La brujería venezolana, conocida también como "santería venezolana", es homenajeada idolátricamente en los billetes del Banco Central de Venezuela, por decisión del ex-presidente Hugo Chávez, caracterizado no solo por su apostasía de la fe católica, sino por su adicción y su práctica explícita de la brujería. El actual usurpador del título de Presidente de Venezuela, el dictador Nicolás Maduro, es también conocido por su afición a la brujería, en continuación directa con su antecesor Hugo Chávez. La actual crisis de la economía venezolana, marcada por una hiperinflación galopante, se debe, con toda seguridad, a la maldición que estos ídolos demoníacos han desencadenado sobre Venezuela, al haber sido invocados y homenajeados explícitamente por medio de los billetes de la moneda nacional venezolana.
"Las ideas de la Nueva Era son incompatibles con la fe de la Iglesia Católica" (Juan Pablo II, 18-05-93)
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