"La humanidad no encontrará la paz hasta que no vuelva con confianza a mi Misericordia" (Jesús a Sor Faustina)

viernes, 30 de agosto de 2013

Características de las Sectas en Latinoamérica

Las Sectas en Latinoamérica
5º Parte

P. Ignacio Garro, S.J.
Profesor del Seminario Arquidiocesano de Arequipa, ex profesor del Seminario de Trujillo.




CARACTERIZACIÓN Y SITUACIÓN DE LAS SECTAS EN AMÉRICA LATINA:

Una vez que hemos descrito de manera global, en las publicaciones anteriores, la presencia de las sectas protestantes y los nuevos movimientos religiosos en América Latina ahora vamos a describir qué es una secta y cuáles son sus características propias y su situación, dentro de una visión pastoral sociológica y teológica24.

1.- VOCABULARIO:
Qué significa "secta": La palabra "secta" es anterior al cristianismo. Proviene del judaísmo rabínico que llamó genéricamente "sectas" a las corrientes y facciones que se alejaban de las tradiciones rabínicas. En el cristianismo por el uso generalizado de la palabra, se denominó "secta" a todo movimiento religioso separado del cristianismo y que tenía sus características especiales y comunes.
También desde el latín es posible encontrar un sentido a esta palabra "secta". Puede provenir de "sequi" (seguir), o de "sectare" (cortar). En este sentido, "sectario" es, o bien "el que sigue" alguna doctrina particular, o bien "el que se corta", se desprende, se desgaja del árbol original.

2.- DEFINICIÓN:
Podríamos intentar una definición de la "secta religiosa" a partir de las relaciones del "todo" con la "parte". La "secta" es el grupo que se imposibilita a sí mismo para visualizar la totalidad. Si se la compara con la Iglesia Católica, habría que decir que la "secta" carece de "catolicidad" en el sentido que esta nota (catolicidad) de la Iglesia tiene para los creyentes. A saber, uno es católico en el último puesto de misión del mundo, porque lleva en sí el principio de la universalidad (catolicidad) de su fe, porque ve el "todo" (la fe católica) en la "parte" (su fe personal unida a la de toda la Iglesia). Uno es "sectario", no por pertenecer a un grupo pequeño, sino porque quiere ver el "todo" desde la "parte", "desde su parte". Por eso, se considera mejor hablar, en vez de "secta" de "actitud sectaria"; es decir, aquella actitud que mira todo desde una sola óptica despreciando las demás y considerando la propia visión como perfecta. Mirada así, la secta es una tendencia que siempre puede aparecer en la naturaleza humana y en el grupo social humano.
Para los estudiosos de la Sociología de la Religión:
"Secta es una asociación libre de cristianos austeros y consientes que, regenerados verdaderamente, se reúnen juntos, se separan del mundo y se restringen a sus pequeños círculos. Más que sobre la gracia, ponen el acento sobre la ley, y practican, en el seno del grupo, de una manera más o menos radical, la ley cristiana del amor: y todo ellos en vistas a preparar y esperar la venida del Reino de Dios" 25.

Tenemos otra definición desde la Sociología de la Religión:
"La secta es una agrupación contractual de voluntarios que han elegido, tras algunas experiencias religiosas precisas, agregarse a otros cristianos que han tenido las mismas experiencias. El cuerpo así formado mantiene su legitimación de los lazos creados entre creyentes, y entre ellos mismos y Dios. La salvación aquí es un asunto personal, y no de relación a un organismo de gracia... Las exigencias éticas son las mismas para todos los miembros. La preocupación de mantener, por la disciplina y la excomunión, la pureza de la comunidad se revela aquí tanto más necesaria que la santidad como cualidad inherente a su legitimidad..." 26.

Otra definición:
"La secta se caracteriza por ser un grupo religioso cerrado que nace por oposición a las Iglesias institucionales establecidas y por oposición al mundo. La secta se nutre de esta doble oposición, que a menudo se traduce para ella en una doble persecución, la de la Iglesia y la de los Estados. Las primeras denuncian en los sectarios, peligrosos fanáticos que ponen en peligro la unidad de la Iglesia y su autoridad (apostólica), los segundos ven en ellos temibles revolucionarios o gentes asociales" 27.

Finalmente: "La secta aspira a reagrupar "creyentes convencidos", cuya adhesión deberá en principio resultar de un acto personal, voluntario y no de una simple rutina familiar; es significativo que un gran número de sectas cristianas rechacen la práctica del bautismo de niños y no bauticen sino a los adultos o adolescentes ...; la secta manifiesta a menudo una "orientación exclusivista": más o menos conscientemente, el grupo tiene tendencia a considerarse como el pequeño rebaño de los elegidos, como la auténtica Iglesia sobre la tierra; no cabría mantener simultáneamente una alianza con otra fe religiosa; esta actitud implica además una fuerte exigencia de "pureza interna"; la secta además cree detentar la más "auténtica comprensión del mensaje evangélico", ya sea bajo la forma de un retorno a la pureza del cristianismo original, ya sea por una revelación de su fundador que aporta una nueva luz sobre la verdadera significación del cristianismo" 28.

Podríamos analizar la "secta" o la "actitud sectaria" desde otras ópticas. Son como tendencias constantes que se dan en el ser humano y en la historia. Una de estas características es la "simplificación". La secta es el grupo humano que, frente a la complejidad del misterio de la fe, del mundo y del mismo hombre, opta por resolver con trazos sumamente sencillos lo que ciertamente no lo es. Esta tendencia esta relacionada con la razón humana, a la cual se le niega derecho para ejercer la distinción y la crítica que permitan asegurar la verdad de una cosa. La otra característica es la "búsqueda de seguridad. La secta es el grupo religioso que asegura al hombre frente a su constante inseguridad y al riesgo de vivir. Desde el punto de vista cristiano, todo el misterio del fracaso, el misterio de la cruz en la propia existencia, parece quedar evacuado en esta búsqueda de un cielo en la tierra. La sociedad actual en muchos países se ha vuelto tan violenta y ha originado una sensación tan profunda de inseguridad en casi todos sus miembros, que la "búsqueda de seguridad" aquí en la tierra es un verdadero deseo, las sectas aprovechan esta necesidad para ofrecer esta falsa seguridad.

3.- CARACTERIZACIÓN TEOLÓGICA:
Cuando hacemos un estudio de la Iglesia Católica y nos referimos a su razón de ser teológica y apostólica podemos hablar de una "posibilidad de interpretación", pues en ella existe un núcleo fijo y viviente a la vez, garantizado por su existir concreta en la Historia, garantizado por una doctrina vivida por el pueblo de Dios y enseñada por un Magisterio que a los largo de 20 siglos ha mantenido la verdad que el Espíritu Santo le inspira e impulsa. Al referirnos a las sectas protestantes, como carecemos de sus fundamentos exactos y precisos, no podemos analizar el sentido original que tuvieron. Por ello, al analizar la razón de su ser y existir debemos de ejercer un análisis de las relaciones que han mantenido entre ellas y con las Iglesias tradicionales. Eso es lo que vamos a intentar ahora buscando conexiones teológicas y de otro tipo y veremos también sus mecanismos propios y su funcionamiento.

Vamos a presentar aquí los elementos que nos parecen brotar de las sectas protestantes.

a.- Reduccionismo:
La primera característica de la secta protestante está dada por una "reducción de la revelación". Llama la atención el carácter simplista de las formulaciones presentadas y el apego literal a las doctrinas sustentadas. Este reduccionismo, que se realiza a todos los niveles de la revelación cristiana, toca también al Misterio de Dios, el Misterio de Cristo, el Misterio de la Iglesia y el del hombre en el mundo. Uno se sorprende de la falta de relación con la totalidad de la revelación. Y la reducción se muestra muy seria, en la práctica, cuando se habla de Jesús, al cual a menudo se le niega la divinidad. Por consiguiente, lo que comenzaba por una simple reducción parcial, concluye negando lisa y llanamente las verdades fundamentales de la fe, a saber: que Jesús es verdadero Dios y verdadero hombre. Esta afirmación de la fe cristiana, vivida y defendida dúrate 20 siglos, ellos no la proclaman tan claramente. Igualmente ocurre con el Misterio de la Trinidad, no lo proclaman según la Iglesia Católica.

Este reduccionismo y esta negación de las verdades cristianas se deben en buena parte a la ignorancia y al desprecio de la "analogía fidei" que permite la concordancia (por analogía) de las verdades particulares con la revelación sobrenatural total. El trato con los textos bíblicos, en especial permite notar ciertas contradicciones aparentes: por ejemplo: que Dios sea Uno y Trino. Pero como Dios es quien ha dado toda la revelación, se opone a su fidelidad que las afirmaciones de la fe puedan contradecirse. Por eso, la Iglesia Católica siempre ha tenido conciencia de que las verdades de le fe deben de concordar entre sí mediante un principio más alto y sin forzar nunca los textos bíblicos o magisteriales. Las sectas protestantes al carecer del "principio de la analogía fidei", no tienen la norma reguladora para el estudio y la interpretación de la Sagrada Escritura de una manera total y coherente. Sin esta visión del todo, el resultado será, como en las sectas, una acentuación de lo parcial, que llevada a su extremo producirá los elementos contrarios al mismo evangelio.

b.- Fundamentalismo:
Los documentos de Puebla lo menciona expresamente (nº 1109), pero calificándolo de fundamentalismo bíblico. Nos parece necesario hacer algunas precisiones acerca del concepto fundamentalismo:
a.- Fundamentalista es, en el protestantismo, todo pensamiento cristiano más bien conservador, opuesto a las tendencias modernistas, liberales, o de crítica bíblica (historia de las formas, etc.).
b.- Fundamentalista es, un especial Movimiento conservador que propagó en Estados Unidos con un programa de cinco puntos:
.- La divinidad de Jesús
.- El nacimiento virginal de Jesús
.- La muerte de Cristo como expiación vicaria
.- La resurrección corporal
.- La segunda venida de Jesucristo
c.- Hay, todavía, un fundamentalismo más antiguo, en la época de la Reforma Protestante. Los pietistas (secta protestante) recalcando la pura experiencia de Dios, suprimirán la mediación de la Iglesia e incluso de la Biblia como norma de fe. De ahí surgen los fundamentalistas, que se opondrán a ese iluminismo interior, insisten en la absoluta infalibilidad de las palabras bíblicas solas, sin mediación alguna de la Iglesia. Esto dio lugar a una teoría de la inspiración bíblica separada por completo de la vida y de la verdad de la Iglesia y de su Magisterio. Así se estableció al principio clave de estas sectas fundamentalistas: "La Biblia es la única fuente de fe". Estos fundamentalistas bíblicos carecen de una referencia de los textos de la Sagrada Escritura en su referencia al Misterio de Cristo y de su Iglesia, al conjunto de toda la revelación y al centro del plan de salvación manifestado por Dios Padre en su Hijo Jesucristo, y en su Iglesia.

c.- Salvacionismo:
Otra característica de las sectas protestantes es la selección de textos en la Biblia para anunciar apocalípticamente que ya estamos en los últimos tiempos y hay que prepararse para la salvación. Esta salvación es concebida primariamente como un "aceptar a Cristo" esperando una serie de bienes escatológicos para después de esta vida. Los textos de Mt. 24, 1 y s.s. y otros argumentos no pueden convencerlos de que haya una incidencia de la salvación ya en la historia (las obras de misericordia). Este aspecto está fuertemente coloreado por el agregado de "revelaciones" que han hecho los iniciadores de la secta, según la declaración de los mismos interesados, suprimiendo algunas verdades de la fe con respecto a las postrimerías. De este modo, la interpretación de la salvación es reducida y evacuada de sus aspectos más universales.
d.- Relación: Iglesia - Mundo:
Las sectas protestantes carecen de una exacta visión de la relación de la Iglesia (como sacramento de salvación) y la historia y la cultura humana, en una palabra, el mundo. Más aún, niegan que se pueda hacer reposar la fe sobre cualquier "elemento mundano" (la Iglesia, por ejemplo), ya que según ellos, una auténtica fe debería ser suscitada constantemente por la palabra divina.

Entre vivir en la santidad subjetiva y vivir en el mundo, las sectas protestantes han sacrificado casi siempre el vivir en el mundo para privilegiar el llamado a la santidad subjetiva que debe de ser vivida "lejos de lo mundano" 29. En el fondo de esto se encuentra el problema de las relaciones e implicaciones entre la revelación de Dios y la historia de los hombres. La Iglesia Católica, sin embargo, encuentra en sus sacramentos y en las normas de la fe garantizadas por un Magisterio Apostólico e histórico el principio de su apertura a la universalidad y a su vivir en este mundo. Las actividades de hombres y mujeres en la cultura, arte, trabajo social, etc., no interesan en la óptica sectaria, a no ser que les sirva para sus intereses proselitistas de captación de adeptos. Ellos viven la dicotomía Dios- mundo. La Iglesia Católica lo ve todo venido, creado y culminado en Dios.

e.- Eleccionismo:
Usamos esta palabra para expresar la concepción sectaria de que sólo los miembros de la secta, sólo los que "han aceptado a Cristo", son los elegidos por Dios. El adepto a una secta es "luz", a diferencia de los demás, especialmente los "católicos" que representan el "mundo de las tinieblas". Se rechaza entonces la acción del Espíritu Santo fuera de sus grupos sectarios y, por consiguiente, todo diálogo con la Iglesia o Comunidades tradicionales (ortodoxos, luteranos, etc.) resulta superfluo e inútil. Los "salvados ya están contados y son solamente ellos".
...
Referencias:

24 Este apartado lo tomamos de O. Santagada, "Caracterización y situación de las sectas en América Latina" en "Las sectas en América Latina", Pgs: 11-37. Edit. Claretiana. Argentina, 1989.
25 Ernest Troeltsch, "Soziallehren", citado por J. Vernette, en "Les Sectes", Paris, 1990,Pg.11
26 Jean Sèguy, "Les sectes protestantes dans la France contemporaine", Edit. Beauchesne, Paris, 1956, Pgs: 7-8.
27 Roger Mehl, "Tratado de sociología del Protestantismo", Edit. Studium, Madrid 1974, Pg. 252.
28 J. Francois Mayer, "Les sectes et vous" Edit. Saint Paul, Paris, Pgs: 12-13.
29 Ives Congar, "Catolicidad de la Iglesia", en ""Mysterium Salutis" , Tomo IV, Madrid, 1981, Pg. 508, y s.s.

El Magisterio de la Iglesia y las sectas



Las Sectas en Latinoamérica
4º Parte

P. Ignacio Garro, S.J.
Profesor del Seminario Arquidiocesano de Arequipa, ex profesor del Seminario de Trujillo.



c.- Los Documentos del Episcopado Latinoamericano:

En las publicaciones precedentes se aludió a la grave preocupación que siente el Episcopado Latinoamericano por la cuestión de las sectas y de los nuevos movimientos religiosos. Si tuviera que darse un dato del inicio de esta solicitud pastoral de manera solemne, habría que pensar en la III Conferencia General del CELAM celebrada en Puebla, Febrero de 1979. Desde entonces, la documentación episcopal sobre las sectas protestantes en América Latina es muy amplia.

En este apartado final analizamos el tratamiento que se desprende de estos textos del Magisterio Ordinario, valorando comparativamente los documentos de algunas Conferencias Episcopales con aquellos del CELAM. Parece que desde Puebla los análisis de los Documentos del Episcopado Latinoamericano han avanzado relativamente poco. Se viene repitiendo tanto su letra como su espíritu. Sólo en algunos documentos posteriores se han dado pasos que avanzan la reflexión de Puebla.

1.- Afirmaciones del Documento de Puebla:

Es sobradamente conocida la importancia que ha tenido Puebla para el catolicismo Latinoamericano. Aquí nos fijamos exclusivamente en las afirmaciones, dispersas en varios apartados a los largo del documento oficial, respecto al mundo de las sectas protestantes que Puebla denomina "Movimientos Religiosos Libres". He aquí los elementos que deben de resaltarse:

a.- la terminología: Puebla emplea términos y frases como "intensa propaganda protestante", "campaña proselitista y agresiva de las sectas", (nº 342, 1108, 1109, 112); "invasión de sectas", (nº 419); "son clara y pertinazmente anticatólicas y también injustas al juzgar a la Iglesia Católica" (nº 80); que hacen pensar en la actitud y en los sentimientos que vimos en el apartado de "amenaza". Este término, el de amenaza, se emplea literalmente cuando se habla de los aspectos negativos de la religiosidad popular, (nº 456).

b.- Una cierta identificación del pueblo, de la cultura y de la religiosidad latinoamericana con lo "católico": El Documento de Puebla resalta el hecho indiscutible de que la Evangelización en América Latina fue iniciada por la Iglesia Católica: "Desde hace cinco siglos, estamos evangelizando América Latina", (nº 342). Pero esta fe "dada a nuestros pueblos está hoy amenazada", entre otros peligros, "por el influjo de las sectas proselitistas y por los sincretismos foráneos", (nº 342). Abiertamente se reconoce, además, que la fe ha llegado a ser "constitutiva de su ser y de su identidad, otorgándole la unidad espiritual que subsiste, pese a la ulterior división en diversas naciones...", (nº 412). En el nº 444, hablando de la religiosidad popular, llegará a decir: "La religión del pueblo Latinoamericano, en su forma cultural más característica, es expresión de la fe católica. Es un catolicismo popular". Y esa "identidad y originalidad histórica cultural llamada América Latina... se simboliza muy luminosamente en el rostro mestizo de María de Guadalupe, que se yergue al inicio de la evangelización...", (nº 446).

Para Puebla, el hecho de que la Iglesia Católica constituye en América Latina la inmensa mayoría de la población, no sólo es un hecho de carácter sociológico, sino también un hecho "teológico muy relevante" (nº 1100).

c.- Reconocimiento leal de la escasa educación en la fe del pueblo católico, y deficiencias pastorales de la Iglesia misma: A pesar de lo dicho, el Documento de Puebla no refleja el triunfalismo estéril respecto a la realidad religiosa del pueblo católico. Más bien refleja una seria preocupación que la Iglesia Católica asume como "reto" y "desafío". Con gran realismo advierte en un texto muchas veces citado: "Si la Iglesia no reinterpreta la religión del pueblo Latinoamericano, se producirá un vacío que lo ocuparán las sectas, los mesianismos políticos secularizados..." nº 469. Y también en el nº 628 confiesa no haber encontrado siempre "los medios eficaces para superar la escasa educación en la fe de nuestro pueblo (católico)". El pueblo que es descrito como "indefenso frente al proselitismo sectario y a los movimientos pseudo-espirituales".

El mismo realismo se advierte al confesar la serie de elementos que obstaculizan la necesaria renovación:

"la primacía de los administrativo sobre lo pastoral, la rutina, la falta de preparación a los sacramentos, autoritarismo de algunos sacerdotes y encerramiento de la parroquia sobre sí misma, sin mirar la graves urgencias apostólicas del conjunto", (nº 633).

d.- Necesidad de discernimiento y reconocimiento de algunos valores: El Documento reconoce que los grupos religiosos no-católicos no configuran en el continente latinoamericano una realidad única. De ahí que una seria pastoral deba comenzar por la tarea del discernimiento. En el capítulo IV del Documento, dedicado al "diálogo para la comunión y la participación", propone distinguir en la realidad religiosa de Latinoamérica la existencia de, al menos, los siguientes cuerpos: Iglesias Orientales e Iglesia y comunidades de Occidente, (nº 1101), la variedad de corrientes del judaísmo, (nº 1103), el Islam y otras religiones no cristianas, (nº 1104), así como la existencia de "movimientos religiosos libres (popularmente "sectas") de los que afirma que algunos se mantienen dentro de los limites de la profesión de fa básicamente cristiana, mientras que otros no pueden ser considerados como tales", (nº 1102).

En este plural panorama religioso, Puebla recuerda además la existencia de "otras formas religiosas o para-religiosas, con un conjunto de actitudes muy diferentes entre sí, que aceptan una realidad superior (como "espíritus", "fuerzas ocultas", "astros", etc.) con la cual entienden comunicarse para obtener ayuda y normas de vida", (nº 1105).

Puebla, no demuestra tener una visión exclusivamente negativa del problema religioso. Por lo que se refiere a nuestro tema, dice que los "movimientos religiosos libres" (a los que identifica con las "sectas") "manifiestan frecuentemente deseo de comunidad, de participación, de liturgia vivida, que es necesario tener en cuenta", (nº 1109). Y respecto a las "otras formas religiosas o para-religiosas" observa en ellas "la búsqueda de respuestas a las necesidades concretas del hombre, un deseo de contacto con el mundo trascendente y de lo espiritual", (nº 1112).

e.- Estudio detenido del crecimiento de las sectas: No cabe ignorar por más tiempo uno de los retos mayores de la Iglesia Católica en América latina. De ahí que en al apartado dedicado a la acción pastoral, finalizado el Capítulo IV, se recomiende:

" ... estudiar diligentemente el fenómeno de los "movimientos religiosos libres" y las causas que motivan su rápido crecimiento, para responder en nuestras comunidades eclesiales a los anhelos y planteamientos a los cuales dichos movimientos buscan dar una respuesta, tales como liturgia viva, fraternidad sentida y activa participación misionera", (nº 1122).



2.- Las afirmaciones del Documento de Santo Domingo:

Del 12 al 18 de Octubre de 1992, el Episcopado Latinoamericano celebró en Santo Domingo (República Dominicana) su IV Conferencia General, bajo el Tema: "Nueva Evangelización, promoción humana y cultura cristiana".
El Documento final (Conclusiones) consta de tres partes.
1º.- La primera, lleva el título: "Jesucristo, evangelio del Padre". Consiste en una visión cristocéntrica para la nueva evangelización, adoptando un vocabulario no muy usual en los últimos decenios por el catolicismo Latinoamericano, pero: "ha sido retomado para hacer frente al crecimiento incesante de los Nuevos Movimientos Religiosos protestantes, que ponen a Jesucristo, Señor y Salvador, en el centro de su mensaje y ganan millares de adeptos en el continente".
2º.- La segunda parte lleva el título: "Jesucristo, evangelizador viviente de su Iglesia". Consta a su vez de tres capítulos: 1.- La nueva Evangelización. 2.- La promoción humana. 3.- La cultura cristiana.
3.- La tercera parte se titula: "Jesucristo, vida y esperanza de América Latina".
Los temas de las relaciones inter-religiosas y el sectarismo son tratados en la segunda parte en el capítulo primero: "La nueva evangelización". Como fin propio de la "nueva evangelización" propone el "formar hombres y comunidades maduras en la fe que den respuestas a la nueva situación que vivimos", y apunta como factores definitorios de esta nueva situación: "el materialismo, la cultura de la muerte, la invasión de las sectas y las propuestas religiosas de distintos orígenes", (nº 26).
Poco después, hablando de las comunidades eclesiales vivas y dinámicas (1,2) que debe de poseer la Iglesia Católica, se plantea la cuestión del anuncio del Reino a todos los pueblos (1,4). Es en este contexto donde se aborda, en un claro esquema, el problema respecto a:
1.- Los hermanos en Cristo de las otras Iglesias
2.- Los judíos y las otras religiones, entre las que destaca a las religiones indígenas y afro- americanas
3.- Las sectas protestantes fundamentalistas
4.- Los Nuevos Movimientos Religiosos.

Análisis que hace siempre bajo un triple prisma:

a.- La situación de cada una de ellas
b.- Los desafíos que esto representa
c.- Las líneas pastorales a tomar

Interesa que recordemos aquellas afirmaciones de la IV Conferencia del CELAM en Santo Domingo que hacen referencia a nuestra temática:

1.- El diálogo con las religiones no-cristianas: El documento presenta como "desafío" la importancia de iniciar cuanto antes un diálogo con las grandes religiones presentes en el continente, "particularmente las indígenas y afro-americanas, durante mucho tiempo ignoradas o marginadas", (nº 137). Como "línea pastoral", invita a un cambio de actitud por parte católica dejando atrás prejuicios históricos, así como la necesidad de que los agentes de pastoral profundicen en el conocimiento de estas religiones, (nº 138).

2.- Las sectas protestantes fundamentalistas: El documento afirma que "este problema ha adquirido proporciones dramáticas y ha llegado a ser verdaderamente preocupante sobre todo por el creciente proselitismo", (nº 139), cuya "presencia a aumentado de manera creciente desde Puebla hasta nuestros días", (nº 140).

Las sectas fundamentalistas son definidas como "grupos religiosos que insisten en que sólo la fe en Jesucristo salva y que la única base de la fe es la Sagrada Escritura, interpretada de manera personal y fundamentalista, por tanto con exclusión de la Iglesia, y la insistencia en la proximidad del fin del mundo, el juicio próximo", (nº 140). Y como características de las sectas señala el "afán proselitista con visitas domiciliarias, gran difusión de Biblias, revistas y libros, frecuente uso de los medios de comunicación social, ayuda financiera proveniente del extranjero y del diezmo de los fieles, marcados siempre por un moralismo riguroso, con frecuentes reuniones de oración en cultos participativos y emotivos, manifestando una gran agresividad contra la Iglesia Católica, y sus compromisos temporales son muy débiles", (nº 140).

El desafío de estas sectas exige: "dar una respuesta eficaz ante su avance, haciendo más presente la acción evangelizadora de la Iglesia Católica en aquellos sectores más vulnerables, como migrantes, poblaciones sin atención sacerdotal y con gran ignorancia religiosa..." ,(nº 141). Y como líneas pastorales se enumeran: "la firme voluntad de que la Iglesia Católica sea cada vez más comunitaria y participativa, generadora de grupos de familias y círculos bíblicos y haciendo de la Parroquia la "comunidad de comunidades", (nº 142). Pero añade también: "la necesidad de desarrollar una catequesis mucho más adecuada para explicar el Misterio de la Iglesia, la mediación de la Virgen María y de los Santos y la misión de la Jerarquía", (nº 142); "la promoción de ministerios ordenados y laicales, el afianzamiento de la identidad de la Iglesia cultivando la devoción a la Eucaristía, a la Virgen, la comunión y obediencia al Papa y al propio Obispo, y la devoción a la palabra de Dios, (nº 143). También, "la promoción de una Liturgia más viva y participativa" (nº 145); y por último "la instrucción del pueblo de Dios sobre las características de las diversas sectas y las respuestas a las injustas acusaciones que la Iglesia recibe de ellas, así como la promoción de las visitas domiciliarias... crear una pastoral para acoger a los católicos que regresan a la Iglesia", (nº 146).

3.- Los Nuevos Movimientos Religiosos: El documento, siguiendo una perspectiva fenomenológica, los define como "hechos socio-culturales protagonizados por sectores marginales y también capas medias y pudientes de América Latina que, a través de formas religiosas generalmente sincréticas, logran expresar su identidad y anhelos humanos". Pero desde una visión creyente afirma que "estos fenómenos pueden ser considerados como signos de los tiempos", (nº 147). El texto de Santo Domingo distingue varios tipos de Nuevos Movimientos Religiosos que enumera del modo siguiente:

a.- Formas para-cristianas o semi-cristianas, como Testigos de Jehová, Mormones, etc.
b.- Formas esotéricas que buscan una iluminación especial y comparten conocimientos secretos y un cierto ocultismo religioso: Corrientes Gnósticas, Rosacruces, Teósofos, Corrientes Espiritistas, etc.
c.- Filosofías y cultos con facetas orientales, pero que rápidamente se están adecuando al continente americano: Hare Krishna, Luz Divina, Ananda Marga y otros.
d.- Grupos derivados de las grandes religiones asiáticas, ya sea el budismo (grupo de Seiko No ´he), del hinduismo (yoga), o del Islam (Bahá ´i).
e.- Empresas socio-religiosas, como la Secta Moon, o la Nueva Acrópolis, que tienen objetivos ideológicos y políticos bien precisos, junto con sus expresiones religiosas, cruzadas, mediante medios de comunicación social, campañas proselitistas, que cuentan con apoyo o inspiración del Primer Mundo y que religiosamente insisten en la conversión inmediata y el poder de sanación, Iglesia Electrónica.
f.- Multitud de centros de "curación divina" o atención a malestares espirituales y físicos de gente problemática y pobre, con cultos colectivos terapéuticos, (nº 147).

Varias causas pueden explicar, según el documento de Santo Domingo, el interés que despiertan estos Nuevos Movimientos Religiosos:

.- La permanente y progresiva crisis social que favorece una cierta angustia colectiva.
.- La pérdida de identidad de las personas.
.- La capacidad de estos movimientos "para adaptarse a las circunstancias sociales y satisfacer momentáneamente algunas necesidades de la población.
.- El distanciamiento de la Iglesia Católica de sectores populares o pudientes, que buscan nuevos canales de expresión religiosa.
.- La habilidad para ofrecer "aparente solución a los deseos de "sanación" por parte de gente atribulada y enferma", (nº 149).

El "desafío pastoral" consiste en "evaluar la acción evangelizadora de la Iglesia Católica y determinar a qué ambientes humanos llega y a cuáles no llega esta acción", (nº 150).

Como "líneas pastorales" propone, "dar un trato diferenciado a los movimientos religiosos según su índole y sus actitudes en relación con la Iglesia Católica", (nº 151); así como "promover una Liturgia viva y presentar una antropología cristiana que dé el sentido de la potencialidad humana, el sentido de la resurrección y el sentido de las relaciones con el universo (alusión a los horóscopos)", (nº 152).

Comentando los aspectos ecuménicos del documento de Santo Domingo, se espera que el Episcopado de América Latina pueda reemprender pronto un diálogo con el "Consejo de Iglesias de América Latina" (CLAI), que ahora mismo congrega a 140 Iglesias protestantes y a organismos del Nuevo Mundo. También exhorta a que la Iglesia dialogue con las comunidades judías, musulmanas y con las religiones autónomas y afro-americanas, en "las que descubren, con auténtico discernimiento cristiano, las semillas del Verbo".

El yoga es incompatible con la profesión de fe católica


El yoga no es un mero "ejercicio físico", sino un sofisticado sistema filosófico y teológico anticristiano
que se ubica en las antípodas del Catolicismo

¿Puede un cristiano practicar yoga como disciplina corporal? Un experto habla de su fin religioso

¿Se puede separar los beneficios para la salud que aporta el yoga de su connotación espiritual? ¿Es incompatible para un cristiano practicar el yoga?



Reproducimos íntegramente un artículo sobre la relación entre el yoga y el cristianismo del profesor Joel S. Peters, que enseña Teología en un Instituto católico de segunda enseñanza en Montvale, New Jersey (Estados Unidos). 

¿Es el yoga una amenaza para los cristianos?
«No es poco común en estos días ver propaganda y promociones del yoga. Abundan los libros sobre el yoga; abundan los sitios en el Internet que se ocupan de su filosofía y práctica; y seminarios de divulgación son rutinariamente ofrecidos en gimnasios, clubs de salud e, incluso, en algunas instituciones católicas. Ha penetrado tan exitosamente en nuestra cultura que incluso a mucha gente no se le mueve ni un pelo cuando eso se menciona. De hecho algunos cristianos han incorporado al yoga a sus vidas y admiran su propia actitud "inclusiva", o bien no ven nada incorrecto con practicar el yoga y estarían muy sorprendidos de saber que representa alguna amenaza espiritual de cualquier tipo. 

Gran ignorancia sobre el yoga
»Es precisamente a causa de esta ignorancia sobre el yoga -- de parte de quienes se declaran cristianos -- que elegí escribir este artículo. No tengo dudas que la vasta mayoría de creyentes que practican el yoga es felizmente inconsciente respecto de su verdadera naturaleza y propósitos y que probablemente lo vea como "simplemente ejercicio". Pero en eso radica su mayor peligro. Cuando el yoga es reducido a una mera disciplina corporal, con poca o ninguna relación con sus fundamentos espirituales, corremos el riesgo de ser engañados sobre algo que puede tener mucho que ver sobre nuestro bienestar espiritual. 

¿Qué es el yoga? 
»Los orígenes del yoga se remontan hasta 5.000 años y durante mucho tiempo sus principios se difundieron a través de la transmisión oral. Finalmente esta tradición fue puesta por escrito y entonces el yoga hizo su aparición en los cuatro antiguos textos hindúes conocidos como los Vedas, el más antiguo de los cuales data del 1.500 a.C. Más tarde, un individuo llamado Patañjali compiló y codificó la suma total del saber sobre el yoga. Las fuentes discrepan sobre cuándo ocurrió esto, con fechas que van del siglo IV a.C. al II d.C. Su obra, llamada el Yoga Sutra, es el texto de más autoridad sobre el yoga, reconocido por todas sus escuelas. 

Hinduismo y yoga, inseparables
»La palabra "yoga" deriva de la raíz sánscrita yuj, que significa "unión" o "uncir". El sánscrito es la lengua antigua del hinduismo y por tanto no debería sorprender el saber que el yoga está relacionado inseparablemente con esta religión. En realidad, el significado de "yoga" es muy similar a la palabra latina religio, de la que deriva nuestra palabra "religión" -- que significa "sujetar" o "atar". En el caso de ambas palabras, la clara implicación es que la persona ha sido "acoplada" o "ligada" a algo espiritual. Más significativa es aún la razón por la cual se ha desarrollado el yoga. 

»En el hinduismo existen tres vías para la salvación: las obras (ritos, obligaciones, y ceremonias que deben agregarse al propio mérito), el conocimiento (la comprensión de que la verdadera causa del mal y la miseria no es el pecado sino la ignorancia sobre la verdadera naturaleza de nuestra existencia) y la devoción (la adoración a los dioses y diosas hindúes). 

El yoga es un sistema de la filosofía hinduista
»Son los brahmanes o casta sacerdotal (el estado social más alto) los que en la sociedad hindú, los que más frecuentemente utilizan la vía del conocimiento. Dentro de ella, existen tres escuelas filosóficas: vedanta, sankhya y yoga. De modo que, dicho con sencillez, el yoga es un sistema de la filosofía hinduista diseñado para conducir a quien lo practica al alumbramiento espiritual o la salvación. Dentro de este proceso, el mecanismo específico es la utilización de posturas físicas (asanas), unidas a ejercicios respiratorios que son específicamente diseñados para estimular la meditación y alterar el estado de la propia conciencia a fin de que quien lo practica alcance la unión con una "realidad superior". 

El objetivo final del yoga es el mismo
»Si bien es ajeno al propósito de este artículo tratar los diversos tipos de yoga, es relevante notar que, no obstante que los componentes dentro de sus ramas pueden variar, su objetivo final es el mismo, a saber, la alteración de la propia conciencia para alcanzar un estado espiritual. 

Yoga y religión, ¿hay conexión?
»Pero los recursos bibliográficos sobre el yoga ¿No repudian la conexión religiosa? 

»Ciertamente, Ud. encontrará negaciones de parte de algunos autores e instructores sobre cualquier conexión entre el yoga y la religión. Considere los siguientes ejemplos: "el yoga no es una religión, por lo tanto puede ser practicada en armonía con cualquier creencia religiosa". (Rammurti S. Mishra, Fundamentals of Yoga). 

»"El yoga es un sistema integral sobre cómo vivir nuestras vidas. Él nos conduce hacia una completa nueva forma de vida. No es una religión, por tanto puede ser combinada con una religión para incrementar la riqueza de cualquier tradición" (Mischala Joy Devi, The Healing Path of Yoga). 

»"Algunos piensan que el yoga es calisténico, compendiado en los pies arriba, la postura de loto u otra pose en forma de rosquilla. Otros piensan que es un sistema de meditación. Sin embargo hay quienes lo miran, quizás con temor, como una religión. Todos estos estereotipos son falsos". (Georg Feuerstein y Stephan Bodian, editores, Living Yoga). 

»"De todos modos ¿qué es el yoga? No es sólo relajación, sólo respiración o sólo meditación. No es sólo cruzar las piernas, cerrar los ojos, juntar los pulgares y índices y cantar ‘Om…’ Y ciertamente no es un culto o una religión" (Larry Payne y Richard Usatine, Yoga Rx). 
El fin espiritual del yoga
»Todos son reconocidos maestros del yoga y sin embargo uno puede no menos que detenerse ante la incongruencia de sus negaticiones sobre las conexiones religiosas del yoga y el material que exponen en sus libros, el cual muestra claramente cómo la práctica del yoga tiende, formalmente, hacia un fin espiritual dentro del contexto de una visión universal propiamente hindú. 

Falsear el yoga
»Y si el yoga no es realmente una religión, entonces ¿cómo explicamos el hecho que tenga un papel prominente en los Vedas, el Bhagavad-Gita y los Upanishads, que son libros sagrados hindúes? De modo que esas negaciones son, en el mejor de los casos, ignorancia de parte de esos autores (lo que es insostenible a la luz del nivel de estos maestros del yoga) y en el peor de los casos, un deliberado falseamiento de lo que realmente es el yoga. Ambas explicaciones presentan problemas. 

¿Por qué la práctica del yoga es un problema para un cristiano? 
»En el corazón del hinduismo hay una visión monástica -- la que sostiene que toda realidad es, en última instancia, una sola y que ella tiene una común "esencia" divina. En otras palabras, mi propio ser o identidad tiene en realidad la misma identidad que todos los otros seres. Aunque las etiquetas para esta esencia varían (p.e., ser universal, conciencia cósmica, ser eterno, etc.), conllevan el mismo concepto básico, a saber, que el universo es entendido como una energía eterna, divina y espiritual, y que todas las entidades existentes -- incluyendo los humanos -- son extensiones de ella. 

»El yoga es el vehículo que une al practicante (varón=yogi, mujer=yogini) con esta energía cósmica. La tarea del yogi es, por tanto, doble: (1) descartar la noción "errónea" de que cada persona es un ser único distinto del resto de la creación, y (2) "hacerse uno" con esta energía cósmica conocida también como realidad superior. 

Una cosmovisión ajena al cristianismo
»Los cristianos profesos deberían ya estar advirtiendo que la visión mencionada es ajena -- incluso diametralmente opuesta -- a la suya propia. De modo que el contexto real que define al yoga está desviado radicalmente de la percepción cristiana de la realidad, por medio de la cual el creyente en Cristo debe reconocer ciertamente que: (a) él es, realmente, una creación única de Dios, (b) ni el hombre ni el universo creados son divinos, y (c) la finalidad de esta vida es el crecimiento en la propia relación con un Creador personal, amoroso y divino que, aunque eternamente distinto de lo que ha creado, nos convoca a entrar en Su compañía. La discrepancia entre estas dos visiones no puede ser más grande. 

¿Y los beneficios de la salud del yoga?
»Pero ¿no es posible lograr los beneficios corporales del yoga dejando de lado los aspectos religiosos? 
Esta pregunta es engañosa y revela cierta ignorancia por parte de quien la formula. Es engañosa porque presupone que puede plantearse una dicotomía entre las posturas físicas del yoga y su espiritualidad subyacente; revela ignorancia porque el cristiano practicante que la pregunta, muy probablemente no ha investigado previamente al yoga. Si lo hubiese hecho, debería haberse dado cuenta que es, en su verdadera naturaleza, una práctica de la religión hindú. 

Lo corporal y lo espiritual van unidos
»Sugerir que uno puede obtener del yoga solo beneficios corporales sin ser afectado -- de alguna forma -- por su inherente fundamento espiritual, es errar el golpe. El yoga no trata, primordialmente, de la flexibilización del cuerpo; pero sí del uso de los medios físicos para llegar a un fin espiritual. Por lo tanto el problema de separar en él lo físico de lo espiritual es en verdad una contradicción en sus propios términos. De hecho, si uno consulta la masiva cantidad de material disponible, se hace patentemente claro que las consideraciones referidas a los beneficios físicos son secundarias. Normalmente, el yoga es presentado como algo que trata primordialmente de actualizar el potencial espiritual propio, logrando "libertad", trascendiendo el ego y cosas semejantes. 

El yoga tiene un componente espiritual independientemente de sí se esconsciente
»Quizás por analogía, un católico preguntaría si es posible recibir la Eucaristía y no ser participe de algo religioso. O planteémoslo de otra manera. Si un ateo toma y consume una Hostia consagrada ¿podemos sostener que no ha recibido el Cuerpo de Cristo porque no cree que sea lo que es? ¿Podríamos afirmar que simplemente ha "experimentado los mecanismos físicos" de recibirlo pero no se ha involucrado en una actividad espiritual? Técnicamente hablando, la Eucaristía tiene una realidad espiritual independiente de las creencias de quien la recibe, y yo propongo que lo mismo ocurre con el yoga. Así como la presencia real de Cristo está contenida dentro de la Hostia consagrada, independientemente de si quien la recibe cree o no, así también el yoga tiene un componente espiritual que es real, independientemente del propósito específico de quien lo practica. 

Efectos físicos positivos pero efectos espirituales sutiles
»"Pero, espere" -- dice Ud. -- "He estado practicando yoga desde hace un tiempo, y como resultado me he vuelto más pacífico y ha sobre mi tenido un efecto positivo de bienestar físico. Y ciertamente no me ha apartado de mi fe católica". Bien, nuevamente no puedo negar que el yoga produce efectos físicos en la gente, pero sospecho que sus efectos espirituales deben ser más sutiles y por ende más esquivos de identificar. Téngase en cuenta que los seres humanos somos espíritus encarnados, de modo que cuando nos involucramos en una actividad espiritual ella debe naturalmente producir algún tipo de resultado. 

Impacto del yoga en un cristiano
»Entonces el asunto se convierte en una cuestión sobre qué tipo de impacto debe producir el yoga en los cristianos que lo practican y si sus beneficiosos efectos corporales significan o no que el practicante cristiano está espiritualmente "okay". Aumentar la elasticidad corporal o intensificar la paz mental no revelan realmente nada sobre el estado objetivo del alma de uno, de modo que el último barómetro sobre cualquier práctica espiritual desde un punto de vista católico es: este empeño ¿me está conduciendo a una más profunda relación con Cristo? Considerando el propósito expreso del yoga, es extremadamente difícil responder afirmativamente a esta pregunta. 

¿Tiene la iglesia católica algo que decir formalmente sobre el yoga? 
»Sí. En la Carta a los obispos de la Iglesia católica sobre algunos aspectos de la meditación cristiana, de 1989 (de ahora en adelante: “Aspectos”), la Congregación para la Doctrina de la Fe se centra en varias prácticas espirituales orientales y en su inclusión en la vida espiritual de los cristianos. En una nota al pie de página en el número 2, Aspectos afirma específicamente que "Con la expresión ‘métodos orientales’ se entienden métodos inspirados en el Hinduismo y el Budismo, como el ‘Zen’, la ‘meditación trascendental’ o el ‘Yoga’. De modo que claramente, el magisterio tiene en su mente al yoga al afrontar la cuestión de los cristianos que utilizan prácticas espirituales orientales. 

»No obstante que este documento no condena expresamente al yoga, recomienda repetidamente prudencia en el uso de prácticas espirituales, meditativas o místicas que estén desprovistas de un contexto claramente cristiano. Por ejemplo, el número 12 afirma: "estas propuestas u otras análogas de armonización entre meditación cristiana y técnicas orientales deberán ser continuamente cribadas con un cuidadoso discernimiento de contenidos y de método, para evitar la caída en un pernicioso sincretismo". 

»También afirma que los aspectos corporales (como, por ejemplo, las posturas en el yoga) pueden afectar nuestra espiritualidad: "La experiencia humana demuestra que la posición y la actitud del cuerpo no dejan de tener influencia sobre el recogimiento y la disposición del espíritu. Esto constituye un dato al que han prestado atención algunos escritores espirituales del Oriente y del Occidente cristiano". (#26) 

No confundir con el Espíritu Santo
»De entre todas las observaciones del documento, la más digna de atención es la tan cruda sobre que la euforia espiritual y física -- que debería resultar de la práctica del yoga -- no es siempre lo que parece ser: "Algunos ejercicios físicos producen automáticamente sensaciones de quietud o de distensión, sentimientos gratificantes y, quizá, hasta fenómenos de luz y calor similares a un bienestar espiritual. Confundirlos con auténticas consolaciones del Espíritu Santo sería un modo totalmente erróneo de concebir el camino espiritual. Atribuirles significados simbólicos típicos de la experiencia mística, cuando la actitud moral del interesado no se corresponde con ella, representaría una especie de esquizofrenia mental que puede conducir incluso a disturbios psíquicos y, en ocasiones, aberraciones morales". (#28) 

Difícil de reconciliar cristianismo y yoga
»En el 2003, el Consejo Pontificio de la Iglesia Católica para el Diálogo Interreligioso publicó un documento titulado Jesucristo: Portador del Agua de la Vida (de aquí en adelante: “Portador”). Aunque está centrado en el movimiento de la Nueva Era, encontramos incluido nuevamente el tema del yoga: "Entre las tradiciones que confluyen en la Nueva Era pueden contarse: las antiguas prácticas ocultas de Egipto, la cábala, el gnosticismo cristiano primitivo, el sufismo, las tradiciones de los druidas, el cristianismo celta, la alquimia medieval, el hermetismo renacentista, el budismo zen, el yoga, etc.". (#2,1) 

»Como en Aspectos, que lo precedió, Portador aconseja cuidado en el uso de prácticas no cristianas, pero va un escalón más arriba al poner en duda el verdadero contexto que precede a algo como el yoga: "Sería insensato, además de falso, decir que todo lo relacionado con este movimiento es bueno, o que es malo todo lo que se refiere a él. No obstante, dada la visión subyacente a la religiosidad de la Nueva Era, en términos generales es difícil reconciliarla con la doctrina y la espiritualidad cristianas". (#2) 

Un estado de conciencia alterado
»Esta "visión subyacente" guarda un sorprendente parecido con la cosmovisión hindú y muchos de los términos y conceptos utilizados dentro del movimiento de la Nueva Era transmiten esencialmente la misma realidad que constituye el objetivo del yoga: un estado de conciencia alterado que es como un medio para una experiencia trascendente, espiritual. El problema es que ese contexto es totalmente extraño a la concepción cristiana sobre la naturaleza y propósitos de la oración, meditación y experiencia mística. Más aún, la sola noción de seres humanos uniéndose con una conciencia cósmica divina contradice lo que la iglesia afirma acerca de una verdadera experiencia mística: "Para aproximarse a ese misterio de la unión con Dios, que los Padres griegos llamaban divinización del hombre, y para comprender con precisión las modalidades en que se realiza, es preciso ante todo tener presente que el hombre es esencialmente criatura y como tal permanece para siempre, de tal forma que nunca será posible una absorción del yo humano en el Yo divino, ni siquiera en los más altos estados de gracia". (Aspectos, #14; énfasis agregado) 

¿Puede el yoga ayudar a rezar?
»Para aquellos cristianos que quizás deseen usar las técnicas de meditación del yoga como una preparación o una ayuda para rezar, deberíamos estar bien atentos a la verdadera naturaleza de toda actividad espiritual: "la oración cristiana está siempre determinada por la estructura de la fe cristiana, en la que resplandece la verdad mismas de Dios y de la criatura. Por eso se configura, propiamente hablando, como un diálogo personal, íntimo y profundo, entre el hombre y Dios. La oración cristiana expresa, pues, la comunión de las criaturas redimidas con la vida íntima de las Personas trinitarias". (Aspectos, #3) 

»Debemos ser igualmente cuidadosos sobre la diferencia fundamental entre las experiencias místicas cristiana e hindú: "Para los cristianos, la vida espiritual consiste en una relación con Dios que se va haciendo cada vez más profunda con la ayuda de la gracia, en un proceso que ilumina también la relación con nuestros hermanos. La espiritualidad, para la Nueva Era, significa experimentar estados de conciencia dominados por un sentido de armonía y fusión con el Todo. Así, «mística » no se refiere a un encuentro con el Dios trascendente en la plenitud del amor, sino a la experiencia provocada por un volverse sobre sí mismo, un sentimiento exultante de estar en comunión con el universo, de dejar que la propia individualidad se hunda en el gran océano del Ser". (Portador, #3.4) 

¿Hay otros peligros asociados con el yoga? 
»Sí. Recuerde que Aspectos afirmaba que una discrepancia entre una experiencia mística y el estado del alma de una persona podía derivar en "disturbios psíquicos". En otras palabras, una persona que está experimentando realmente un fenómeno místico pero que no está profundamente fundado en Cristo se enfrentará con algunas anomalías espirituales serias. No debería entonces sorprendernos, el descubrir que los fenómenos psíquicos son parte integrante de los "beneficios" del yoga. 

Poderes ocultos condenados por Dios
»Por ejemplo, Rammurti S. Mishra (citado anteriormente) afirma que a través del yoga una persona puede "adquirir el poder de ver y conocer sin la ayuda de otros sentidos…", "conocer acontecimientos pasados e incidentes futuros…", "abrir en ti el tercer ojo, que es llamado…[el] ‘ojo divino’", experimentar auras y cuerpos astrales que "vienen a servirlo [al yogi]" y obtener poderes de clariaudiencia y clarividencia. Uno sólo tiene que hojear las páginas del Antiguo Testamento para ver que tales habilidades son realmente poderes ocultos y que están condenados por Dios en la forma más inequívoca y enérgica. (Lev. 19:26,31; Deut. 18:9-14; 2 Reyes 17:13-15, 17-18; 2 Crón. 33:1-2,6) 

»De los cuatro maestros de yoga citados anteriormente, Mishra no es el único en afirmar que el yoga puede desarrollar las capacidades psíquicas de una persona o someterla a fenómenos psíquicos. Feuerstein y Bodian observan que las experiencias posibles por medio del yoga incluyen "sueños lúcidos, estados incorpóreos, clarividencia, y otras facultades psíquicas, como así también éxtasis, estados místicos y, en el ápice de todas ellas, alumbramiento". 

»Silva, Mira y Shyam Mehta, en Yoga: The Iyengar Way, nos dicen que "Los estados elevados de conciencia [en el yoga]…resultan en sabiduría espiritual. También brindan varios logros supranormales (siddhis), de acuerdo con el objetivo de la meditación. Algunos están dentro de la gama de las experiencias humanas, como la clarividencia y la capacidad de leer las mentes". 

Desarrollo de las capacidades psíquicas
»Dadas estas cándidas admisiones hechas por maestros de yoga, de que su práctica tiene como una consecuencia inevitable el desarrollo de las capacidades psíquicas -- en realidad, es su objetivo real – le queda al cristiano creyente un serio dilema moral y espiritual: ¿Debe desarrollar una actividad cuyo objetivo final es cultivar "poderes" que Dios expresamente condena? No debe negarse el hecho que el yoga fomenta estas capacidades y tampoco hay que ocultar el hecho que Dios nos dice que ellas son espiritualmente dañinas para sus criaturas. 

El yoga tiene una visión contraria al cristianismo
»El yoga está inextricablemente fundado en una filosofía y en una visión que son substancialmente contrarias a la fe cristiana. Su propósito expreso es alcanzar estados alterados de la conciencia que conduzcan a un "alumbramiento" espiritual. Quizás el peligro latente para los cristianos que lo practican esté bien resumido en la honesta admisión de Feuerstein y Bodian: "En verdad, muchos aspectos del yoga tienen un sabor hindú, como los mantras sánscritos (sonidos sagrados) que los practicantes deben recitar en voz alta o repetir mentalmente, o las ideas sobre la retribución moral (karma) o la reencarnación…. Las personas de cualquier creencia religiosa o espiritual, lo mismo que los mentalmente abiertos agnósticos, pueden practicar el yoga con gran provecho. No obstante, ellos tienden a tener tipos de experiencias yoguísticas que al final los llevan a considerar, si no adoptar, las teorías ofrecidas por la tradición del yoga" (énfasis agregado). ¡Oh! Y yo pensaba que el yoga era sólo un ejercicio físico».

jueves, 29 de agosto de 2013

Católicos mexicanos: rezan poco y creen mucho en la magia


Más de un 10% de los jóvenes de Ciudad de México dice no rezar nunca
29.08.2013

Jaime Septién
El Observador


Un reciente estudio, realizado en una de las arquidiócesis más populosas del mundo, la de la Ciudad de México, arrojó resultados sorprendentes sobre las prácticas y las creencias de los católicos de esa demarcación. 

Hay que recordar que el Distrito Federal acoge a más de nueve millones de personas en su superficie, y que es la capital de un país que se precia de tener casi cien millones de católicos. México representa el segundo bastión más importante de católicos del mundo, solamente después de Brasil.

La oración es poca

El estudio, realizado por la propia arquidiócesis primada de México, encontró que los que menos rezan son los jóvenes, lo cual representa un reto tanto para la Iglesia como para los movimientos religiosos y, más aún, la pastoral juvenil.

En efecto, mientras que los católicos mayores de 65 años rezan a diario un 83,1%, y los de 30 a 64 años lo hacen en un 70,%, un escaso 51,2% de los jóvenes católicos de 15 a 29 años manifiestan rezar a diario, mientras que 11,7% de los jóvenes católicos capitalinos, “no rezan nunca”.

Contrariando el dicho tan repetido de Juan Pablo II en el sentido de que “familia que reza unida permanece unida”, solamente uno de cada cinco católicos que fueron encuestados acostumbra rezar en familia, lo cual plantea un reto para las próximas generaciones, pues es en familia donde se transmite primeramente la fe y la práctica de la oración comunitaria.

Casi como los ateos

En lo que respecta a las creencias mágicas, los católicos de la Ciudad de México se comportan muy cercano a los ateos: con una apertura a creencias contrarias a la fe cristiana que raya en la incongruencia.

Aunque si bien es cierto que 62,3% de los católicos capitalinos dicen no creer en prácticas esotéricas (contra 57% de los ateos), hay muchas prácticas mágicas en las que los católicos creen a pie juntillas. 

Por ejemplo, en las “limpias”, práctica con antecedentes de chamanes, el 21,5% de los católicos piensa que son efectivas (contra 23,5% de los ateos, a los que también les parecen buenas).

En lo que respecta al culto a la “santa muerte”, el 5,6% de los católicos cree en ello, por el 7,4% de los ateos. 

En la astrología hay un 18,7% de católicos que creen que es verdadera, muy por encima del 12,7 que lo piensa así y que pertenecen a otras religiones, y por debajo del 30,2% de los ateos que creen en los horóscopos, la alineación de los astros y la influencia del cosmos en nuestras vidas (por cierto, el mismo porcentaje de católicos –18,7%—cree en la energía cósmica por el 26,8% de los ateos y el 16,2% de otras religiones).

El camino de la “conversión pastoral”, el discipulado y la misión que habla Aparecida para la Iglesia latinoamericana, ha de ser largo en los países del continente americano.  Al menos así lo ha de ser en la capital de México.