito, para curar a alguien de sus heridas o enfermedades. (Santiago 5, 13-15).
FUNCIÓN: Cuando lo usamos para enfrentar una batalla de la vida como las enfermedades, las tentaciones o para enfrentarnos con los demonios, el aceite bendito actúa como un electrodo de gran calibre, por el que entra a raudales la gracia divina que nuestras oraciones nos consigan. El aceite normal lo puede bendecir cualquier sacerdote, a diferencia del Santo Crisma, el óleo santo, el óleo de los catecúmenos y el óleo de la unción de los enfermos, solo puede ser consagrado por el Obispo, una vez al año, en semana santa.
EFECTO EN LOS DEMONIOS: El punto en el que se aplicó el aceite, se convierte en una entrada de gran calibre por la que fluye la gracia divina. Si el agua bendita es como echarles ácido a los demonios, el aceite bendito tiene en ellos, el mismo efecto que tendría en nosotros una llama de soplete continua y sirve para soltar aquellos males que habrían sido soldados en la persona (como los introducidos con brujería)
La persona ha de repetir la aplicación del aceite, al menos una vez al día, mientras duren los problemas. Y seguir rezando. Y desde luego, vivir moralmente.
El crucifijo y la señal de la cruz
Dos de los sacramentales más eficaces utilizados durante el ministerio de liberación y exorcismo son el signo de la cruz y el santo nombre de Jesús.
El crucifijo y la señal de la cruz son odiados por lo demoníaco, ya que representan la victoria de Cristo en el Calvario, donde fue derrotado satanás.
El catecismo no dice en el numeral 1671:
«Entre los sacramentales figuran en primer lugar las bendiciones (de personas, de la mesa, de objetos, de lugares). Toda bendición es alabanza de Dios y oración para obtener sus dones. En Cristo, los cristianos son bendecidos por Dios Padre “con toda clase de bendiciones espirituales”. Por eso la Iglesia da la bendición invocando el nombre de Jesús y haciendo habitualmente la señal santa de la cruz de Cristo.»
EL CIRIO PASCUAL “Agnus Dei”
La cera sagrada era un recordatorio constante de la victoria pascual de Cristo.
MATERIA BENDECIDA: Una vela de cera de abeja, gruesa, grande y redonda (porque el círculo simboliza la eternidad de Dios, el hecho de que no tuvo principio, ni tendrá fin). Normalmente se graba en el cirio las letras alfa y omega (la primera y la última del alfabeto griego). Ellas representan a Cristo porque Él es el “alfa y el omega “es decir el principio y el fin de la creación.
SIGNIFICADO: Toda vela que se encienda con el fuego de la misa de Resurrección, se convierte en un cirio pascual.
FUNCIÓN: La luz del cirio es imagen de la luz dela conciencia del discernimiento que necesitamos para vivir, y para saber ver la verdad a pesar de las apariencias. Por lo mismo. el cirio se usa para alejar todo mal y para atraer todo bien, especialmente en situaciones de gran peligro.
EFECTO EN LOS DEMONIOS: El cirio los ata y (si Dios lo permite) los arroja de vuelta al infierno. A falta de un exorcista o de sacramentales exorcizados, es lo más poderoso que podemos conseguir.
El AGUA BENDITA
El agua bendita es uno de los sacramentales más importantes y usados dentro de la Iglesia Católica.
Respecto al agua bendita. ¿Cuáles son sus principales efectos?
Si uno se santigua con agua bendita con devoción, ello produce tres efectos: Atrae la gracia divina, purifica el alma y aleja al demonio.
- El gesto de santiguarse con agua bendita, nos trae gracias divinas por la oración de la Iglesia. La Iglesia ha orado sobre esa agua con el poder de la Cruz de Cristo. El poder sacerdotal ha dejado una influencia sobre esa agua.
- Al mismo tiempo purifica parte de nuestros pecados, tanto los veniales como el reato que quede en nuestra alma.
- El tercer poder del agua bendita es alejar al demonio. El demonio puede entrar perfectamente en una iglesia, sus muros no le contienen, el suelo sagrado no le refrena; sin embargo el agua bendita sí que le aleja. Aunque nosotros “con los ojos del cuerpo”, no podamos ver la Cruz que forma el agua bendita en nuestro cuerpo al santiguarnos, el demonio sí que la ve. Para él esa Cruz es de fuego, es como una coraza que no puede traspasar.
Para bendecir el agua hay una oración especial en latín. Sobre ella se echa sal bendita en el momento de la bendición del agua. El agua, bendecida de este modo, tiene poderes especiales en la lucha contra el demonio y las tentaciones. . El demonio le tiene más miedo al agua bendita que al crucifijo.
Santa Teresa de Ávila, doctora de la Iglesia, tenía una fe profunda en el poder del agua bendita. Ella personalmente la usaba para expulsar al demonio y repeler las tentaciones. “Sé por propia experiencia que no hay nada mejor que el agua bendita para expulsar al demonio de nuestro lado”.
Ocupa un lugar fundamental en todos los ritos litúrgicos. Su importancia nos remonta a la aspersión bautismal. A lo largo de la oración de bendición, se reza al Señor para que la aspersión de esta agua nos procure los tres beneficios siguientes: el perdón de nuestros pecados, nuestra defensa contras las trampas tendidas por el Maligno y el don de la protección divina.
La oración de exorcismo del agua habla de eliminar la más mínima porción de poder del demonio con el fin de extirparla y de rechazarla, e igualmente luego destaca otros efectos como el de sanar enfermedades, de acrecentar la Gracia divina, de proteger las casas y los lugares donde los fieles se guardan de toda influencia inmunda ejercida por Satanás. Y ella agrega: que las trampas del enemigo infernal sean frustradas y que la serenidad y la salud de los habitantes sean garantizadas protegiéndolos de toda presencia susceptible de entorpecer su seguridad o su inquietud.
Los fieles de Cristo pueden conservar esta agua bendita, asperjándola en los enfermos, las casas, los campos y otras cosas. Ellos pueden tener en sus habitaciones, con el fin de poder asperjarla una vez al día, y más.
La tradición dice que San Alejandro I (6º papa, del 106 al 115) instituyó el uso del agua bendita, a la que había que añadir sal, para purificar las casas cristianas, así como también introdujo en la eucaristía el pan ácimo y el vino mezclado con agua.
El agua bendita se suele asperjar luego de cierto tipos de oración como en las oraciones de liberación por ejemplo.
Se considera una buena práctica cristiana el santiguarse a diario empleando agua bendita.
El agua bendita nos proporciona tres beneficios: el perdón de nuestros pecados, nuestra defensa contra las trampas tendidas por el Maligno y el don de la protección divina.
Los fieles de Cristo pueden conservar esta agua bendita, asperjándola en los enfermos, las casas, los campos y otras cosas. Ellos pueden tener en sus habitaciones, con el fin de poder asperjarla una vez al día, y más.
Incienso dedicado
se lo usa en las condiciones específicas, cuando espíritus malos dominan la persona esclavizada, de tal manera que no tiene ningún contacto con alrededor. El humo del incienso dedicado pone los espíritus malignos nerviosos que resulta en revelación de su presencia, y también en su alejamiento.
La medalla o cruz de San Benito
Uno de los sacramentales más populares entre los católicos. El origen de la Medalla es incierto, pero se usó desde muy antiguo. En el S. XVII, durante un juicio de brujería en Alemania, unas mujeres acusadas testificaron que no tenían poder sobre la Abadía de Metten porque estaba bajo la protección de la cruz.
Cuando se investigó, se hallaron en las paredes del recinto varias cruces pintadas rodeadas por las letras que se encuentran ahora en las medallas. Más adelante se encontró un pergamino con la imagen de San Benito y las palabras completas de las letras.
La Medalla, como se le conoce ahora, es la del jubileo que se emitió en 1880 por el décimo cuarto centenario del nacimiento del Santo y lanzada exclusivamente por el Superior Abad de Monte Cassino.
Es ampliamente empleada como protección, ya sea personal o de lugares. Se le ve muy comúnmente en crucifijos y durante sesiones de liberación / exorcismo.
El escapulario de la Virgen del Carmen
El escapulario de la Virgen del Carmen es el signo externo de devoción mariana, que consiste en la consagración a la Santísima Virgen María por la inscripción en la Orden Carmelita, en la esperanza de su protección maternal. El distintivo externo de esta inscripción o consagración es el pequeño escapulario marrón.
Te puede interesar: http://un-paso-aldia.com/2020/07/16/escapulario-de-la-virgen-del-carmen/
El escapulario del Carmen es un sacramental, es decir, según el Concilio Vaticano II, «un signo sagrado según el modelo de los sacramentos, por medio del cual se significan efectos, sobre todo espirituales, que se obtienen por la intercesión de la Iglesia».
Aquí Puedes leer más sobre el escapulario de la Virgen del Carmen.
Recuerda que el demonio le teme a María pues es ella quien le pisa la cabeza:
«Y pondré enemistad entre tú y la mujer, entre tu simiente y la de ella. Su simiente te aplastará la cabeza mientras tú acechas su calcañar».
El Santo Rosario
Siendo un sacramental, el Santo Rosario contiene los principales misterios de nuestra religión Católica, que nutre y sostiene la fe, eleva la mente hasta las verdades divinamente reveladas, nos invita a la conquista de la eterna patria, acrecienta la piedad de los fieles, promueve las virtudes y las robustece. El Rosario es alto en dignidad y eficacia, podría decirse que es la oración más fácil para los sencillos y humildes de corazón, es la oración mas especial que dirigimos a nuestra Madre para que interceda por nosotros ante el trono de Dios.
Se recomienda su rezo diario. La Santísima Virgen María nos recordado la importancia diaria de su oración y nos pide rezar al menos 5 decenas diarias.
Aquí en este enlace encontrarás información sobre el Santo Rosario de la Virgen María y como rezarlo.
También se recomienda tener siempre en casa y en un lugar visible, la imagen del Sagrado Corazón de Jesús / Inmaculado Corazón de María o imágenes bendecidas.
ORACIONES; P. Ghislain Roy
Te puede interesar: http://un-paso-aldia.com/2019/11/09/oraciones-de-sanacion-y-liberacion/
Oración para la aspersión del agua bendita:
Por la aspersión de vuestra Sangre, oh Señor Jesús, y por la virtud de vuestra Pasión, láveme de todas mis manchas, y purifíqueme de todo pecado. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
O,
“Te suplicamos Señor que visites esta casa y repele lejos de ella todos los obstáculos del enemigo, que Tus Santos Ángeles vengan a habitarla para permanecer en la Paz y que Tu bendición permanezca para siempre sobre nosotros por Cristo Nuestro Señor, Nuestro Padre, te Saludo María”.
Para la utilización del aceite
“Jesús me (te)Bendiga, Jesús me (te) sane”.
O,
Señor Jesús, Hijo del Dios viviente, por esta unción del aceite santificado por tu Iglesia con el Espíritu Santo, vivifica mi cuerpo y mi alma. libéralos de las acciones y de las invasiones de las fuerzas de las tinieblas y sánalos de toda enfermedad. Concédeme el socorro de tu gracia para amarte mejor y servirte, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén (P. Paul-Marie MBA)
O,
Para la protección de lugares y casas.
Después de haber rezado una docena de rosarios o el rosario de la Divina Misericordia, se hace la unción con fe trazando con el dedo una cruz en los 4 rincones del lugar o de cada habitación de la casa con el aceite exorcizado diciendo la invocación siguiente:
Señor Jesús, por este aceite santo y bendito y por las oraciones de nuestra Santa Madre María, ven a posar tus pies en este lugar con el fin que él sea por tu presencia protegido y santificado ahora y por toda la eternidad.
Jamás comprenderemos lo suficiente que el uso del sacramentales es animado por la iglesia
Los medios más eficaces contra el mal.
- Confesarse a menudo y bien (si es posible cada semana). El demonio teme tanto la confesión que hará todo por impedirla. La presencia, en la casa, de una persona que blasfeme o no practique es un gran obstáculo para la liberación.
- Rezar mañana y noche, y antes y después de las comidas.
- Rezar cada día un rosario entero: Misterios Gozosos o Luminosos, Dolorosos y Gloriosos. Sor Lucía de Fátima dijo al padre Frientes “No hay problema ni asunto de orden temporal y sobre todo espiritual, por difícil que sea, en cada una de nuestras vidas personales, de nuestras familias, de las familias del mundo o de las comunidades religiosas o incluso de la vida de los pueblos y de las naciones, que no pueda ser resuelta por el Rosario.” Rezarlo con fe y lentamente.
- Un caminar serio en la fe, instruyéndonos en nuestra religión, y una verdadera vuelta a Dios.
- Cada día (si es posible) la Santa Misa y la santa comunión. No podemos vencer al Maligno sin participar en el santo sacrificio y sin recibir cada día la santa comunión .
- Hacer actos de fe cada día a nuestro Señor diciéndole que le amamos y que queremos amarle.
- Ayunar como Jesús lo ha recomendado.
- Hacer tantas oraciones de liberación como podamos.
- Hacer siempre la oración a nuestro ángel de la guarda.
- La adoración eucarística.
- Las oraciones de liberación y de exorcismo hechas por un sacerdote.
- Usar a menudo agua exorcizada y sal exorcizada: la sal sirve para sazonar la comida y la podemos poner en las cuatro esquinas de la sala. Podemos llevar encima un poco de sal exorcizada. La sal y el aceite exorcizados tienen gran poder para proteger las casas y los lugares contra los ruidos y las presencias maléficas.
Es evidente que este camino de conversión es exigente. La gracia del Señor actúa siempre con nuestra buena voluntad y, más aún, viene en ayuda de nuestra libertad. Que el Espíritu, por la intercesión del Inmaculado Corazón de María, venga en nuestra ayuda. Queremos recordarlo: la Iglesia católica, en la riqueza infinita de sus tesoros, nos ofrece todo aquello que necesitamos para vivir en la paz y felices. Sólo nos resta desear que este movimiento de conversión sacie nuestra sed de libertad.