"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

sábado, 29 de septiembre de 2012

Espiritualidad oriental, terapias naturales y esoterismo pretenden sustituir a la fe



El abandono de la fe por parte de un gran número de fieles católicos, sumado al materialismo reinante y al hedonismo, que consideran a esta vida como el fin último del hombre, provocan reacciones que, como el péndulo de un reloj, se dirigen al polo opuesto, y es así como a este vacío espiritual y existencial en el que se ha sumergido voluntariamente el hombre contemporáneo, luego de renunciar a la Verdad revelada en Jesucristo, se lo pretende llenar con falsas espiritualidades, terapias naturales y esoterismo. Es un engaño, pues nada de estas falsedades podrá nunca calmar la sed de Dios que tiene toda alma. Sólo Cristo, Hijo de Dios encarnado, puede hacerlo. La Humanidad no encontrará paz hasta que no confíe en la Divina Misericordia.


Un equipo del departamento de Antropología de la Universitat Rovira i Virgili (URV) ha culminado una investigación sobre el auge que están experimentando, en los últimos años, diferentes prácticas importadas de Oriente, como la meditación o el yoga; las terapias naturales, desde la acupuntura hasta las flores de Bach, y los saberes esotéricos, sea mediante la lectura de las cartas del tarot o una sesión introductoria al neochamanismo.
Tres grandes pilares, tres ejes con muchos puntos en común, surgidos en un nuevo contexto social, el de los “nuevos imaginarios culturales”. El trabajo concluye que estos sustitutivos de la religión, la fe y también de la medicina convencional han llegado para ocupar parte de un vacío dejado en multitud de personas, incapaces de encontrar respuestas a sus inquietudes. Así lo cuenta Esteve Giralt en el diario La Vanguardia.
El estudio de la Rovira i Virgili, financiado por la Generalitat, destaca la emergencia de lo que denomina como “el mercado de la insatisfacción”, con la búsqueda creciente de alternativas ante la pérdida de los referentes clásicos, “como la religión cristiana y las prácticas médicas hegemónicas, que convierten al paciente en un sujeto pasivo que únicamente se deja tratar y medicar, pero nada aporta”.
Los investigadores hablan de la “tercera vía”, donde la razón y la fe pierden su papel hegemónico para dar protagonismo a la intuición, la imaginación, la emoción o la expansión de la conciencia.“Muchos de quienes buscan en la espiritualidad oriental pasaron antes por el ámbito católico y lo dejaron por insatisfacción”, explica el antropólogo de la URV José Reche, gran conocedor de las filosofías orientales y especialista en taichi y yoga, con largas estancias en India.

Los investigadores analizan qué es lo que hace que alguien se apunte a un curso de meditación zen, a una sesión catártica en una masía aislada, a un temascal chamánico o a un curso de biodanza. El nivel de satisfacción de quienes redescubren estas nuevas formas de creer, curarse o sencillamente de sentirse mejor es muy elevado, según concluye el estudio. “La gente encuentra respuestas y satisfacción porque hay también un componente corporal, una vía experimental. Frente al dogma, el camino marcado y lo establecido, aquí la persona tiene sensación de libertad”, razona Joan Prat, catedrático de Antropología de la URV y coordinador de la investigación, que se inició a finales de 2007.
El cuerpo, de ser un elemento pecaminoso, pasa a ser protagonista. “En Oriente el cuerpo tiene una importancia fundamental, es un trampolín para llegar a Dios. Y el concepto de culpa no existe, el pecado sería la ignorancia”, destaca Reche. La actitud de quien practica, mucho más activa, es una de las claves del elevado nivel de satisfacción, concluye el estudio.
“El sujeto es arte y parte, no una cosa sobre la que se interviene. Puedes hacer cosas para tu bienestar y el de las personas de tu entorno, no se trabaja sobre enfermedades sino sobre quienes las padecen”, subraya Inés Tomàs, doctora en Psicología y psicoanalista. “Soy yo quien puede hacer algo para mi bienestar, no soy un sujeto pasivo en manos de la medicina o la religión”, añade Felip Caudet, fisioterapeuta, acupuntor y naturópata.
La investigación destaca entre sus conclusiones que vivimos un momento de efervescencia de las nuevas espiritualidades porque cada vez más la sociedad busca pero no encuentra respuestas ni logra satisfacer sus necesidades vitales. La crisis económica es uno de los factores que explican este auge, pero no el único. La necesidad de entender el propio cuerpo y aprender a disfrutarlo es otro de los puntales para entender por qué cada vez más personas encuentran en el yoga o la meditación lo que antes no hallaron en la religión cristiana o el judaísmo, doctrinas que relegaron la cuestión física a un plano secundario, destaca la investigación.
El estudio extrae conclusiones acerca del perfil de los usuarios de estas prácticas, mayoritariamente mujeres mayores de 35 años. En muchos de los trabajos de campo, el 90% de los usuarios eran mujeres. Un momento de crisis personal es en muchos de los casos la espoleta. Entre los usuarios también se ha detectado un grupo de personas que han sufrido un acontecimiento traumático, como la pérdida de un familiar. Se produce lo que los antropólogos definen como una “sociabilidad alternativa”, pues se encuentra respuesta también a la necesidad de sentirse querido.
El estudio destaca que en las experiencias in situ se han encontrado “espacios marcados por unas relaciones de confianza mutua y hermanamiento intenso”. Los investigadores muestran su sorpresa al ser recibidos a menudo en los cursos y talleres prácticos con abrazos intensos y besos generosos de desconocidos. Las necesidades son espirituales, pero también físicas, canalizadas a través de las terapias complementarias o de prácticas espirituales donde el cuerpo es también protagonista.
El doctor Prat recuerda que James Frazer, antropólogo evolucionista, sostenía que tras superar una fase mágica y otra religiosa, la civilización permanecería instalada en un periodo marcado por el laicismo, alejada de los dioses, confiando en solucionar sus problemas de la mano de la ciencia.“Frazer se equivocó, si no, no se explicaría el conjunto de creencias de nuestro entorno actual”, destaca Prat. “Vivimos una época de transformaciones profundas, era un momento ideal para realizar esta investigación”, destaca Caudet. “Estamos ante una nueva era, de búsqueda de valores no materiales. Nos hemos encontrado con un momento convulso”, añade Tomás.
En un entorno como el de las terapias naturales o la espiritualidad oriental, tan poco institucionalizado, con escasa o nula regulación, los investigadores se han encontrado, aseguran, con grandes terapeutas, médicos, enfermeros o psicólogos que vieron que los recursos tradicionales no les bastaban, pero también con auténticos farsantes que buscan hacer negocio.“Hay grandes profesionales, con experiencias muy notables, y auténticos fantasmas que después de un cursillo de algunos fines de semana empiezan a ofrecer algunas prácticas”, alertan.
El estudio constata también el uso creciente de algunas terapias naturales como complemento de la medicina tradicional, como el reiki, la homeopatía o las flores de Bach para paliar el dolor y los efectos secundarios de tratamientos como la quimioterapia. Los investigadores destacan que han encontrado un entorno de conocimiento basado en la experiencia y la sensibilidad. “Los usuarios prueban y, si les funciona, siguen”, destaca Prat.
El estudio sostiene que sin la crisis este fenómeno tendría su propio recorrido, pero que la situación actual está acelerando su crecimiento. La investigación, a la que ha tenido acceso La Vanguardia, se presentará públicamente en forma de libro (Els nous imaginaris culturals. Espiritualitats orientals, teràpies naturals i sabers esotèrics) a finales de este año en la URV.
Luis Santamaría

lunes, 24 de septiembre de 2012

Cómo reconocer a los Ángeles de la Nueva Era, que son en realidad ángeles caídos


La Nueva Era se caracteriza por promocionar el culto a los ángeles, y es así como últimamente ha crecido mucho el interés por estos seres. Pero los ángeles que promociona la Nueva Era NO SON ÁNGELES DE LUZ, NO SON LOS ÁNGELES OBEDIENTES, AQUELLOS QUE PERMANECIERON FIELES A DIOS UNO Y TRINO, QUE TIENEN POR REY A JESUCRISTO Y POR REINA A LA MADRE DE DIOS; LOS ÁNGELES DE LA NUEVA ERA SON DEMONIOS, PUESTO QUE NIEGAN A CRISTO Y A LA VIRGEN, Y BUSCAN ENGAÑAR CON UN CULTO FALSO. 
Ofrecemos este breve muestrario de las características de los ángeles apóstatas, para que el católico no sea confundido y rechazo prontamente a estos ángeles de oscuridad, que se presentan como ángeles de luz.


ÁNGELES FALSOS DE LA NUEVA ERA (DEMONIOS)

Su invocación, “contacto”, “comunicación”, encuentro y diálogo es, en realidad, con los espíritus malignos (ángeles caídos)

Nombres que reciben /
Se hacen llamar
Se les llama:
“seres de luz”
“ángeles zodiacales”
“ángeles de colores”
“ángeles extraterrestres”
“ángeles de la Kabbalah”
“seres espirituales”
“divas”
“espíritus de la naturaleza”
“energías puras”
“espíritus guías”
“amantes puros”
“ángel de la guarda” y “Uriel”
“entidades”

Se autonombran:
> Djwahul Khul (“el Tibetano”)
>Aiwass
> Metatrón
> Ramtha
>Kryon
>Elohim

Origen, medios de contacto y
sitios de procedencia
música (heavy metal)
películas (terror, violencia y lujuria)
piedras (“cristales querúbicos”)
rituales (“espacio sagrado”)
ouija y bola de cristal
“escritura automática” (dictan libros)
mandalas de protección
espiritismo (“muertos”)
canalización (“jerarquía espiritual”)
meditación (trascendental)
cartas (“tarot angélico”)
visualización e imaginación
chakras (“tercer ojo”) y yoga
“viaje astral”
“vibración angelical”
líquidos (“esencias angelicales”)
invitación a casa y velas de colores
fórmulas raras e hipnosis
drogas (“estados alterados de la
conciencia) (“vienen de nuestro interior”)
espacio exterior (OVNI’s)
boutiques y “casa de ángeles”

Formas o figuras
que adoptan 
luces resplandecientes
luces en el agua
arcoiris
animales: cisnes,
ballenas, delfines
nubes
“personas” o
“maestros”
duendes, hadas,
elfos…
sombras

 “el diablo se disfraza
de ángel de luz”
(2 Corintios 11, 14)

“Beneficios” que dicen otorgar /
Mensajes que comunican

“Beneficios” (engaños):
-buena suerte -aconsejan -brindan
armonía -curan -dan “paz” -otorgan
sabiduría y poderes especiales
-prepararnos a la llegada de Acuario
Mensajes y tesis:
-Jesús no es Dios; no resucitó…
-El hombre es dios; “tú lo puedes todo”
-No importa el nombre de Dios
-No hace falta rezar a Dios
-Reencarnación
-Desaparezcan la familia
-“La palabra pecado es restricción…”
Son desobedientes, mienten, niegan a
Cristo, su Evangelio y atacan a la Iglesia

“Pero aún cuando nosotros mismos o un
ángel del cielo os anunciara un Evangelio
distinto del que os he anunciado, ¡sea
anatema!”
(Gálatas 1, 7-8). (Col 2, 18-19 y 22)

Algunos libros de ángeles New Age muy peligrosos:

-Lucy Aspra “Manual de Ángeles: Di sí a los Ángeles y sé completamente
feliz”, Vol. I, y “Manual de Ángeles: Las emisiones siderales de los ángeles de
la astrología”, Vol. II.
-Georgette Rivera, Sanación a través de los ángeles (Ed. Alamah. Esoterismo)
-Richard Webster, Ángeles guardianes y guías espirituales (Llewellyn)
-Juliana Acosta, Llamados al amor divino a través de los ángeles (Ed.
Intermedio)
-María Luisa López Castro, La misión oculta de los ángeles (Ed. Prana)
-Billy Graham, Los Ángeles (Grupo Nelson)
-Migene González-Wippler, Angelorum. El libro de los ángeles (Llewellyn)
-Peter y Linda Miller-Russo, Los Arcángeles, un plan de curación (Ed.
Llewellyn)
-Francis Melville, El libro de los ángeles (Grupo Editorial Tomo)
-Charles W. Leadbeater, Ángeles custodios y otros protectores invisibles
(Ed. Prana)
-David Laeson, En la compañías de los ángeles. Guía para transformarte en
ángel (Grupo Editorial Tomo)
-Elizabeth Clare Prophet, Cómo trabajar con los ángeles, El ángel de la
escucha (Porcia Ediciones) y Mensajes de Saint Germain y los arcángeles
para la Era de Acuario (Grupo Editorial Tomo)
“Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los
Espíritus del Mal…” (Efesios 6, 11-20)


El nombre de Dios: ¿Jehová o Yahvé?


Los testigos de Jehová hacen un uso exclusivo y fanático de un nombre, el cual pretenden que es el nombre de Dios, y es el nombre que los identifica; precisamente: "Jehová". 
Esto induce a confusión, puesto que "Jehová" al ser una mala traducción del hebreo, no está designando al Dios verdadero. En otras palabras, la traducción de "Testigos de Jehová", tendría que ser: "Testigos de Nada", porque "Jehová" no designa ni a Dios, ni a nadie, ni a nada. Ofrecemos este artículo, cuyo autor es MARTÍN ZAVALA, de Misioneros de la Palabra. Se encuentra en el libro: Respuestas católicas inmediatas (http://infocatolica.com/blog/infories.php/el-nombre-de-dios-ijehova-o-yahve).


1.- Falla de Origen de la palabra Jehová.
En primer lugar, es importante saber que la palabra “Jehová” no existió hasta el año 1000 de nuestra era. La razón de esto es que el Antiguo Testamento estaba escrito solamente con las puras letras consonantes, las vocales no se escribían pero se sabían y usaban gracias a la tradición. En realidad muchos pueblos semíticos antiguos hacían eso con sus escritos, pues lo fuerte de ellos en el proceso de comunicarse no era precisamente la escritura, sino el lenguaje oral o de palabra.
Para explicar esto de una manera más sencilla piense que si se quería escribir Juan, ellos solamente ponían las consonantes Jn y al verlas sabían por su tradición que eso significaba Juan=Jn. Cuando ellos querían poner Marcos solamente escribían Mrcs. Entonces desde antes del tiempo de Jesucristo hasta el año 700 de la era cristiana los judíos lo entendían así. Pero del año 700 al 1000 varias familias de judíos llamados masoretas=tradición, empezaron a poner las vocales a todo al Antiguo Testamento y lo lograron excepto con el nombre de Dios.

Cuando encontraban algún pasaje bíblico que hablaba del nombre de Dios como Ex 3,14 veían su tradición y no encontraban nada de las vocales, solamente las consonantes YHWH(tetragrámaton). Esto se debía a que los judíos dejaron de pronunciar el nombre de Dios a partir del cautiverio o destierro en Babilonia en el 587 antes de Cristo para evitar que fuera profanado por los paganos.
Al no tener una tradición sobre las vocales del nombre de Dios lo que hacían era guardar silencio en señal de respeto o usar otros términos como títulos, usaban Adonai=Señor o Sebaot=Señor de los ejércitos o Elohim=un sólo Dios. También al margen de las letras YHWH pusieronAdonai=Señor como un recordatorio.
De esta manera todo el Antiguo Testamento ya se podía leer con las vocales y consonantes. Excepto el nombre de Dios, del cual sólo quedaron las cuatro letras YHWH. El error vino después, cuando algunos se imaginaron que las vocales de adonai(aoai) había que colocarlas en las letras YHWH y de allí salió la palabra Jehová=YaHoWaH. Por eso usted puede ir a cualquier diccionario, biblioteca o en Internet y al buscar esta palabra le dirá: Jehová es una palabra incorrecta o mala interpretación del nombre de Dios.
Seguramente que Charles Rusell, que fue el fundador de los Testigos de Jehová en 1876, no sabía nada de todo esto, y por eso lo puso como un distintivo de quienes supuestamente usarían el verdadero nombre de Dios, pero salió todo lo contrario, porque promueven el nombre más incorrecto. Esta es la primera razón porque no la usamos en la Iglesia Católica.
2.- En el Antiguo Testamento la palabra más correcta sería Yahvé.
La segunda razón para afirmar esto es la evidencia de los Padres de la Iglesia griega que usaban las formas Jave y Jao, así como formas acortadas hebreas como las palabras Jah ó Yah (Salmo 150,6 en la Biblia de los Testigos de Jehová) y Jahu (en nombres propios). Todo esto indica que originalmente el nombre debió pronunciarse Yahvé o Yaveh.
Otro aspecto que lo confirma es el hecho de que los samaritanos, que no fueron al destierro de Babilonia, y que se habían separado del Reino del Sur, usaron Yahvé basándose en tradiciones antiguas.
3.- Los mismo “testigos” reconocen que ‘Jehová’ no es el nombre más correcto.
Tal vez se sorprenda al saber esto, pues la misma agrupación de los Testigos de Jehová en uno de sus libros llamado Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la tierra en el capítulo 4 titulado ‘Dios… quién es Él en la página 43 y 44 dice: “No se sabe exactamente cómo se pronunciaba, aunque algunos eruditos piensan que Yahweh ó Yavé es la pronunciación correcta… sin embargo, la forma Jehová ha estado en uso por muchos siglos y es más extensamente conocida".
La verdad entonces es que ni ellos mismos se lo creen, puesto que ellos mismo saben que no es el más correcto y simplemente lo hacen por el uso común que se le ha dado en el protestantismo. Es increíble que vayan diciendo casa por casa que hay que usarlo, que es importante, que es necesario y después muy tranquilamente reconocen que ese no es el más correcto. Ni modo, como dice un dicho: “El pez, por la boca muere".
4.- Vea lo que algunos diccionarios y enciclopedias mencionan al respecto.
Lea atentamente lo que los expertos dicen:
www.diccionarios.com: “Nombre de Dios. Modernamente se transcribe con más propiedad Iahveh o Iahvé".
www.enciclonet.com: “Nombre de Dios en Hebreo, Yahweh es la transliteración más correcta y apropiada, por ello es menos fiel la palabra Jehová".
Usted podrá revisar por su cuenta en varios diccionarios o enciclopedias y en la mayoría de ellos encontrará una respuesta parecida pues ahora se sabe que la palabra Jehová surgió de un error de comprensión del trabajo de los masoretas.
5.- Los judíos usan el término Adonai=Señor.
De hecho quienes saben muy bien sobre el Antiguo Testamento serían los judíos y ellos al encontrar las cuatro letras YHWH prefieren leerlo como Adonai. Para ellos es algo tan sagrado que fuera de la lectura de la Biblia rehuyen usar también la palabra Adonai. Si los testigos de Jehová se hubieran tomado la molestia de investigar con seriedad y preguntar a esos expertos del Antiguo Testamento se hubieran ahorrado todo el papel que han invertido en dar a conocer un nombre incorrecto.
6.- Jesucristo le llamó: Padre.
Sin duda que la razón principal por la que no usamos Jehová y usamos muy poco Yahvé, es que nosotros somos cristianos, y como católicos seguidores de Jesucristo seguimos el ejemplo y mandato que Él nos dejó. Jesucristo NUNCA, en ninguna parte, en ninguna Biblia y en ningún idioma, usó la palabra Yahvé y mucho menos Jehová.
Él cuando oraba le llamaba Padre (ver Mc 14,36) Más claramente, cuando Jesús dijo a los discípulos cómo orar, él les dijo háganlo así: “Padre Nuestro…” (Mt 6,9). Si nunca usó un nombre es porque lo importante no era eso, sino la relación con Dios como la de un Padre con su Hijo. Esta es realmente la forma bíblica como Jesucristo quiere que nos dirijamos a Dios: Padre
Muchas veces hemos platicado con Testigos de Jehová y les preguntamos que en qué parte de la Biblia Jesús le llamó a Dios Jehová y nunca pueden contestar, ni en su misma Biblia hecha por ellos existe eso. Hermano Juan, si usted quiere una respuesta sencilla y directa, simplemente pregúnteles cuando lo visiten que en qué parte de la Biblia Jesús dijo Jehová y como no lo van a encontrar dígales que con mucho gusto vuelvan cuando lo encuentren…
Entonces, toma una silla y se sienta. Nunca los volverá a ver, a menos que hagan otra Biblia y le agreguen esa palabra. Ánimo y recuerde que en Dios siempre hay un PADRE amoroso que vela por sus hijos.
Luis Santamaría 

lunes, 17 de septiembre de 2012

El auge del ocultismo prepara la iniciación luciferina planetaria de la Nueva Era


Aunque la Nueva Era se presenta como un movimiento de  
espiritualidad pacífico, que solo pretende ayudar a encontrar  
la felicidad al ser humano, en realidad persigue, como lo 
dicen 
explícitamente sus precursores -como la ocultista y 

gnóstica 
Alice Bailey- que la humanidad se consagre a Satanás.



Para lograr este fin perverso, estimula y favorece todo tipo  
de prácticas ocultas y esotéricas, como la magia, el  
espiritismo, la brujería, la adivinación, etc., para que la  
humanidad considere como "normal" estas prácticas, de modo tal que, cuando estas prácticas estén suficientemente "aceptadas" por la gran mayoría, pueda llevarse a cabo la Iniciación Luciferina Planetaria, el gran objetivo final de la Nueva Era, New Age o Conspiración de Acuario.


Ofrecemos a continuación un artículo, extraído del sitio catholic.net, acerca del auge  de la magia, el espiritismo, la adivinación, y multitud de prácticas esotéricas, que se observa en nuestros días.

A los católicos en particular, pero también a todo hombre y mujer de buena voluntad, les advertimos acerca del peligro que representan estas prácticas, ya que se pone en juego la salvación eterna, al tiempo que les recordamos que los que practican estas cosas abominables, se encuentran entre aquellos que no entrarán en el Reino de los cielos, según el Apocalipsis (22, 15).



El regreso de los magos, de los brujos, adivinos y demás supersticiones
Parecía cosa superada, pero han vuelto con fuerza y superan el número de sacerdotes en todo Occidente. ¿Por qué ocurre este auge del ocultismo?
  Autor: Dr. Enrique Cases 
El regreso de los magos, de los brujos, adivinos y demás supersticiones
El regreso de los magos, de los brujos, adivinos y demás supersticiones
Han vuelto los magos, los adivinos, los espiritistas, los satanistas e invocadores del diablo, los que leen cartas, manos y entrañas de animales... Parecía cosa superada, pero han vuelto con fuerza y superan el número de sacerdotes en todo Occidente. ¿Por qué ocurre este auge del ocultismo?

El año 1999 Josep Ratzinger trató el tema para una revista italiana. Con su mente clara explica la magia como el uso de fuerzas aparentemente misteriosas que sirven para tener un dominio sobre la realidad física o psicológica. Es decir, el intento de instrumentalizar las potencias sobrenaturales para el propio disfrute. Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento la prohíben tajantemente. Pero la persistencia del fenómeno se explica en la sed de Dios de todo hombre que no está satisfecho sólo con lo finito y limitado, y algunos intentan saciar la sed acudiendo a la magia en medio de un mundo desorientado. Rechazan la lucha de la oración humilde y quieren dominar la realidad con sus fuerzas, también las ocultas. San Pablo en Chipre llama al mago Elimas “hijo del diablo”. Ratzinger dice que sin el demonio, que provoca estas perversiones de la creación, no podría existir este mundo del ocultismo y la magia. Que en realidad son una parodia de lo divino. En estos fenómenos encontramos la mentira en su más alto estado de pureza. Parece que van a ensanchar el poder, de las experiencias, y acaban en la autodestrucción, de un modo similar al de las drogas, pero más destructivo aún pues actúan en el núcleo de la personalidad humana.

La curiosidad hacia lo oculto parece que proviene de una mezcla entre una tendencia hacia lo divino y la desorientación. El mago ha llegado a la mentira y después utiliza todos los artilugios para engañar, incluso pervierte los elementos cristianos: imágenes, cruces, velas, para atraer gente crédula, hacerse creíble y engañar esclavizando mentalmente.

Hasta las formas que pueden parecer más ligeras como la lectura de manos, tarot, reiki, y otros son engaños. Cuando alguien se mueve en esa dirección corre el peligro de caer en una trampa todavía más profunda. Un escalón lleva a otro, ya que el terreno es resbaladizo.

La Iglesia utiliza muchos exorcismos en el catecumenado, en el bautismo y en la liturgia, cada año, se renueva el rechazo al diablo, sus pompas y sus obras. Las prácticas ocultistas son parte de sus pompas. Conviene tener en cuenta que siempre se puede alcanzar el perdón con un arrepentimiento, pero si se llega a lo que se llama el pecado contra el Espíritu Santo parece un punto de no retorno casi insuperable, porque la aversión a Dios ha hecho su mansión en esos pecadores. En la Iglesia existen modos de realizar liberaciones del demonio por diversos cauces, y muchas veces son necesarios los exorcismos realizados por el sacerdote facultado por el obispo de la diócesis. También el uso del agua bendita, del agua exorcizada, así como la sal y aceite benditos y los crucifijos, ayudan como sacramentales a este fin liberador.

Existen zonas del mudo aún no evangelizadas en que estos fenómenos son mayores y el miedo a los demonios y a los brujos crea un clima de inmovilidad paralizante. En esta hora de tentación pagana profunda –añadía Ratzinger– debemos anunciar el Evangelio en toda su sencillez y grandeza como la verdadera y única liberación.

Las religiones orientales ofrecen muchas cosas que se pueden asimilar al ocultismo, que son utilizadas por los demonios para introducirse, como es el caso de algunos yoga que llegan más allá de la gimnasia, pues se convierte en un medio de autorredención y los movimientos del cuerpo no son inocuos en relación al alma. Los mantras no son oraciones porque no se dirigen a Dios sino a otras divinidades que son ídolos y acaban en manos del Señor de las tinieblas. Los médiums, la meditación transcendental, la medicina alternativa, tan utilizados en la New Age son ventanas abiertas por donde puede entrar el diablo y encadenar al hombre.

El materialismo del siglo XX ha sido vencido en sus contradicciones, pero la vuelta a lo sagrado de tantos puede que yerre en el camino quedando una copia falsa de religión que aleja de Dios mismo y del camino hacia Él que es Jesucristo. 

viernes, 14 de septiembre de 2012

Cienciología, o el arte de estafar en nombre de la religión


El fundador de la "Iglesia de la Cienciología", Ron Hubbard, era un conocido ocultista que, en un momento determinado, abandonó este tipo de esoterismo, para dedicarse a otro, mucho más peligroso, ya que se presenta disfrazado de "religión" y de "iglesia", aunque no pasa de ser un irracional cuento de ciencia ficción, difícil de creer aún para un niño. 

Lo penoso de todo, es que la secta de la Cienciología opera con total impunidad, ofreciendo engañosas curas por medio de aparatos costosísimos -4.800 euros-, de comprobada ineficacia. En síntesis, la Cienciología se presenta como una religión que pretende curar males espirituales del hombre, pero en realidad es sólo una poderosa máquina de facturar dinero, con el agravante de dejar vidas destruidas y familias arruinadas. 

Ofrecemos el siguiente artículo, extraído de Infocatólica.com, con el objeto de advertir a los católicos -y a los que no lo sean, también- acerca de las actividades de esta más que peligrosa secta, catalogada como de "peligro nacional" por algunos países europeos, como Alemania y Francia.

La crisis de la Iglesia de la Cienciología

Luis Santamaría 

El diario El País publicó hace unos días un extenso artículo sobre la Iglesia de la Cienciología, al hilo de los últimos acontecimientos en el mundo de los famosos, con el título “La Cienciología pierde tirón”, y firmado por el corresponsal en Washington David Alandete. Lo reproducimos a continuación.
Otro de los matrimonios de Tom Cruisese ha roto, y la mirada entera de Estados Unidos se ha posado sobre la que hasta ahora aparecía como su abnegada esposa y el papel que la Iglesia de la Cienciología ha tenido en la unión y en la ruptura de ambos. Katie Holmes se quedará con la custodia de su hija, Suri, y con el derecho a determinar qué educación religiosa se le ofrece a esta. La de la actriz parece una huida digna de un thriller. Presentó los papeles de divorcio en un juzgado de Manhattan el 28 de junio, como Anónimo contra Anónimo, evitando revelar la ruptura hasta que fue ya hecho consumado.
La Iglesia de la Cienciología ha subrayado que nunca ha tenido nada que ver ni con el enlace ni con el divorcio de los dos actores. Sin embargo, los tabloides norteamericanos se lanzaron pronto a la caza del culpable en busca de una fuerza oscura, posiblemente una religión, que hubiera movido entre bambalinas los hilos de un matrimonio que a muchos les parecía roto antes de que se disolviera.

Los números dudosos de la secta
Una revista estadounidense con 1,9 millones de lectores, como es US Weekly, dijo que Holmes se había sentido “como en [la película] La semilla del diablo”“Holmes tuvo que huir de la chiflada Cienciología de Tom, por ella y por Suri”, tituló The New York Post. Hasta el propietario de ese tabloide, el mismísimo magnate Rupert Murdoch, tuvo a bien opinar, a través de la red de Twitter: “La Cienciología de nuevo es noticia. Es una secta muy extraña, pero hay mucho, mucho dinero implicado, y Tom Cruise es número dos o tres en su jerarquía”. La Cienciología es frecuentemente una diana predilecta, objetivo de punzantes críticas por parte de exmiembros —a los que los cienciólogos llaman apóstatas—, Gobiernos, investigadores y medios de comunicación.

La Iglesia tiene “millones de miembros a nivel internacional, con aproximadamente un tercio de ellos en EE.UU.”, asegura una portavoz, Karin Pouw, por correo electrónico. La última encuesta de identificación religiosa en América, sin embargo, mantiene que en 2008 unas 25.000 personas en EE.UU. se consideraban cienciólogos, frente a los 55.000 de 2001. Ese sondeo no es exhaustivo, y se elaboró con una muestra de 220.000 entrevistas a lo largo de 18 años.
“La Iglesia de la Cienciología es una religión reconocida en España, como en EE.UU., y nuestra iglesia en Madrid ha hecho mucho bien por la comunidad”, asegura la portavoz Pouw. De hecho, en España, la Audiencia Nacional reconoció en 2007 el derecho a ser inscrita en el Registro de Asociaciones Religiosas del Ministerio de Justicia a la Iglesia de la Cienciología.
Era un pequeño triunfo para los cienciólogos, que en España habían vivido días más oscuros. En 1988, la policía detuvo a 71 personas durante una reunión de su Iglesia en Madrid. Al líder de la Cienciología, Heber Jentzsch, se le acusó por supuesto delito de asociación ilícita y coacciones. Finalmente abandonó el país, y el juicio fue desestimado. Cuando el juez que instruyó el caso mostró inicialmente a los periodistas el material incautado en los registros de las organizaciones afiliadas Narconon y Dianética, se encontró un programa informático que contenía información sobre las 500 empresas más importantes de España.
Ésa es una de las aspiraciones de la Cienciología: rodear al poder. O al menos a las celebridades. La Iglesia tiene centros para atraer a famosos –conocidos como celebrity centers– en Hollywood, Nueva York, Florencia, París y Londres, por ejemplo. En sus rangos hay y ha habido famosos de todo tipo, no solo Cruise o John Travolta, sino también la actriz Anne Archer, el músico Chick Korea, el guionista y director Paul Haggis, la actriz Kirstie Alley o el empresario Sky Dayton, fundador de EarthLink. Entre ellos se hallaba también el hijo del tenor Plácido Domingo, Plácido Domingo Jr, que hace un año abandonó la Iglesia porque, según dijo, sus líderes le habían obligado a cortar lazos con su mujer, Samantha, madre de sus tres hijas. Contactado por este diario, Domingo ha asegurado que el de la Cienciología es un asunto que ya no toca más.

El fundador y las controversias
Para aquellos que aún integran las filas de la Cienciología, las críticas a sus creencias son un ataque a su libertad religiosa. En realidad, la Cienciología no nació como una religión en el sentido estricto. Su padre, L. Ron Hubbard, fallecido en 1986, era un veterano de la II Guerra Mundial y escritor de ciencia ficción que en 1950 publicó el libro Dianética: la ciencia moderna de la salud mental, en el que describía técnicas de curación espiritual para tratar miedos irracionales, el estrés mental y otras dolencias que calificaba de psicosomáticas. La Iglesia como tal se fundó en 1954, y a lo largo de los años Hubbard fue creando una cosmogonía propia, diferente a las religiones mayoritarias, que ha llegado como credo al siglo XXI.
Hubbard siempre se mostró muy receloso de la psiquiatría y del trabajo de sus profesionales. Cruise, que es el feligrés más visible de la Cienciología, ha hablado en numerosas ocasiones en contra del uso de ansiolíticos y antidepresivos. En 2005 criticó en una entrevista el tratamiento con medicamentos a niños que padecen trastorno por déficit de atención con hiperactividad, y recomendó tratarlo con “vitaminas y alimentación adecuada”.
En otra ocasión ridiculizó a la actriz Brooke Shields porque esta había admitido en un libro que había tomado paroxetina para tratar una depresión posparto. De hecho, los cienciólogos consideran que muchas enfermedades son en realidad psicosomáticas y que se pueden curar con unas auditorías específicas, en las que en ocasiones se emplea un dispositivo de medición de resistencia eléctrica en el cuerpo humano.
Ese tipo de creencias generó un considerable revuelo en 2009 tras el fallecimiento de Jett, hijo de otro afamado cienciólogo, John Travolta. Jett tenia 16 años y sufría el síndrome de Kawasaki, que afecta a las arterias coronarias y puede provocar aneurismas. Numerosos foros de Internet propagaron acusaciones de que Jett debería haber tomado valproato, un anticonvulsivo para tratar la dolencia, y que no lo hizo porque la Cienciología se opone al tratamiento con medicamentos.
Los abogados de Travolta dijeron que el joven había estado de hecho bajo la tutela de un equipo médico, y el propio Tom Cruise salió a defender a su Iglesia en una entrevista del programa The view“Lo que nos recomiendan es que nos sometamos a chequeos, que tomemos nuestras medicinas, que nos ocupemos de nuestras enfermedades físicas”. No hay indicios de que la Iglesia tuviera parte alguna en el tratamiento de Jett Travolta.
Sin embargo, rumores de ese tipo y una política muy agresiva por parte de la Cienciología de tratar de contener la información relativa a ella en Internet le han granjeado numerosos ataques por parte del grupo de hackers Anonymous. El FBI ha detenido, en años pasados, a numerosos piratas informáticos que han efectuado ataques de denegación de servicio contra las páginas web de la Cienciología. Dos de ellos, de Nueva Jersey y Nebraska, se declararon culpables en 2009 y 2010.

Xenu, el dictador alienígena
“La Cienciología vivió sus días álgidos en los años setenta y ochenta del siglo pasado, cuando atraía a profesionales con talento, con aptitudes, para los que aprender los secretos de la religión era algo atractivo. Era gente idealista”, explica David S. Touretzky, profesor de informática en la Universidad de Carnegie Mellon que ha analizado exhaustivamente al grupo. “Pero ahora todos sus secretos están en Internet. La Red lo ha cambiado todo para ellos. Sus documentos secretos y los pliegos legales están solo a un golpe de ratón. Se sabe que alguna gente ha fallecido cuando estaba bajo su custodia, se sabe que ha habido muchos desertores que se han quejado de abusos, y se sabe la historia de Xenu, el alienígena genocida. Gracias a buscadores como Google, sus números de afiliación se han desplomado dramáticamente”.
Especialmente intrigante es, efectivamente, la historia de Xenu, el dictador alienígena. Según Touretzky, cuando un feligrés ha invertido suficientes cantidades de tiempo y dinero –él estima que 200.000 dólares– en sesiones de auditoría, queda libre para conocer el secreto otrora mejor guardado de la Cienciología. Entonces, cuando alcanza lo que se conoce como nivel de Operativo Thetán 3, se le deja en una habitación a solas con unos documentos. Y se le revela el secreto del origen de la vida en la Tierra y de los problemas de sus habitantes. Un desertor demandó al fundador Hubbard y a la Iglesia en 1985 por daños emocionales. En el juzgado presentó unos documentos de la Iglesia que ésta trató de ocultar a toda costa, sin éxito. El diario Los Angeles Times logró publicar entonces la información que contenían.
“Documentos obtenidos por Los Angeles Times muestran que la Iglesia de la Cienciología cree que los males de la humanidad fueron causados por un dirigente cruel llamado Xenu, que vivió hace 75 millones de años”, publicó el periódico. “Por lo general, los documentos sugieren que una de las mayores causas de problemas para la humanidad comenzó hace 75 millones de años, cuando el planeta Tierra, entonces conocido como Teegeeach, era parte de una confederación de 90 planetas bajo el liderazgo de un dirigente cruel llamado Xenu. Entonces, como ahora, según esos materiales, el problema principal era la superpoblación… Xenu decidió tomar medidas radicales para superar el problema de superpoblación. Seres fueron capturados en la Tierra y otros planetas y se les voló al menos a 10 volcanes en la Tierra… Los documentos aseguran que bombas de hidrógeno más poderosas que ninguna que hoy exista se volcaron en los volcanes y destruyeron a la gente, pero liberando sus espíritus”. Esos espíritus se llaman thetanes, y las auditorías cienciológicas, a través de largas y costosas sesiones, enseñan a librarse de ellos, para alcanzar un estado supremo de control mental.
La historia puede parecer enrevesada, pero en conversaciones privadas, muchos cienciólogos piden que se la compare con las escrituras de otras religiones, como la católica o el mormonismo. En EE.UU., la Iglesia libró una larga batalla contra el Gobierno a través de unas 2.000 demandas contra Hacienda, y con reiteradas peticiones de que se la considerara una organización exenta del pago de impuestos y por tanto sin ánimo de lucro. Al final, ambas partes llegaron a un acuerdo en 1993. Desde entonces, la Cienciología figura formalmente, al menos a nivel fiscal, junto al resto de religiones estadounidenses.

Sea Org, cienciólogos en el mar
El fundador de la Iglesia de la Cienciología, L. Ron Hubbard, decidió a mediados de los años sesenta que sería mejor para él seguir con su labor espiritual en alta mar, libre de distracciones. Adquirió diversos barcos (el más emblemático, el ‘Freewinds’) y los tripuló con un pequeño ejército de jóvenes entusiastas, muchos de ellos adolescentes, que le acompañaron durante años por el Mediterráneo.
A esa legión la llamó Sea Organization, o Sea Org, y a día de hoy es lo más parecido que tiene la Cienciología a una orden religiosa. Sus afiliados –hay analistas que estiman que hay unos 6.000– viven un estilo de vida parco, casi monacal. Se dedican, entre otras cosas, a mantener las pertenencias de la Iglesia, por pagas que algunos desertores dicen que son magras. Y firman contratos por mil millones de años, ya que Hubbard pensaba que el alma humana es inmortal. Los integrantes de Sea Org se pueden casar, pero, según muchos desertores, no pueden tener niños.

La respuesta de la secta
Unos días después de la publicación de este reportaje, el diario El País ha difundido también esta carta de réplica de Iván Arjona Pelado, responsable de la Iglesia de la Cienciología en España.
“Habiendo leído el artículo publicado en EL PAÍS el pasado 4 de agosto sobre cienciología, quiero aportar, para el beneficio de los lectores, la siguiente información: Cienciología interesa más y más a la sociedad. De 4.000 iglesias misiones y grupos en 2004, ha pasado a más de 10.000 en 2012. En los últimos siete meses, siete nuevas mega iglesias. En España hemos sido escudriñados a más no poder, y el resultado es la confirmación de la legalidad, como la absolución plena que la audiencia provincial dio a los cienciólogos y sus prácticas, tras 17 años de investigación y siete meses de juicio. Respecto a las creencias, las fundamentales de esta religión son: a) el ser es básicamente bueno, b) es inmortal, c) que sus habilidades son infinitas, d) que el ser humano está compuesto de cuerpo, mente y alma, e) que cualquier persona, si se lo propone, puede mejorar. El tema de la vida fuera del planeta no es una creencia de cienciología (que algunos argumentan para hacernos parecer raros). No es nuestra iglesia la que invierte billones de dólares en explorar galaxias en busca de vida exterior, sino los Gobiernos más poderosos del mundo. Cienciología trata sobre uno mismo, sobre su bondad y potencial nato como ser. Uno puede aprender sobre cienciología en Internet y saber que el thetan es como llamamos al alma y que la auditación lo que hace es ayudar al ser espiritual a liberarse del dolor de aquellas experiencias negativas del pasado, que bloquean e impiden nuestra felicidad y la de nuestro entorno.”

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Ravi Shankar: ¿quién es el gurú de gira por Iberoamérica? (2)



Ofrecemos la segunda y última parte del artículo “¿Quién es Sri Sri Ravi Shankar?", escrito por Julio de la Vega-Hazas Ramírez, sacerdote español, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES). 


Luis Santamaría 

***
¿Es una religión?
De todas formas, por poner un ejemplo comparativo, si encontráramos una academia de idiomas que promete milagrosos dominios del inglés en cuatro meses y sin esfuerzo, lo cierto es que, bien o mal, lo que enseña es inglés. Por su parte, lo que propaga Shankar, ¿es o no una religión? Cuestionado sobre ello, hace gala de una calculada ambigüedad: su respuesta es que no se trata de religión, sino de espiritualidad.
Esto tiene un muy buen cartel en una sociedad occidental en la que muchas personas quieren lo que podríamos denominar efectos benéficos de la religión en el espíritu, pero sin religión, sin el compromiso moral con una fe y unas normas morales. Se crea así una demanda de sosiego espiritual tomado como un producto de mercado más. Quien lo ofrezca con poco esfuerzo y sin compromiso tiene atractivo, y para muchas de estas personas el coste económico es lo de menos, de forma que pagan con gusto los 375 dólares que cuesta el curso semanal (22 horas) de respiración de Ravi Shankar.
Eso sí, hay que hacerlo bien, con un buen marketing, pues hay bastante competencia en un mercado que, sólo en Estados Unidos, mueve seis mil millones de dólares al año. Ahora bien, una cosa es cómo se mira en Occidente, y otra en Oriente. Shankar afirma que las religiones son como la piel de banana, mientras que la espiritualidad es la banana misma, lo comestible. Esto coincide bien con la visión que se tiene desde el hinduismo de las iglesias cristianas y otras religiones.

El hinduismo no tiene una estructura centralizada, ni un credo o una moral perfectamente establecidos. Tiene una colección de escritos antiguos, unas cuantas ideas comunes que se desprenden de los mismos, unos maestros que surgen, vienen y van… y una meditación. Cuando Shankar desprecia como una cáscara inútil la organización que tienen otros, está haciendo una apología de su propia religión.


¿Hinduismo o New Age?

Ahora bien, ¿se trata de hinduismo o de un exponente de new age? La clave es lo que hay que entender por yoga. Está muy extendida la idea de que se trata de una técnica de relajación, o una técnica de meditación cuyo contenido puede ponerlo cada uno a su gusto, siendo así compatible con cualquier creencia. En una palabra, método, no sustancia. Sin embargo, basta con leer el capítulo 6º del Bhagavad Gita para desmentirlo. Ya al principio se lee lo siguiente: “Lo que se denomina renuncia, debes saber que es lo mismo que el yoga, o el vincularse con el Supremo, ¡oh, hijo de Pandu!, porque jamás puede uno convertirse en yogui, a menos que renuncie al deseo de complacer los sentidos” (n.2).
La relajación corporal no se contempla aquí como un fin en sí mismo, sino como un medio para algo de otro orden: “Uno debe mantener el cuerpo, el cuello y la cabeza erguidos en línea recta, y mirar fijamente la punta de la nariz. De ese modo, con la mente tranquila y sometida, libre de temor y completamente libre de la vida sexual, se debe meditar en Mí en el corazón y convertirme en la meta última de la vida” (nn.13-14).
En el hinduismo, esa unión final –fusión- con el infinito que pregona no se consigue precisamente con unas técnicas de respiración, sino que tiene un coste ascético mucho mayor: “Practicando así un control constante del cuerpo, la mente y las actividades, el yogui, con la mente regulada, llega al cielo espiritual mediante el cese de la existencia material” (n.15). Este cese de la existencia material es el nirvana, algo bastante distinto a ese estado placentero que creen algunos. Sí que se considera como algo placentero, pero a la vez extático; es decir, que exige un ejercicio continuo para desprenderse de todo lo sensorial, por “vaciar” los sentidos, y eso es precisamente el yoga.
Así se entiende otro versículo del mismo texto: “Se dice que una persona está elevada al yoga cuando, habiendo renunciado a todos los deseos materiales, ni actúa para complacer los sentidos, ni se ocupa en actividades fruitivas” (n.4). La idea se remacha en varias ocasiones, como por ejemplo en este otro versículo: “Cuando un yogui disciplina sus actividades mentales mediante la práctica del yoga y se sitúa en la trascendencia, libre de todos los deseos materiales, se dice que él está bien establecido en el yoga” (n.18). El Bhagavad Gita reconoce que se trata de un ejercicio muy difícil, pero para quien se queda en el camino sin conseguirlo tiene un consuelo: tendrá en el futuro reencarnaciones muy favorables, que le facilitarán poder continuar donde lo ha dejado.
Quien conozca bien la historia del pensamiento sabrá que el método es inseparable de la sustancia, por la sencilla razón de que el primero es la vía racional para llegar a la segunda. Pero, en todo caso, esto tiene poco que ver con el New Age y la vida fácil que proclama. En algún aspecto, es la antítesis, pues el bienestar que persigue este último es precisamente aquello de lo que debe desprenderse quien quiera alcanzar el nirvana.
Lo que ocurre es que se da una extraña simbiosis entre los dos términos. El movimiento New Age siempre ha tenido un ojo puesto en Oriente, para sacar de ahí elementos que concordaban con esa especie de neopaganismo difuso que propugna. El panteísmo –no muy claro en su conceptuación, como suele suceder con los panteísmos- hindú se transforma así en culto a la diosa naturaleza, mientras que la meditación queda convertida en técnica de autoayuda.
A su vez, el hinduismo, con su sincretismo, su flexibilidad para adoptar elementos extraños y su facilidad de hacer malabarismos con los términos, se aprovecha de ello para presentarse como un producto arreligioso coincidente con la moda intelectual y disfrazar su oferta de acuerdo con ello. Maharishi y Shankar son buenos ejemplos, pero desde luego no los únicos ni los primeros, ni probablemente sean los últimos.
Para complicar el panorama, a esto hay que añadir los rasgos personales de cada grupo u organización, que casi siempre son un reflejo de la persona que lo ha creado. Un mercado tan suculento en el que se ha convertido todo lo que suena a técnica fácil de autoayuda es muy tentador, tanto en Occidente como en Oriente, y no debe extrañar por tanto que proliferen charlatanes, farsantes y vendedores de “elixires” milagrosos. En la India más de uno señala a Ravi Shankar como vendedor de “jarabe de yoga”, lo que puede ser un etiquetado bastante bueno. Desde luego, lo que se ve muestra más a un actor que a un profundo meditante o un asceta que recorre la senda señalada por la literatura védica.


El secreto de Ravi Shankar

¿Cuál es el secreto del éxito de Shankar, si es que hay alguno? En realidad, está a la vista. Preguntado por Maharishi a la muerte de éste, Shankar se limitó a decir, un tanto misteriosamente, que había perdido realismo. ¿Qué quería decir? Maharishi había querido conducir a todo el mundo, sin que en un principio fueran conscientes de ello, por su senda yóguica, y soñaba con una “conciencia cósmica” que armonizara el mundo. Pero no parecía querer darse cuenta del todo que la inmensa mayoría de los que acudían a sus cursos de MT no querían eso, y el conflicto surgía cuando se enteraban de a dónde los quería llevar.
El realismo de Shankar es que se limita a dar lo que buscan. Y lo que buscan es una técnica de relajación para sentirse bien. El yoga no es eso, pero indudablemente incluye eso. Sólo unos pocos –y más en la India, lógicamente- quieren algo más, y Shankar también se lo da, lo viva él o no. Para él, es una necesidad: su organización necesita un “núcleo duro” si quiere mantener una respetabilidad, especialmente en su propia tierra.
Por lo demás, ¿cuál es el efecto de sus cursillos? En un mundo de prisas, que parece haber adquirido un aborrecimiento al silencio y a meditar, un rato de ello tiene necesariamente que sentar bien. Lo que sucede es que la gente suele intuir que en el silencio y el ambiente de reflexión surgen cuestiones muy comprometedoras, sobre todo acerca del sentido mismo de la vida. Por eso lo rehuyen. Y Shankar tiene éxito porque lo ofrece eludiendo todo compromiso: es sólo una técnica.
Pero, a la vez, no deja de ser un sucedáneo, y ocurre como con todo sucedáneo: da el pego en un principio, pero no tarda en revelarse como una falsificación. Lo que imparte AV viene así a ser como una pastilla o un sedante: tiene un efecto inmediato positivo, pero efímero. Al poco se pone de manifiesto que es un parche, no una solución. ¿Engaña Shankar? Quizás sí, pero a quienes buscan ser engañados, a quienes van en busca de la receta mágica en vez de encarar sus problemas y las auténticas soluciones a los mismos. Sri Sri Ravi Shankar lo que da es, efectivamente, “jarabe de yoga”.

El gurú que hizo felices a 120.000 seguidores enseñándoles a… respirar



El título parece una broma, pero es la triste realidad: los 120.000 espectadores que asistieron a la "meditación" masiva de Ravi Shankar en Buenos Aires, se consideraron "felices" (sic) por haber "aprendido a respirar" (??¿¿). 
Este hecho insólito origina, inmediatamente, varias meditaciones y reflexiones, como la siguiente: si alguien pensaba que sabía respirar, porque comenzó a hacerlo desde que salió del vientre materno, ¡está totalmente equivocado! Si creía que ya sabía respirar, simplemente porque lo hizo de modo instintivo y natural desde que dejó de habitar en el medio acuoso del vientre materno, el líquido amniótico, lamentamos decirle que está equivocado: Ud. no sabe respirar, y para enseñárselo, ha venido este buen hombre, que se pasar por una divinidad, pero eso es un tema menor, ¡a enseñarle a respirar!
Otra reflexión que se nos viene a la cabeza es la siguiente: ¿tan despistados están nuestros prójimos, para acudir en masa a un evento tan burdo? ¿Cuántos de los 120.000 asistentes son católicos? Seguro que más del 90%. Entonces, ¿casi 100.000 católicos prefieren ir a escuchar a un individuo que busca hacer negocios con una técnica pseudo-espiritual, en vez de ir a hacer verdadera meditación, la que enseña la Iglesia en su bimilenaria Tradición, o en vez de ir a rezar el Rosario, o en vez de ir a hacer adoración eucarística delante del sagrario, en donde está el Hombre-Dios Jesucristo, oculto bajo algo que parece pan pero ya no es más pan, porque es su Cuerpo, su Sangre, su Alma y su Divinidad?
¿Dónde quedó todo lo que estos católicos aprendieron en el Catecismo de Primera Comunión y Confirmación?...
Dejando de lado estos pensamientos en voz alta, y volviendo a la noticia que nos ocupa, agradezcamos entonces a Ravi, llamado también "gurú", "gurují" -y no "gurí", como tal vez algún correntino querría llamarlo-, que se vino desde tan lejos, la India, para enseñarnos algo que creía que sabíamos hacer, respirar, pero que en realidad no sabíamos. Ah, pero eso sí, hay que dejar unos cuantos pesos, así Ravi puede comprar el pasaje de vuelta, y alguna que otra mansión...

Les dejamos el artículo, extraído del sitio digital: "http://site.informadorpublico.com".


(por Cosme Beccar Varela, http://site.informadorpublico.com/?p=18037)

Apareció Sri Sri Ravi Shankar. Es hindú. Tiene una barba y se viste con previsibles ropajes con aspecto de túnica. La de él tiene una franja colorida en uno de los bordes, que es el que más se ve porque ocupa la parte delantera del atuendo. Dicen los organizadores (léase, “los empresarios”) que es un “gurú”. Todos aceptan la palabra pero nadie sabe exactamente lo que quiere decir. Sin embargo, Sri Sri apareció en Buenos Aires y una enorme propaganda de “La Nación”, “Clarín” y la televisión convirtió su llegada en un acontecimiento.
Una organización local llamada “el arte de vivir” fue la encargada de organizar las apariciones del “gurú” al mejor estilo de las estrellas del “rock and roll”, de cobrar las suculentas sumas que se cobraban a los seguidores para tener el derecho de estar presentes en sus apariciones, de las relaciones con el Intendente de Buenos Aires que propiciaba la gira y le facilitó el Centro Municipal de Exposiciones de Buenos Aires y con el Decano de la Facultad de Medicina de la UBA donde se presentó y dijo que “la Argentina era un país muy vibrante”, genialidad que le mereció el aplauso de los 3.000 asistentes (“La Nación”, 7/9/2012, pág. 23).
Después fue al penal de San Martín donde los delincuentes hacen cursos con su “técnica de respiración” (“La Nación” ibidem). Es posible que eso los vigorice. No sé si alegrarme de esa vigorización de ladrones y criminales. Mejor sería que se confesaran y se convirtieran en buenos católicos.
Finalmente, Sri Sri encabezó un acto en la esquina de Figueroa Alcorta y Dorrego, al cual asistieron 120.000 individuos (había escrito “personas” pero me pareció un substantivo excesivamente elogioso, dadas las circunstancias). “Algunos de los respiradores llegaron al amanecer para reservar sus lugares cerca del guruji” (“La Nación”, 10/9/12, pág. 14).
“Subió al escenario pasadas las 15,30, levantó los brazos y recibió la ovación de sus fieles e incondicionales respiradores. Después con mantras rítmicos de fondo se aventuró a la pasarela de unos 100 metros de largo para saludar y tocar a la gente” (“La Nación”, 10/9/2012, pág. 14). O sea, con sólo levantar los brazos y mostrar su túnica bordada, su barba hirsuta y su sonrisa comercial, el gurú fue ovacionado por sus 120.000 “fieles e incondicionales respiradores”. En materia de credulidad insana el fenómeno es realmente de antología.
El fanatismo no terminó allí. A los pocos minutos de subir Sri Sri al escenario “por instrucción precisa del gurú, todos habían sacudido las manos y el cuerpo para liberarse del estrés. “El perro cuando se ensucia sacude todo el cuerpo” dijo Ravi Shankar. Después, todos se sentaron y se dispusieron a respirar.” (“La Nación”, ibidem).
El auge de la sabiduría del “líder espiritual” fue esa orden de sacudirse como perros y respirar. Nadie se sintió ofendido por esa comparación canina aunque es obvio que los asistentes no esperaron la orden del gurú para ponerse a respirar porque si lo hubieran hecho, ya hubieran estado muertos por asfixia cuando él subió al escenario. Nadie puede vivir sin respirar. Esta observación de Perogrullo no parece habérsele ocurrido a ninguno de los papanatas que estaban en el acto.
Cuando empezó a hablar, es decir, cuando intentó justificar con alguna idea la pura idiotez del “show”, “las palabras del indio y de su traductora iban y venían. Sólo lograba distinguirse algunas frases sueltas como respeta tu propia cuerpo(N: con lo cual los que tenían intención de suicidarse o de lacerarse, desecharon su idea), hay una gran sonrisa (N: lo que avergonzó a los que bostezaban o miraban con cara de aburridos), como pez en el agua (N: momento en que los más compenetrados empezaron a imitar la natación de un pez), la mente se expande (N: lo que hizo a muchos lamentar ser tan burros pues sus mentes se contraían en vez de expandirse), cualquier pensamiento déjalo ir (N: consejo que produjo perplejidad en la mayoría de los presentes que carecían de todo pensamiento para dejarlo ir). Por momentos parecía que hablaba en sánscrito, pero los respiradores ya estaban conectados. Elevados. Y sintieron que el tiempo se evaporaba…. Habían pasado 20 minutos y llegó el primer Om. La reverberación del tercer Om se acopló al sonido de un avión que surcó el cielo en ese instante. Todos respiraron, abrieron los ojos y aplaudieron.” (“La Nación”, 10/9/2012, pág. 14).
No se sabe si aplaudieron al avión o al “om” irracional que todos proferían sin saber qué quería decir. ¿Y si ese “om” significara, en el hindú gurú, algo así como “vean como somos placenteramente idiotas”?
Los “respiradores” no tenían la menor idea acerca de lo que realmente piensa este hindú pero las pocas frases entrecortadas y absurdas que lograban oír a través del sistema eléctrico malsonante fueron transmitidas “en simultáneo a 300 ciudades, 100 países y unas 550.000 personas en todo el globo como parte de la jornada El Planeta Medita, organizada por El Arte de Vivir”. ¡Así adjudica la fama este mundo moderno disparatado del que tantos “progresistas” están orgullosos!
En realidad el hindú piensa cómo hacer cada vez más lucrativo el “negocio espiritual” que ha montado. No puede ser de otra manera, porque nada de lo que dice ni hace permite suponer que él mismo se toma espiritualmente en serio. Él debe ser el primer asombrado de ver la imbecilidad de la gente y lo fácil que es engañarla con un poco de teatralidad y un disfraz que no requiere más inversión que un par de sábanas, ampliamente compensado por el ahorro en máquina de afeitar.
Por supuesto, esa gran pervertidora de las clases cultas que es “La Nación” hizo una gran propaganda del histrión y completó su obra corruptora cediéndole espacio en sus páginas (del cual es tan avara para los católicos combativos) para que filosofara sobre el asunto, a una “especialista en vínculo humanos” (a quien no conoce ni su tía a la hora de comer), llamada Violeta Gorodischer.
Esta plumífera ad hoc escribió: “Y durante esos veinte minutos de silencio (N: los que duró el mensaje entrecortado del gurú), dicen los adeptos, la ciudad de la furia (N: se refiere a Buenos Aires) se convirtió como por arte de magia en la capital del amor.” (“La Nación” 11/9/12, pág. 21).

¿Así que Buenos Aires, la ciudad de la furia, por el arte birlibirloquesco de este gurú tartamudo (eléctricamente hablando) cuyo único mensaje conocido es que debemos respirar, en veinte minutos, fue transformada en “la capital del amor”? ¿Es que los asesinos que ese mismo día mataban a alguien en alguna esquina de Buenos Aires, si hubieran respirado, hubieran amado a su víctima en vez de matarla? ¿Es que la tirana absurda que nos envilece habría sido convertida en una hada madrina si alguien la hubiera convencido que respirara? ¿Es que el criminal y la tirana no respiran a pesar de que matan y oprimen? Como obviamente sí respiran, es evidente que la receta no sirve. Hay que decirle al gurú que su mensaje es una farsa y que se vaya con la música a otra parte.